El cortador de caña Evaristo Pérez, de 22 años, en la finca La Isla, en el occidental municipio de San Juan Opico, en El Salvador. Él fue uno de los niños temporeros en los cañaverales, de donde casi desaparecieron gracias a un compromiso de “cero tolerancia” al trabajo infantil en la agroindustria azucarera. Crédito: Edgardo Ayala/IPS

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