Luis Alves Maia en el puesto de la feria agroecológica donde vende cada sábado sus frutas y verduras en Apodi. Él forma parte de los campesinos afortunados, que no se han visto afectados por la pertinaz sequía en el Nordeste de Brasil, gracias a la disponibilidad de agua. Crédito: Mario Osava/IPS

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