Casi nada impide a la experimentada política keniata Rachael Shebesh promover los derechos de las mujeres. Lo único que esta representante de las mujeres en el Consejo de Nairobi evita hacer es impulsarlos en las redes sociales.
Como todas las mujeres adictas a la tecnología en Kenia, esta aguerrida legisladora no ha quedado al margen del ciberacoso.
Shebesh ha soportado ataques degradantes sugiriendo que es una feminista “no adecuada para el liderazgo”, y también ha recibido comentarios llenos de insinuaciones sexuales en las redes sociales.
La oficina del director de Juicios Públicos de Kenia reconoce que las mujeres que son víctimas de ciberdelitos y acoso rara vez denuncian sus casos.
“La ciberdelincuencia (y el acoso) está tomando por objetivo a todos. Yo soy una política y sé que nos toman por objetivo, y es por eso que me mantengo fuera de las redes sociales”, dijo a IPS.
Según la Red de Kenia para la Acción por las Tecnologías de la Información y la Comunicación (KICTANet) el ciberdelito y el acoso digital contra las mujeres va en aumento en Kenia. La red está integrada por personas e instituciones vinculadas con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
La KICTANet señaló que esto involucra incidentes de acecho por Internet, acoso sexual, persistentes mensajes de texto abusivos, tráfico sexual y comentarios humillantes que refuerzan los estereotipos de género.
También hubo casos de sabotaje profesional, robo de identidad, fotografías y videos íntimos, que después fueron usados para chantajear a mujeres.
“Estos hechos van de la mano con la falta de conocimiento de los riesgos en las redes por parte de mujeres y niñas”, planteó el informe “Women and Cybercrime: The Dark Side of ICTs” (Mujeres y ciberdelito: El lado oscuro de las TIC), difundido por la red en abril de 2013.[related_articles]
Esta nación de África oriental carece de una legislación que controle el ciberdelito. El año pasado, el Business Daily Africa informó que la ciberseguridad del país era una de las más bajas del mundo.
Añadió que los expertos eran capaces de “interceptar tráfico de voces (a través de teléfonos celulares) y de obtener claves secretas temporarias para algunos suscriptores, revelando el alto nivel de exposición”.
Actualmente, las leyes de Kenia no castigan eficazmente los ciberdelitos y el discurso de odio a través de Internet. Es por esto que el Comité Directivo del Foro de Gobernanza de Kenia impulsa la aprobación del proyecto de ley sobre Ciberdelitos y Delitos Relacionados con Computadoras. El proyecto se presentará al parlamento en marzo.
La presidenta del Comité, Alice Munyua, dijo a IPS que se prevé que la legislación proteja a todos los keniatas, pero que es necesario proteger específicamente a las mujeres de los ciberataques.
“El ciberdelito afecta a las mujeres de modo diferente. El proyecto sobre ciberseguridad debería tener unas pocas cláusulas que aborden específicamente cómo afecta la ciberdelincuencia a la población femenina”, planteó Munyua.
Sin embargo, no todos están convencidos de que Kenia puede aprobar esta legislación. La Comisión de Comunicaciones de Kenia, agencia encargada de redactar el proyecto, se niega a compartir detalles de la legislación con el público.
Además, la Asociación Internacional de Mujeres en Radio y Televisión (IAWRT) cree que Kenia debería primero participar en las negociaciones para establecer la Convención de la Unión Africana sobre Ciberseguridad, que cubre asuntos de transacciones electrónicas, protección de datos personales y combate al ciberdelito.
Según la IAWRT, una vez que los países africanos se conviertan en signatarios de la Convención, estarán obligados por el derecho internacional a implementar su propia legislación.
“Se espera que la Convención sirva como proyecto y que guíe a los países para que desarrollen legislaciones sobre ciberseguridad”, dijo a IPS el vicepresidente de la IAWRT, Grace Githaiga.
Githaiga señaló que originalmente se buscó firmar la Convención este mes, pero que el proceso se postergó hasta junio por el caso contra los gobernantes de Kenia en la Corte Penal Internacional (CPI).
El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, y el vicepresidente, William Ruto, están acusados por la CPI de crímenes contra la humanidad que tuvieron lugar durante las disputadas elecciones de 2007. El juicio de Ruto ya está en marcha, mientras que el de Kenyatta se ha postergado.
Sin embargo, el Servicio de Policía de Kenia insiste en que la ciberviolencia contra las mujeres se clasifica como un delito grave.
“Los funcionarios han sido entrenados en ciberinvestigación en el Departamento de Investigaciones Penales, y están bien equipados para manejar esos casos”, dijo Marcela Wanjiru Andaje, superintendenta de la policía a cargo de los controles comunitarios, protección de género e infancia, en entrevista con IPS.
Sin embargo, la oficina keniata del director de juicios públicos reconoció que las mujeres que son víctimas de ciberdelitos y acoso muy rara vez reportan sus casos. La oficina recibe más casos de pornografía infantil que de ciberdelito e intimidación contra mujeres.
Shebesh cree que agencias del gobierno como la Comisión de Comunicaciones de Kenia y el Servicio de Policía pueden contener fácilmente este delito emergente. Pero, dijo, el proceso de buscar justicia lleva demasiado tiempo.
“Actualmente, si quiere atrapar a alguien que ha abusado de usted a través de las redes sociales, puede hacerlo. Pero tiene que pasar por un proceso que es demasiado complicado para las keniatas comunes, así que generalmente lo abandonan”, dijo Shebesh.