La mortal estrategia de “divide y vencerás” que Israel aplica a sus enemigos podría jugarle en contra, sobre todo ahora que el grupo extremista Estado Islámico (EI) afianza su poder en los países vecinos y se acerca al territorio israelí.
Desesperado por mantener la calma en Gaza, Israel lleva a cabo conversaciones esporádicas, extraoficiales e indirectas con el movimiento islamista Hamás, que controla esa franja, a través de intermediarios europeos, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de Qatar, aunque juró que no negociaría jamás con Hamás, al que califica de «organización terrorista».[pullquote]3[/pullquote]
Israel ayudó a promover el establecimiento de Hamás a fines de los años 80, con el objetivo de mermar el peso y el apoyo de la Organización para la Liberación de Palestina, que por entonces era el movimiento político palestino más poderoso y popular y al que Tel Aviv consideraba como una «organización terrorista”.
Una apuesta mayor habría sido el apoyo indirecto de Israel a los grupos opositores sirios vinculados al EI.
Como calcularon las Brigadas Omar, un grupo palestino salafista que apoya al EI y que este mes se responsabilizó por lanzar dos cohetes contra el sur israelí, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) respondieron atacando a objetivos militares de Hamás en el territorio costero porque responsabilizan a esa organización por las agresiones a territorio israelí.
«Los israelíes… están siendo utilizados como peones en un juego mortal de gallina entre Hamás y estos rivales salafistas», opinó Alison Kaplan, columnista del diario israelí Haaretz.
«Los salafistas se niegan a acatar la tregua informal que ha mantenido la tensa calma entre Hamás e Israel desde la guerra de Gaza, y Hamás no es lo suficientemente religioso y fundamentalista para su gusto”, aseguró.
«Disparar cohetes contra Israel tiene un doble propósito para ellos. Expresa que son verdaderos yihadistas, a diferencia de los traidores de Hamás que cumplen las treguas, y también resulta ser una excelente manera de golpear a sus opresores de Hamás”, según Kaplan.
“¿Por qué, después de todo, tomarse la molestia de atacar a Hamás cuando se puede lograr tan fácilmente que Israel lo haga por ti?», preguntó.
La doble política israelí de apoyar secretamente a yihadistas sirios vinculados al EI, en un intento de debilitar a Siria, el archienemigo de Israel, tomó varias formas.
Observadores de la ONU en los Altos del Golán publicaron informes que describen la cooperación entre Israel y figuras de la oposición siria, incluidos contactos habituales entre soldados israelíes y rebeldes sirios.
Israel también está admitiendo de manera habitual a sus hospitales a combatientes opositores sirios, y no en virtud de consideraciones humanitarias.
Tel Aviv respondió a los informes con el argumento de que los heridos eran civiles que llegaron a la frontera por sus propios medios, pero luego reconoció que había coordinado con los grupos armados de la oposición siria.
«Inicialmente Israel sostenía que solo brindaba tratamiento a civiles. Sin embargo, los informes aseguraban que miembros de la minoría drusa israelí protestaron por la hospitalización de combatientes sirios heridos del Frente al Nusra vinculado a (la red extremista) Al Qaeda», informó el portal Global Research.
El último informe distribuido a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU en diciembre indicó que dos representantes del foro mundial observaron cómo soldados israelíes abrieron una cerca en la frontera para permitir que dos personas ilesas salieran de Israel e ingresaran a los Altos del Golán.
El embajador de Siria ante la ONU también se quejó de la cooperación entre Israel y los rebeldes sirios, no solo por el tratamiento de los heridos, sino por otros tipos de ayuda.
Observadores de la ONU señalaron en un informe distribuido en 2014 que habían identificado a soldados de las FDI en el lado israelí de la frontera mientras entregaban dos cajas a integrantes armados de la oposición siria en el lado sirio.
Aunque el EI es en definitiva una amenaza para Israel, actualmente encaja con la estrategia israelí de debilitamiento de la capacidad militar de Irán y Siria, ambos enemigos del grupo extremista, de la misma forma en que el otrora poderoso ejército iraquí amenazaba a Tel Aviv.
Cuando Estados Unidos comenzó su campaña militar contra el EI, un alto mando israelí se mostró reacio a manifestar su apoyo y calificó la medida de un error.[related_articles]
Es más fácil tratar con el terrorismo en sus primeras etapas, señaló en referencia al EI, que enfrentar la amenaza de Irán y Hezbolá, declaró de forma anónima al diario Haaretz. «Creo que Occidente intervino demasiado pronto y no necesariamente en la dirección correcta», añadió.
«Israel lleva a cabo una política que, a largo plazo… será contraproducente. Con el fin de dividir a Siria,… está apoyando al EI, pero eso le jugará en contra ya que (el grupo extremista) está adquiriendo fuerza y destruyendo sociedades en su camino, y con el tiempo apuntará a Israel», advirtió Samir Awad, profesor de la Universidad de Birzeit, cerca de Ramalah.
Es posible que el EI llegue a derribar regímenes futuros cuyo apoyo alienta Israel, entre ellos el de los rebeldes sirios que insinuaron un acuerdo de paz con Tel Aviv una vez que presuntamente saquen del poder al presidente sirio Bashar al Assad.
Pero Jacky Hugi, el analista de asuntos árabes para la radio del ejército israelí Galie-Tzahal, quien confirmó en el medio digital Al Monitor que Israel apoyaba a los rebeldes sirios en los combates, tiene una advertencia.
«Deberíamos parar con las ilusiones. El día ‘después de Assad’ no traerá una alternativa gobernante liberal y laica. Las organizaciones extremistas son las facciones más dominantes en Siria hoy en día. Cualquier vacío que quede… lo llenarán ellas, no los rebeldes moderados”, afirmó.
La analista política Benedetta Berti, del israelí Instituto de Estudios de Seguridad Nacional, señala que Israel vigila de cerca su frente septentrional, específicamente los Altos del Golán.
«Israel considera que no existe una amenaza actual de los rebeldes, ya que están demasiado ocupados con la guerra de Siria», dijo Berti a IPS.
«Sin embargo, si ampliamos el marco cronológico, entonces la situación podría cambiar si los rebeldes sirios quisieran atacar a Israel desde las fronteras del norte», conjeturó.
Editado por Phil Harris / Traducido por Álvaro Queiruga