Una comisión de la ONU acusó a Israel y al movimiento palestino Hamás de posibles crímenes de guerra durante el conflicto en Gaza en 2014, pero es improbable que su Consejo de Seguridad tome medidas al respecto debido a la tradicional alianza entre Washington y Tel Aviv.
El informe de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) concluyó que Israel realizó más de 6.000 ataques aéreos que mataron a 2.251 palestinos, incluidos 1.462 civiles, y que Hamás disparó más de 6.600 cohetes y morteros que mataron a seis civiles israelíes e hirieron a 1.600 durante los 50 días del conflicto que terminó el 26 de agosto de 2014.[pullquote]3[/pullquote]
«La cifra de muertos por sí sola dice mucho. Y la magnitud de la devastación no tiene precedentes”, sostiene el informe publicado el lunes 22 por la Comisión Independiente de Investigación de la ONU sobre Gaza, integrada por su presidenta, la jurista estadounidense Mary McGowan, y por el abogado senegalés Doudou Dienne.
Para el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el informe es «erróneo y sesgado”.
Pero en una conferencia de prensa el martes 23, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, John Kirby, se negó a hacer declaraciones referidas a si el Consejo de Seguridad de la ONU o la Corte Penal Internacional (CPI) tomarían medidas ulteriores en virtud del informe.
Kirby dijo a los medios de comunicación que Estados Unidos impugna «el mecanismo mismo que creó» la comisión, designada por el Consejo de Derechos Humanos, el cual Washington integra.
«Nosotros no vamos a refutarlo. Por cierto que lo vamos a leer, como leemos todos los informes de la ONU. Pero impugnamos la base misma sobre la cual este informe fue escrito, y no creemos que haya… necesidad de una labor adicional del Consejo de Seguridad al respecto», declaró el portavoz.
«Nosotros no apoyamos ningún trabajo adicional de la ONU sobre este informe”, añadió cuando se le preguntó si el documento sería referido a la CPI.
“Rechazamos la base por la cual se creó esta comisión especial de investigación por su evidente sesgo en contra de Israel” respondió Kirby cuando se le indicó que Estados Unidos apoyó una investigación similar sobre la situación de derechos humanos en Corea del Norte pero rechazó la de Gaza.
«Estoy diciendo que nos oponemos al informe,» reiteró cuando se le preguntó si Estados Unidos también cree que el informe está sesgado en contra de Hamás.
Cuando se le preguntó si Estados Unidos se opone a todo el informe, respondió que «a la base sobre la cual se estableció la comisión, y por lo tanto al producto resultante de ese trabajo”.
Michael Ratner, presidente emérito del independiente Centro para los Derechos Constitucionales, con sede en Nueva York, dijo a IPS que, una vez más, como ocurrió tras la agresión israelí a Gaza en 2008-2009, el informe de la comisión de la ONU sobre el conflicto de 2014 fue demoledor con respecto a los crímenes de guerra de Israel.
Ratner señaló que 65 por ciento de los 2.251 palestinos muertos eran civiles, y que se ignoraron los principios legales internacionales de distinción y proporcionalidad durante las hostilidades.
«Sí, el informe también condenó a los grupos armados palestinos, pero la inmensa mayoría de los crímenes” se atribuyeron a Israel, destacó Ratner.
“¿Y ahora qué? Una vez más, Estados Unidos, el principal facilitador de los crímenes de guerra de Israel, como una avestruz, ignora la evidencia de los crímenes israelíes y continúa dándole miles de millones (de dólares) para que cometa más», aseguró.
«Cuando los funcionarios israelíes estén en el banquillo de los acusados, los… estadounidenses deberían estar ahí con ellos. Su conducta es inexcusable», subrayó.
Balkees Jarrah, abogada del Programa de Justicia Internacional de la organización de derechos humanos Human Rights Watch, dijo a IPS que la CPI tiene jurisdicción sobre crímenes graves que se remonten al 13 de junio de 2014, cometidos en el territorio palestino o desde él.
Entre esos crímenes se encuentran los ataques indiscriminados contra la población civil, sean cometidos por israelíes o palestinos, incluidos los abusos durante el conflicto de 2014 en Gaza, señaló.
La fiscal de la CPI, Fatou Bensouda, realiza actualmente un examen preliminar para decidir si se debe realizar una investigación formal.[related_articles]
Ahora que la investigación de la CPI es posible, Israel y Hamás deben demostrar que están dispuestos y son capaces de investigar de manera creíble las acusaciones y someter a la justicia a quienes hayan violado las leyes de la guerra, explicó Jarrah.
«El informe de la ONU en Gaza deja en claro que en la actualidad ninguna de las partes lo está haciendo», añadió.
En diálogo con IPS, Ratner dijo que «una vez más, el Consejo de Seguridad no tomará medida alguna ya que los vetos de Estados Unidos siempre son una amenaza inminente. Pero los crímenes de Israel y los informes al respecto siguen ahí».
La siguiente escala seguramente será la CPI y esta semana, si todo sucede como está previsto, Palestina presentará su documentación sobre tres grupos de delitos, los asentamientos de colonos, los crímenes de guerra y el tratamiento de los reclusos, explicó.
«Israel, por supuesto, no hará nada, salvo gritar que Palestina no es un Estado, una discusión que ya perdió», añadió Ratner.
La fiscal también puede indagar sobre los cohetes contra Israel procedentes de Gaza y es probable que si inicia una investigación preliminar sobre la conducta israelí, también investigue al lado palestino, manifestó.
Aunque no existen dudas reales sobre la violación de las leyes de la guerra por parte de Israel, y cómo se llevaron a cabo los ataques en Gaza, se presentarán distintos argumentos sobre la proporcionalidad aplicada en las hostilidades, entre otros aspectos similares, señaló.
Sin embargo, cuando se trata de la actividad en los asentamientos Israel no podrá presentar un argumento a su favor, sostuvo Ratner. Es un crimen de guerra absoluto para el cual no hay defensa y, en última instancia, para que la CPI tenga algo de legitimidad tendrá que abordar el tema, aseguró.
«Esperemos que, para el pueblo de Palestina, el tribunal lo haga más pronto que tarde», concluyó.
Editado por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga