Nicolás Maduro fue reconocido como presidente electo de Venezuela por la cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) convocada de urgencia en la capital peruana para analizar la situación de ese país, donde la paridad de los resultados electorales generó una fuerte tensión social y política.
Pasada la una de la madrugada de este viernes 19 y tras un debate de casi tres horas a puertas cerradas, el presidente de Perú, Ollanta Humala, dio a conocer la declaración de respaldo del bloque a las autoridades electorales venezolanas que declararon ganador de los comicios del domingo 14 al izquierdista Maduro.
Humala saludó públicamente al heredero político de Hugo Chávez (1954- 2013), quien se presentó a su lado sonriente y con una expresión de evidente alivio. Este viernes asumirá el cargo en Caracas.
"Con este acuerdo de consenso queremos expresar la posición de Unasur de que siempre estaremos en la tarea de acompañar, fortalecer y cooperar en los procesos por el fortalecimiento de la democracia que hoy vivimos en la región de Sudamérica", expresó Humala.
"La idea y el espíritu de Unasur es contribuir y cooperar para la solución de los problemas que puedan afectar la democracia", añadió.
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A continuación, una funcionaria de la Presidencia de Perú leyó la declaración de la cumbre en la que en su punto segundo indica que la Unasur "insta a todos los sectores que participaron en el proceso electoral (venezolano) a respetar los resultados oficiales de la elección presidencial emanados del Consejo Nacional Electoral (CNE), autoridad competente en la materia".
A la reunión encabezada por el presidente anfitrión Humala asistieron sus pares Cristina Fernández, de Argentina, Evo Morales, de Bolivia, Dilma Rousseff, de Brasil, Sebastián Piñera, de Chile, Juan Manuel Santos, de Colombia, José Mujica, de Uruguay, y el propio Maduro, en su calidad de mandatario encargado de Venezuela.
También participaron el vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, en representación del presidente Rafael Correa, de gira por Europa, y el embajador de Suriname, Marlon Faisal Mohamed-Hoesein. El único miembro activo del bloque que no estuvo presente fue Guyana, mientras Paraguay continúa suspendido desde el derrocamiento en junio de 2012 del presidente Fernando Lugo por decisión del parlamento.
El presidente de la comisión parlamentaria de Relaciones Exteriores de Perú, Víctor Andrés García Belaúnde, de la opositora Acción Popular, consideró de enorme importancia la cumbre de emergencia de la Unasur, debido a la situación de confrontación política en Venezuela.
"El caso de Venezuela no es similar a lo de Honduras (donde el presidente Manuel Zelaya fue derrocado en 2009) o Paraguay. Venezuela es la cuarta economía de América Latina y además es miembro y promotor de la Unasur y esta decisión del bloque repercutirá en todo el continente sino en el mundo", señaló García Belaúnde a IPS.
El tercer punto del acta de Lima es una ampliación del anterior: el bloque "ratifica en la línea de lo señalado en la Declaración de la Misión Electoral de Unasur a Venezuela del 15 de abril último, que todo reclamo, cuestionamiento o procedimiento extraordinario que solicite alguno de los participantes del proceso electoral deberá ser canalizado o resuelto dentro del ordenamiento jurídico vigente y la voluntad democrática de las partes".
"En tal sentido, toma nota positiva de la decisión del CNE de implementar una metodología que permita la auditoría total de las mesas electorales", añade, en referencia a la decisión de esa autoridad, que aceptó verificar el 46 por ciento de las cajas de votación y que no fueron auditadas el día de la elección, cuando se auditó el 56 por ciento, pero no un nuevo escrutinio, como reclamaba el candidato opositor, Henrique Capriles.
Esa resolución, que según el CNE es lo único legalmente previsto en el Reglamento de la Ley sobre Procesos Electorales, fue aceptada por Capriles, quien sostuvo que "con esto estamos donde queremos".
El líder opositor venezolano, que quedó a menos de dos por ciento de los votos obtenidos por el ganador, finalmente no concurrió a Lima como se había especulado en horas previas.
En el cuarto punto del acuerdo, la Unasur "hace un llamado a deponer toda actitud o acto de violencia que ponga en riesgo la paz social del país y expresa su solidaridad con los heridos y las familias de las víctimas fatales del 15 de abril del 2013. Invoca, asimismo, al diálogo y a contribuir a preservar un clima de tolerancia en beneficio de todo el pueblo venezolano".
Al término de la lectura del acta, Maduro levantó el puño derecho en señal de victoria y se golpeó el pecho en demostración de triunfo.
Mientras se desarrollaba la conferencia, en las afueras de la sede presidencial se congregaron algunos venezolanos para protestar golpeando cacerolas y portando pancartas de rechazo a la presencia del mandatario electo, pero fueron acallados por un mayor número de simpatizantes chavistas peruanos.
Cuando el cónclave de Unasur se encontraba en pleno proceso, el Congreso legislativo peruano votaba favorablemente el pedido de autorización del presidente Humala para asistir a la asunción de mando de Maduro, con la tenaz resistencia de la oposición, que argumentó la necesidad de que primero se esclarecieran los resultados electorales.
García Belaúnde opinó en el debate parlamentario que no era recomendable que Humala viajara a Venezuela porque "es riesgoso transmitir una señal de respaldo a un acto que ha sido muy cuestionado".
"Pero no tendría inconveniente de asistir a la ceremonia si Venezuela acepta una auditoría de las computadoras y un recuento de votos, y si cesa la persecución a los líderes de la oposición. Si todo eso se produce, no tendría inconveniente de votar a favor", dijo a IPS antes de que se conociera la decisión del CNE de completar 100 por ciento de la auditoría de las cajas con los comprobantes de votación. Luego destacó la cumbre de la Unasur y avaló el viaje.
Para el legislador Freddy Otárola Peñaranda, del gobernante Partido Nacionalista e integrante de la comisión de Relaciones Exteriores, la decisión de Unasur encaja con el principio fundamental de que cada país debe resolver sus problemas domésticos.
"Con esa resolución, la Unasur ayuda a los hermanos venezolanos a encontrar soluciones pacíficas a sus problemas bajo un solo principio: el respeto a la autodeterminación de los pueblos", dijo a IPS.
"Los asuntos internos venezolanos tienen que arreglarlos ellos, sin injerencia de nadie", añadió.
Para el internacionalista Farid Kahhat, profesor de la Pontificia Universidad Católica, después de que el CNE venezolano aceptó la auditoría de las cajas electorales ya no tenía sentido un pronunciamiento de Unasur.
Sin embargo, señaló a IPS, es trascendente que el bloque pida un diálogo con la oposición, que no solo avale la elección de Maduro.