Manoel Barros apunta las cajas para colmenas de su pequeña finca, ahora inútiles porque las abejas se fueron por la sequía. La producción de miel, una de las fuentes de ingresos de muchas familias campesinas, tendrá que esperar al retorno de las lluvias al Nordeste de Brasil. Crédito: Mario Osava/IPS

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