Blanca Molina muestra orgullosa una incipiente calabaza, crecida en forma orgánica en uno de los cuatro invernaderos que construyó con sus manos en su pequeña finca familiar en Villa Simpson, a 20 kilómetros de Coyhaique, la capital de la región de Aysén, en el sur patagónico de Chile. Crédito: Marianela Jarroud /IPS

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