El relave de Ojancos, abandonado por la empresa minera Sali Hochschild, del que se escurrieron desechos considerados tóxicos tras el temporal que a fines de marzo azotó al norte de Chile y que llegaron hasta el río Copiapó y a viviendas en un suburbio de la ciudad de Copiapó. Crédito: Cortesía de Relaves.org

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