Es cierto que millones de personas refugiadas residen en campamentos, en especial en África y Medio Oriente, pero solo representan una cuarta parte del número total de personas que debieron abandonar sus países por conflictos bélicos.
Además, más de uno de cada dos refugiados viven en asentamientos precarios o informales, en el margen de las ciudades, en barrios hacinados o en áreas propensas a las inundaciones, a problemas de saneamiento y en riesgo de contraer distintas enfermedades.
“Más de la mitad de los refugiados viven en centros urbanos y en ciudades frágiles con un elevado grado de desigualdad”, reveló el vice secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Jan Eliasson, en base a datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
“Cada día, millones de niñas y niños refugiados no pueden ir a la escuela. Cada día, la dignidad y el bienestar de millones de personas están en riesgo por la falta de servicios básicos y de oportunidades laborales”, señaló Eliasson en la conferencia “Grandes movimientos de refugiados y migrantes: Desafíos críticos para una urbanización sostenible”, realizada el 18 de este mes en la sede de la ONU de Nueva York.
El drama de millones de refugiados, solicitantes de asilo y personas desplazadas, así como migrantes, será el tema principal de la primera Cumbre Humanitaria Mundial, que se realizará el 23 y 24 de este mes en la ciudad turca de Estambul.
Eliasson precisó que entre los temas que se tratarán se destacan las causas del desplazamiento forzado, la seguridad de migrantes y refugiados cuando cruzan las fronteras y el apoyo a los países de acogida para integrar a los recién llegados en sus comunidades.
¿Quién asiste a los refugiados urbanos?
La cuestión es que la mayor parte de la asistencia humanitaria se destina a las personas que residen en campamentos, pero en general se pasa por alto a los “refugiados urbanos”, subrayó Eliasson.
También señaló que en 2009, Acnur cambió su política y prácticas hacia los refugiados residentes en ciudades y pueblos, y ahora trabaja en colaboración con las autoridades nacionales, municipalidades y comunidades locales para brindarles protección respetando su estatus.
Además, dijo que el informe preparado por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para la cumbre sobre refugiados y migrantes, convocada por la Asamblea General para el 19 de septiembre, llama la atención sobre la importancia del papel de las autoridades locales, principales encargadas de proveerles vivienda, educación, salud y empleo.
“Debemos tener en cuenta que los refugiados y los desplazados suelen ser solo una pequeña proporción de quienes engrosan la población de las ciudades, mientras la velocidad de la urbanización se vuelve más rápida”, observó el vice secretario general.
Además, precisó que si bien las ciudades pueden tener dificultades para alojar a un gran flujo de migrantes, también se benefician mucho de su presencia y trabajo, pues en muchos países del mundo, los inmigrantes suelen asumir tareas y ofrecer servicios como trabajo doméstico y agrícola.
Flujo de refugiados no cederá en un futuro cercano
“Los migrantes y refugiados seguirán llegando, y no hay señales de que el flujo vaya a disminuir en breve, debemos respetar e implementar el principio de igualdad de todos los seres humanos”, remarcó Eliasson. “Es un derecho humano fundamental que nunca se puede transar”, advirtió.
La comunidad internacional, por su parte, debe prestar atención a los discursos políticos que estigmatizan a los refugiados y migrantes, y “hacer todo lo posible para contrarrestar falsas declaraciones negativas”, subrayó.
“Debemos erradicar los mitos sobre los migrantes y la migración, que envenenan el discurso público”, añadió.
Déficit de 500 millones de dólares
El mismo miércoles 18, Acnur advirtió que la falta de 500 millones de dólares de los fondos para asistir a los refugiados socava los esfuerzos para hacer frente a la mayor crisis de personas desplazadas desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
La agencia lanzó una campaña que convoca al sector privado a colaborar con fondos para ofrecer soluciones de alojamiento a dos millones de refugiados.
“El alojamiento es la piedra fundamental para que los refugiados puedan sobrevivir y recuperarse, y debe considerarse un derecho humano no negociable”, subrayó Filippo Grandi, alto comisionado para los refugiados.
La campaña Nadie quede afuera apunta a personas, empresas, fundaciones y filántropos del mundo entero.
Acnur subrayó en el lanzamiento de la campaña que los desplazamientos forzados, la mayoría producto de guerras, se disparó en la última década, principalmente a causa del conflicto en Siria, pero también debido a la proliferación de nuevas personas desplazadas y las crisis sin resolver.
En la actualidad, hay 60 millones de personas desplazadas por la fuerza, informó Acnur, de las cuales casi 20 millones debieron cruzar fronteras internacionales, mientras el resto tuvo que abandonar su hogar pero permanecen en su país.
La campaña procura reunir fondos del sector privado para construir y mejorar el alojamiento para dos millones de refugiados para 2018, lo que representa una de cada ocho personas de las 15,1 millones bajo el amparo de Acnur a mediados de 2015.[related_articles]
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa) se hace cargo del resto de personas, que son refugiados palestinos.
Millones de personas sin hogar
“Sin un lugar seguro para comer, dormir, guardar sus pertenencias y tener privacidad, las consecuencias sobre su salud y bienestar serán profundas”, alertó al agencia.
Acnur subrayó que a medida que tiene que hacer frente a enormes necesidades de alojamiento con limitados recursos económicos, se encuentra en la disyuntiva de priorizar los refugios de emergencia para un máximo número de personas, en detrimento de una inversión en soluciones más duraderas y sostenibles.
Fuera de los campamentos, los refugiados dependen de Acnur para encontrar vivienda y pagar la renta en pueblos y ciudades en decenas de países vecinos a conflictos armados.
Se prevé que esas operaciones tendrán un costo de unos 724 millones de dólares este año. Pero actualmente solo se disponen de 158 millones de dólares, un déficit que amenaza con dejar a millones de hombres, mujeres, niños y niñas sin refugios adecuados y con problemas para reconstruir sus vidas.
Acnur señaló que el sector privado es una fuente cada vez más importante de fondos, concentrando más de ocho por ciento del presupuesto de 2015.
Las regiones con más necesidad de asistencia, según Acnur, son África subsahariana, donde se requieren 255 millones de dólares, pero solo se disponen 48 millones, y Medio Oriente y África del norte, donde se necesitan 373 millones de dólares, pero se cuenta con 91 millones.
Asia necesita de 59 millones de dólares y solo se disponen de ocho millones, mientras Europa necesita más ayuda, unos 36 millones de dólares, pero solo hay 10 millones disponibles, pues continúa le flujo de refugiados.
Traducido por Verónica Firme