Cuando sangra Gaza, sangran todos los palestinos

Decenas de tanques israelíes se dirigían al sur el domingo 18 por la carretera 6. Estampados con la estrella de David, letras en hebreo y banderas israelíes, la imagen dejó a muchos pensando que este país prepara una ofensiva terrestre de gran escala contra el territorio palestino de Gaza.

"Todos los días veo tanques", dijo Mohammad Eghbariya a IPS. "Me duele porque sé que van a matar niños", añadió el joven de 20 años que trabaja en una tienda de computadoras en UmmAl-Fahm, una localidad palestina en el triángulo norte de Israel.

En tanto que ciudadano de Israel, Eghbariya dice que le duele la muerte de civiles israelíes en ataques con cohetes, pero él es palestino y solidario con el pueblo gazatí.

"Estamos con ellos, los apoyamos. Estamos relacionados en tanto que palestinos", dijo Eghbariya, mientras en la pantalla de la computadora de al lado el Canal 2 de Israel pasa imágenes de la guerra con locución en hebreo. "Pero por supuesto, va a empeorar. Será peor por el orgullo de ambos bandos", se lamentó.

El miércoles 14, Israel asesinó a Ahmed Jabari, jefe del ala militar de Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica), en la ciudad de Gaza, seguido de un ataque aéreo contra el sitiado enclave palestino. Las bombas golpearon 1.350 objetivos en la franja de 40 kilómetros de largo y 14 de ancho, según el ejército israelí.
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Al menos 90 palestinos murieron y varios más quedaron heridos en menos de una semana de violencia.

Hamás, que controla la franja de Gaza desde 2007, declaró que con la muerte de Jabari "se habrían las puertas del infierno" para Israel. Combatientes palestinos dispararon cientos de cohetes desde ese territorio contra ciudades israelíes, algunos de los cuales impactaron en objetivos tan lejanos como Tel Aviv y Jerusalén, y dejaron tres israelíes muertos.

"La disuasión siempre es muy importante en los cálculos de Israel", sostuvo el analista de política de Medio Oriente, Nathan Krall, del Grupo Internacional de Crisis (ICG, por sus siglas en inglés).

"Siempre se ve a sí mismo como un pequeño país con muchísimos enemigos que lo superan en cantidad, y por eso necesita que lo consideren fuerte", dijo a IPS en Jerusalén, explicando la posibilidad de una escalada de violencia.

La población palestina de Israel se movilizó contra la posible intensificación de los ataques contra Gaza mediante manifestaciones en distintas partes del territorio palestino de Cisjodania, en Jerusalén y otras ciudades israelíes.

"Estamos aquí para protestar contra la agresión israelí y la guerra contra Gaza", dijo Said Suidan, de 23 años, quien estaba entre las 40 personas que manifestaron el domingo 18 en Haifa, la mayor ciudad del norte de Israel y la tercera del país.

"Estamos aquí en solidaridad con el pueblo de Gaza y con la resistencia", añadió Suidan, estudiante de filosofía y sociología de la Universidad de Tel Aviv.

"La resistencia palestina contra las políticas israelíes adopta varias formas, balas en Gaza, piedras en Cisjordania y manifestaciones en Israel, pero es la misma lucha", explicó.

"Soy parte del pueblo palestino. Este es mi deber. Levantamos la cabeza por su fortaleza" (en Gaza), dijo Suidan a IPS.

Alrededor de 1,6 millones de palestinos son ciudadanos de Israel, que representan 20 por ciento de los habitantes de este país. Las autoridades locales suelen considerarlos una "amenaza demográfica" para el carácter judío declarado de este estado.

El canciller israelí Avigdor Lieberman llegó a sugerir transferir el control de las ciudades palestinas de Israel a la Autoridad Nacional Palestina. Una ley obliga a todos los ciudadanos a declarar su lealtad a Israel en tanto que estado "judío y democrático".

Según Jafar Farah, director de Mossawa, centro de apoyo a ciudadanos árabes de Israel, la violencia en Gaza reconstruye la solidaridad entre los palestinos que desde hace décadas están divididos geográficamente y por las circunstancias cotidianas.

En cambio, casi no hay debates entre ciudadanos palestinos y judíos de Israel sobre lo que ocurre en Gaza, observó Farah.

"La gente no habla del asunto, no habla de la situación. Si ves los medios de comunicación israelíes, los judíos hablan entre sí, nada más. No quieren escuchar la voz de la comunidad árabe, y eso también se refleja en la calle", explicó.

Muchos palestinos dudan de hablar abiertamente con IPS sobre lo que sienten en relación con la violencia en Gaza, pero la comunidad denuncia cada vez más la situación y expresa su oposición mientras continúan los bombardeos aéreos contra ese territorio palestino y aumentan los muertos.

"Adultos y niños sufren en Gaza, y Estados Unidos y el mundo son cómplices", señaló Mariam Odeh, residente de Haifa, quien participó en la protesta del domingo. "Somos un pueblo, somos palestinos. Cuando sangran en Gaza, sangramos todos", añadió.

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