Cuando Bimla Chandrasekharan, fundadora y directora de EKTA, organización que defiende los derechos femeninos en India, vio que suegras y maridos enojados echaban de la casa a las mujeres que habían parido niñas, se dio cuenta de que era urgente impartir una clase de biología.
“Comenzamos a explicarles los cromosomas XY”, precisó Chandrasekharan, aunque no con esas palabras, sino que hablaban de tomates y limas. “Tomate y tomate da niña, tomate y lima, da niño”, explicó.
Solo es un comienzo, pero la lección nos ayuda a mostrar a los padres que son ellos, de hecho, los que determinan el sexo de sus hijos.[pullquote]3[/pullquote]
Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), “faltan” unas 117 millones de niñas en todo el mundo debido a los abortos selectivos o al infanticidio.
El problema estalló en India y China en la década de los años 90, en parte por el aumento del uso de las ecografías. Pero según el UNFPA, ahora también se propagó a otras regiones como Europa oriental y Asia sudoriental.
Un nuevo programa de la agencia, que procura atender el problema en Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Vietnam, Bangladesh y Nepal, se basará en las experiencias recogidas en India y China.
“La preferencia por el varón es una práctica común en muchas sociedades del mundo”, explicó Luis Mora, jefe de la dependencia de Género, Derechos Humanos y Cultura del UNFPA.
“Lo que observamos en las últimas tres décadas es que una práctica que al principio considerábamos que era una excepción en China e India, ahora se extendió a otros países”, apuntó.
El aumento de la elección según el sexo del bebé coincide con el acceso a nueva tecnología, como la ecografía, pero Mora y Chandrasekharan coinciden en que la solución claramente no es prohibir que se hagan.
“En una sociedad patriarcal siempre se prefiere al hijo varón”, observó Chandrasekharan. Por eso su organización EKTA cuestiona los valores patriarcales y enseña a madres y padres por qué deberían querer tener hijas tanto como quieren tener varones.
Algunas de las razones por las que se prefieren los varones son económicas. En India, los padres tienen que pagar una dote cuando sus hijas se casan. En muchos países, solo los hijos varones pueden heredar la propiedad, aunque esa no es la única razón.
Chandrasekharan señaló que algunas madres no quieren traer hijas a un mundo en el que sufrirán acoso y abuso sexual, una vida de trabajo doméstico no remunerado y contraer matrimonio siendo niñas de entre 12 o 13 años.
La directora de EKTA participa activamente en la campaña nacional Las Niñas Cuentan, que procura luchar contra la elección del hijos según su sexo en India, para lo cual recibe apoyo del UNFPA y de ONU Mujeres.
En la campaña hay dos corrientes, precisó Chandrasekharan.
“Un grupo de personas piensa en cumplir la ley de forma estricta”, indicó. “El otro, cuestiona el patriarcado; pertenezco a este último”, apuntó Chandrasekharan, quien aclaró que si bien cree en el derecho, eso no alcanza para cambiar la situación.
La Ley de Preconcepción y Diagnóstico Prenatal, promulgada en 1994, prohibió los análisis prenatales que revelaban el sexo del bebé a los padres; pero eso tampoco puso fin a los abortos selectivos, alertó.
Chandrasekharan se apresuró a aclarar que su lucha antipatriarcal no es sinónimo de que su organización esté en contra de los hombres. El patriarcado es un sistema, explicó, con consecuencias tanto para hombres como para mujeres, aunque principalmente otorga a los hombres un lugar de privilegio.
“No estamos en contra de ustedes en tanto que personas, hablamos de un sistema”, explica a los hombres y niños con los que trabaja.
Es imposible poner fin a la elección por sexo sin atender la desigualdad de género, coincidió Mora.
“La evidencia muestra que lo que realmente funciona es cambiar las normas sociales y de género que subestiman a las niñas y al mismo tiempo ofrecer más oportunidades a las niñas y las mujeres”, explicó, refiriéndose a conceder a la población femenina derechos de acceso equitativo a la educación, al empleo y a la tierra.[related_articles]
“Esas son las cosas prácticas que logran un cambio sostenible”, apuntó.
Por eso EKTA presenta distintos modelos de personas a la comunidad, con el fin de explicar que no todas las mujeres van a pasar el resto de sus vidas realizando tareas domésticas no remuneradas.
El último modelo que presentó la organización procedió, de hecho, de la propia comunidad en la que trabaja la organización. De joven conoció a una pariente que le dijo que había viajado en avión para conocerlos.
La niña, quien pertenecía a una marginada familia dalit, le dijo a su familia que quería ser “conductora de motores” de avión, pues todavía no sabía decir piloto.
Chandrasekharan contó que en 2016 aquella niña se convirtió en piloto y regresó para contar su experiencia a la comunidad, en el marco del programa de modelos de EKTA.
El nuevo programa del UNFPA en seis países cuenta con fondos de la Unión Europea, pero muchos otros están en peligro por la decisión de Estados Unidos, comunicada el lunes 3 de este mes, de retirar su contribución a esta agencia.
De hecho, la contribución de Estados Unidos en 2016 le ayudó a evitar que 2.340 mujeres murieran por causas relacionadas con el embarazo y el parto, así como 947.000 embarazos no deseados, asegurar 1.251 operaciones para reparar fístulas obstétricas e impedir 295.000 abortos en condiciones inseguras.
IPS conversó con Chandrasekharan en el marco del encuentro anual de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU, que tuvo lugar del 13 al 24 de marzo en Nueva York.
Traducido por Verónica Firme