Reclaman investigación por muerte de dos expertos de ONU en RDC

La bandera de la ONU flamea a media asta en señal de luto en la sede de Nueva York. Crédito: Mark Garten/UN Photo.
La bandera de la ONU flamea a media asta en señal de luto en la sede de Nueva York. Crédito: Mark Garten/UN Photo.

Los cuerpos de dos expertos de la ONU fueron encontrados en República Democrática del Congo (RDC) dos semanas después de la desaparición de todo el equipo, que incluía a un intérprete y tres choferes.

La ONU y organizaciones de derechos humanos reclaman que se investigue la muerte de dos expertos de la ONU asesinados en República Democrática del Congo (RDC), desaparecidos hace dos semanas junto con un intérprete y tres choferes.

Los cuerpos del estadounidense Michael Sharp y de la sueca-chilena Zaida Catalán, fueron encontrados el lunes 27 tras permanecer dos semanas desaparecidos, así como el de su intérprete congoleño Betu Tshintela.

Sharp y Catalán formaban parte del Grupo de Expertos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) encargado de informar al Consejo de Seguridad sobre el conflicto, el tráfico de armas, los abusos de derechos humanos y los crímenes contra la humanidad en la RDC.

Los dos expertos, su intérprete y los tres conductores que los acompañaban en la misión desaparecieron el 12 de marzo, cuando investigaban denuncias de violencia y violaciones de derechos humanos a las afueras de la ciudad congoleña de Kananga, capital de la provincia de Kasai-Central.

El secretario general de la ONU, António Guterres, declaró que estaba “profundamente entristecido” por los acontecimientos. “Michael y Zaida perdieron la vida tratando de comprender las causas del conflicto y la inseguridad en República Democrática del Congo para llevar la paz al país y a su pueblo”, destacó.

La RDC tiene problemas de seguridad desde 1994, cuando el genocidio en Ruanda hizo que un gran número de refugiados ingresaran a su territorio. En ese contexto se desató uno de los conflictos más letales en la historia de África, que dejó casi cinco millones de personas muertas.

La paz se declaró en 2003, pero en los últimos meses reaparecieron brotes de violencia. La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW), con sede en Nueva York, señaló que las protestas comenzaron cuando el presidente Joseph Kabila se mantuvo en el gobierno después de diciembre de 2016, cuando terminó su mandato constitucional de dos años.

A partir de entonces, las fuerzas de seguridad reprimen a la oposición y habrían matado a 50 personas y encarcelado a cientos de líderes opositores y a sus seguidores.

En ese contexto estallaron enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y grupos armados rebeldes en varias partes del país, como la región de Kasai, donde ocurrieron los peores episodios de violencia.

Los enfrentamientos actuales ya dejaron 400 personas muertas desde agosto y 200.000 desplazadas en Kasai.

Hay denuncias de que las fuerzas de seguridad hicieron un uso excesivo de la fuerza y realizaron “disparos innecesarios” contra presuntos rebeldes, entre ellos mujeres y niños, denunció HRW.

También se denunció el hallazgo de dos decenas de fosas comunes.

En diálogo con el Consejo de Relaciones Exteriores, la representante estadounidense en la ONU, Nikki Haley, expresó su preocupación por la violencia en ese país africano y por las violaciones de derechos humanos, y acusó al gobierno congoleño de ser “corrupto” y de “tener a sus ciudadanos de rehenes”.[related_articles]

“La misión de paz de la ONU… asiste a un gobierno que descarga un comportamiento depredador contra su propio pueblo. Deberíamos tener la decencia y el sentido común de ponerle fin”, opinó.

El gobierno congoleño responsabilizó de la muerte de los expertos de la ONU a Kamuina Nsapu, un grupo rebelde que mantiene enfrentamientos con las fuerzas regulares desde el asesinato de su líder hace seis meses.

El portavoz del gobierno de la RDC, Lambert Mende, informó que los restos del intérprete congoleño Betu Tshintela, también se encontraron junto a los cuerpos de Sharp y Catalán, y que permanecen desaparecidos los del chofer Isaac Kabuayi y sus dos asistentes.

“La búsqueda continúa”, aseguró el portavoz de la ONU, Farhan Haq, al ser consultado por IPS.

El secretario general del foro mundial reclamó una exhaustiva investigación de la muerte Sharp y Catalán y aseguró que la ONU “hará todo lo posible para que se haga justicia”, aseguró Guterres.

Por su parte, el director de Amnistía para África oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos, Muthoni Wanyeki, también pidió que se investigara lo acontecido y dijo que las muertes deben servir para “recordar la urgente necesidad de terminar con la violencia en la provincia de Kasai”.

HRW subrayó la necesidad de garantizar que se implemente el acuerdo con la mediación de la Iglesia Católica a fines de 2016 y en el que figura el compromiso claro del presidente Kabila de no aspirar a un tercer mandato y de que las elecciones presidenciales se harían antes del fines de este año.

“La participación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU es fundamental para ayudar a proteger a los civiles de la violencia, para presionar para que se atribuyan responsabilidades por las graves violaciones y garantizar la realización de elecciones oportunas y creíbles a fin de construir un país más democrático y respetuoso del derecho”, señaló HRW.

Sharp, de 34 años, hacía cinco que estaba en la RDC, a donde llegó como coordinador del Comité Central Menonita.

Catalán, sueca de padre chileno de 36 años, era una dirigente política del Partido Verde, quien había trabajado en el territorio palestino de Cisjordania y en Afganistán, antes de unirse al Grupo de Expertos de la ONU.

Traducido por Verónica Firme

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