La negociación de una zona de libre comercio entre las dos mayores economías africanas, Sudáfrica y Nigeria, si la hay, tendría un poderoso efecto en los intercambios en el sur del continente y obligaría a otros países a actuar en consecuencia.
“Traería beneficios económicos sustanciales para ambas partes en términos de exportaciones, inversiones, mejor competencia y, por último, productividad”, dijo a IPS el investigador Peter Draper, del Instituto de Asuntos Internacionales de Sudáfrica.
Los dos países comenzaron un acuerdo de cooperación informal.
Con motivo de la visita del presidente nigeriano Goodluck Jonathan a Sudáfrica, en mayo, el ministro de Industria y comercio sudafricano Rob Davies anunció el compromiso de su país de ayudar a Nigeria, la nación más poblada de África, a convertir el rubro automovilístico en un sector emblemático.
Pero a algunos especialistas les preocupa que una zona de libre comercio beneficie solo a los sudafricanos, quienes tienen un sector manufacturero desarrollado, a expensas de Nigeria, menos industrializada.
“Eso no es decir que Sudáfrica no está predispuesta, sino más bien sugerir que mientras haya voluntad política detrás de esa idea, sería favorable a un acuerdo comercial limitado y no a uno exhaustivo”, precisó Draper.
El empresario R. J. van Spaandonk, residente en Johannesburgo, tiene licencia para importar computadoras Apple, teléfonos, tabletas y otros productos a ambos países.
[related_articles]Van Spaandonk dijo a IPS que un área de libre comercio es una señal muy positiva, pues ambos gobiernos parecen acercarse cada vez más.
“Pero en la práctica, los beneficios pueden ser limitados. Muchas empresas sudafricanas operan en Nigeria a través de entidades que no son de Sudáfrica, así que no está claro si podrían considerarse beneficiarias de un área de libre comercio”, puntualizó.
“Aplaudiría una mayor transparencia en lo que respecta a las normas y regulaciones que se aplican, en términos de restricciones de importaciones, certificación de productos, visas, etcétera, y un procesamiento y una ejecución más rápida. En ambas partes, probablemente”, indicó.
Jabu Mabuza, presidente de Business Unity South Africa, dijo que hay un gran potencial para que haya relaciones más estrechas entre ambos países, pero añadió que necesitaría más tiempo para decidir si un área de libre comercio es el mejor enfoque, o no.
“Personalmente aplaudo el acercamiento y el reinicio de las relaciones entre los dos países”, apuntó.
“Si podemos tener relaciones que sean social y políticamente provechosas, debemos hacer todo lo que sea necesario”, añadió.
Pero Dianna Games, directora ejecutiva de la consultora “africa @ work” dijo a IPS que cree que hay suficiente comercio, actual y futuro, entre los dos países como para pensar en un área de libre comercio. Aunque le preocupa la falta de intercambios comerciales de producto no petroleros entre Nigeria y Sudáfrica.
“El sector manufacturero en ese país (Nigeria) todavía está en una etapa incipiente, en parte debido a la grave escasez de energía”, explicó.
“Aunque Nigeria es el principal proveedor de crudo de Sudáfrica, casi no hay comercio no petrolero”, añadió.
El Servicio de Impuestos de Sudáfrica informó que en el primer trimestre de 2012, las exportaciones de Nigeria al mercado sudafricano ascendieron a 750 millones de dólares, con 740 millones compuestos de productos minerales, principalmente petróleo.
En el mismo periodo, las exportaciones sudafricanas a Nigeria fueron de 150 millones de dólares.
“El mercado nigeriano es enorme y está desatendido, por lo que cualquiera sea su capacidad, fácilmente se la traga el mercado local, con algún intercambio hacia la región de África occidental. No hay nada que sugiera que Sudáfrica será un mercado de elección para los productos y servicios nigerianos en los próximos tiempos”, añadió.
La misma alerta realizó Foluso Phillips, presidente de Phillips Consulting, con sede en Lagos.
“Sudáfrica tiene mucho para ofrecer a Nigeria, pero hubo un problema de actitud y de falta de confianza, así como objetivos divergentes de ambas partes”, precisó.
“Sin embargo debe haber un fuerte espíritu ganador, pues el registro de seguimiento y la percepción hace que todo parezca favorecer a Sudáfrica”, añadió.
Cualquier acuerdo entre ambos países debe basarse en una transferencia de tecnología real y de valor para Nigeria.
Insistió en que es necesario concentrarse en llevar valor a Nigeria y no en convertir a su país en un depósito de productos sudafricanos si las fronteras se van a abrir a las exportaciones de Sudáfrica.
“Nigeria no puede seguir financiando importaciones pagándolas con el petróleo, así que si la proposición de valor de Sudáfrica se predica sobre insumos locales, pero de propiedad conjunta, entonces habría un ganador”, añadió.
Games observó que existe el reconocimiento de la importancia mutua de ambos países y para el continente, en general, pero Nigeria necesitará convencerse de los beneficios para su mercado.
“Tal medida tiene consecuencias positivas en lo que respecta a la asistencia de Sudáfrica a las compañías nigerianas para que construyan escala y capacidad industrial”, añadió.
“La discusión sobre desarrollar vínculos entre Sudáfrica y Nigeria en la industria automotriz (lo que ocurrió durante la visita de Jonathan) es un ejemplo de algo que podría replicarse en otros sectores”, remarcó.
También cree que, simbólicamente, sería importante subrayar un mayor grado de cooperación entre los dos países, pues, según ella, los dos son estados pivote en África, tanto económica como políticamente.
“El éxito económico de cada uno es importante no solo para sus respectivos territorios, sino también para el desarrollo mayor del continente, y si un área de libre comercio resultara aceptable desde el punto de vista político, no solo para los dirigentes sino para otros actores empresariales, ayudaría a cimentar los lazos entre ambos países”, concluyó.
Por su parte, Draper dijo que si Nigeria y Sudáfrica invitaran a sus vecinos regionales a las negociaciones, eso “podría tener un efecto enorme, al liberar la competencia incorporando a África meridional y occidental. Dominar esto sería, cuando menos, un desafío”, añadió.