El acuerdo nuclear firmado entre Irán y seis potencias mundiales el 14 de este mes en Viena amenaza con desatar una carrera armamentista en Medio Oriente.
Estados Unidos -que junto con Alemania, China, Francia, Gran Bretaña y Rusia firmaron el pacto con Irán- pretende que sus aliados en Medio Oriente se rearmen para contrarrestar el intento de Teherán de reequipar a sus propias fuerzas armadas.[pullquote]3[/pullquote]
Esto podría suceder una vez que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Washington levanten las sanciones económicas contra la República Islámica y el gobierno iraní tenga más recursos para dedicar a nuevas compras militares.
Entre los aliados más cercanos de Estados Unidos en la región se encuentran Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait, Qatar y Omán, países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) cuyas poblaciones están integradas mayoritariamente por musulmanes suníes, mientras que Irán es primordialmente chií.
Según una versión de prensa, la administración de Barack Obama también considera incrementar la subvención militar de 3.000 millones de dólares que Estados Unidos entrega cada año, de manera gratuita y no reembolsable, a Israel para la compra de armas estadounidenses.
El incremento propuesto es calificado de un «premio de consolación» para Israel, que denunció al pacto nuclear con Irán como un «error histórico».
Natalie J. Goldring, profesora de la Escuela Edmund A. Walsh de Servicio Exterior de la Universidad de Georgetown, dijo a IPS que aunque probablemente el acuerdo con Teherán ayude a la causa de la no proliferación nuclear, también puede dar lugar a un aumento peligroso de las armas convencionales en la región.
«Aunque el acuerdo se acaba de firmar el 14 de julio, los países al parecer ya están compitiendo para ver qué armas convencionales de Estados Unidos pueden obtener del trato”, señaló.
Por otro lado, las sanciones que impedían la transferencia a Irán de armas convencionales, misiles y sistemas de misiles continuarán durante varios años en el marco del acuerdo nuclear, explicó.
Aun así, los estados del Golfo e Israel ya están procurando más armas de Estados Unidos, con el argumento de que las necesitan para su propia defensa, añadió.
«¿Contra quién se defienden? ¿Es Irán el presunto adversario, que sigue bajo el embargo de armas convencionales? ¿Y quién tiene la ventaja militar?», cuestionó Goldring, quien también representa al Instituto Acrónimo para la Diplomacia del Desarme ante la ONU en materia de armas.
Según el diario The New York Times, el presupuesto militar iraní es apenas una décima parte de los presupuestos de defensa combinados de los estados suníes e Israel, comentó Goldring.
El diario estadounidense añadió que las naciones árabes del Golfo gastan 130.000 millones de dólares anuales en defensa, mientras que el presupuesto militar de Irán asciende a 15.000 millones de dólares por año.
Israel gasta unos 16.000 millones de dólares anuales en su defensa, más los 3.000 millones de dólares que recibe en subvenciones militares de Washington.
Nicole Auger, analista de Forecast International, una compañía estadounidense que se dedica a la investigación del sector militar, confirmó a IPS que las cifras del New York Times son correctas.
Además, dijo, los Estados del Golfo e Israel tienen puntos fuertes de los cuales su rival iraní carece.
«A pesar de la ventaja de Irán en personal militar y su gran arsenal de cohetes y misiles, el CCG combinado e Israel tienen mucho mayores capacidades de poderío aéreo, ni que hablar de sus plataformas de aviones superiores», aseguró Auger.[related_articles]
Esos equipos modernos, adquiridos en la última década, contrastan con el envejecido armamento iraní, agregó.
Actualmente, Israel y los seis países del CCG están equipados con aviones de combate de última tecnología, sobre todo de Estados Unidos.
La fuerza aérea de Israel está equipada con aviones de combate F-16, Arabia Saudita con F-15 y Eurofighter Typhoon, Emiratos Árabes Unidos con F-16, Kuwait con Boeing F/A-18C y Qatar con Dassault Mirage-2000-5, que con el tiempo remplazará con el también francés Rafale.
Auger dijo que la mayoría de los cazas de Irán son MiG-29, entregados a principios de 1990. El resto de su fuerza de combate incluye viejos F-14, F-4 y F-5 estadounidenses, así como Su-24 rusos y Dassault Aviation Mirage F-1AD franceses.
Pero la mayoría de esos aviones permaneció en tierra por falta de repuestos debido a las sanciones económicas y militares de Estados Unidos, la Unión Europea y la ONU.
Goldring dijo a IPS que hay que reconocer que Estados Unidos y sus socios en la negociación lograron un importante acuerdo con Irán, que debería dificultarle a Teherán el desarrollo de armas nucleares.
El pacto también debería reducir considerablemente la probabilidad de una guerra de Estados Unidos con Irán, y es bueno para ambos países, sus socios en las negociaciones y sus aliados en Medio Oriente, agregó.
Aún así, el gobierno de Estados Unidos una vez más considera proporcionar armas sofisticadas a las naciones de Medio Oriente, aunque algunos de los posibles beneficiarios tienen terribles historiales de derechos humanos y una estabilidad interna cuestionable, destacó.
«Los países de Medio Oriente deben reducir sus arsenales de armas convencionales, no aumentarlos», exhortó Goldring.
Editado por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga