«Es increíble que todavía estemos discutiendo esto», pareció ser el pensamiento que predominó entre activistas por los derechos de las mujeres y la planificación familiar, reunidos esta semana en Nueva York.
En el encuentro, celebrado el lunes 1, fue presentado un nuevo equipo de tareas de alto nivel que promoverá esfuerzos en todo el mundo hacia las metas de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (ICPD, por sus siglas en inglés).
Esa conferencia se realizó en Egipto en 1994, y concluyó con un Programa de Acción que se convirtió en documento guía para el Fondo de Población de las Naciones Unidas.
El Programa de Acción contiene cuatro metas globales: el acceso universal a la educación, la reducción de la mortalidad infantil, la disminución de la mortalidad materna y el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva.
Las metas del ICPD cumplirán 20 años en 2014, pero ninguna ha sido alcanzada hasta ahora y existe un especial rezago en la última de ellas.
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"No diría que las metas no han sido cumplidas, sino que solo se han cumplido parcialmente. Hay muchas razones para esto", matizó Gita Sen en conversación con IPS.
Sen es profesora de políticas públicas en el Instituto Indio de Administración, en Bangalore, y ha trabajado en asuntos de población por 35 años. Integra el nuevo equipo de tareas, y asistió a la conferencia de El Cairo en 1994.
"Algo nuevo en los últimos 18 años es que ahora existe un lenguaje de derechos sexuales y reproductivos, lo cual nunca había ocurrido antes", dijo Sen.
"Lo que también vemos es que este lenguaje ha asustado a algunas personas en los gobiernos, a algunos muy religiosos, a algunos conservadores, que ven esto como un juego en el que nadie gana", añadió.
"Ellos creen que si las mujeres son potenciadas, si los jóvenes obtienen autonomía y posibilidad de elegir, van a perder control sobre ellos. Esto probablemente es cierto hasta cierto grado. Pero, al final de cuentas, es mejor para todo el mundo", dijo.
Según Sen, el aumento del conservadurismo que socava las metas de la ICPD tiene su origen en Estados Unidos.
"Por ejemplo, la propagación del conservadurismo evangélico en África es financiada fuertemente por este país. Es apoyada por personas muy ricas que vuelcan millones en países muy pobres para asegurarse que la agenda de esos gobiernos margine los derechos sexuales y reproductivos, y de la igualdad de género", explicó.
"Y con tanto dinero, no sorprende que tengamos tantos problemas", agregó.
No obstante, Sen mantiene una actitud positiva. "Vamos a ganar esta lucha. No puedes ignorar a las mujeres y a los jóvenes por siempre. Esto no es el oscurantismo", afirmó.
Mucho falta por hacer. Unas 200 millones de mujeres en todo el mundo aún carecen de métodos anticonceptivos efectivos. Esto provoca 80 millones de embarazos no deseados cada año, de los cuales 40 millones terminan en abortos inseguros, muchos con riesgo de muerte para la madre.
Y, cada día, 800 mujeres mueren por complicaciones durante el parto, 99 por ciento de ellas en el Sur en desarrollo.
"Sabemos que nuestra respuesta ha sido inadecuada", dijo Ishita Chaudhry, integrante del nuevo equipo especial y líder de la organización de jóvenes TYPF en India, que trabaja en derechos sexuales y reproductivos.
Chaudhry subrayó la importancia de prohibir el matrimonio precoz para alcanzar las metas de la ICPD.
Las adolescentes obligadas a casarse antes de los 18 años son especialmente vulnerables a los embarazos no deseados y a los abusos. Actualmente hay más de 60 millones de niñas casadas en todo el mundo.
"Los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres están en el corazón del desarrollo sostenible", dijo por su parte Tarja Halonen, expresidenta de Finlandia (2000-2012) y copresidenta del nuevo equipo de tareas de alto nivel.
"El embarazo debe ser uno de los momentos más felices en nuestra vida Las niñas pagan el precio de los tabúes y de los dobles discursos", señaló.