Viviendas del pueblo emberá en un claro de los bosques que protege ese pueblo indígena en Panamá, en una comarca de casi 4.400 kilómetros cuadrados. Los pueblos originarios quieren que los acuerdos climáticos mundiales reconozcan su papel protagónico en la protección de los bosques y los incluyan en los beneficios que esa conservación devenga. Crédito: Gobierno de Panamá

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