Una nueva central eléctrica en la oriental aldea senegalesa de Kalom, alimentada con desechos agrícolas, ilumina hogares, alivia la carga doméstica de las mujeres e incluso permite que algunos de los residentes ganen dinero.
El generador de 32 kilovatios, que usa cáscaras de maní y y tallos secos de mijo como combustible, fue construido con 245.000 dólares aportados por la Sociedad Alemana para las Inversiones y el Desarrollo (DEG) y la empresa eléctrica municipal alemana Stadtwerke Mainz.
La partera del lugar, Ami Mbaye, está feliz de tener luz eléctrica en la aldea. Antes dependía de linternas para asistir un parto en la noche, pero al contar con electricidad en el centro de salud le resulta mucho más fácil atender a sus pacientes.
"No era fácil trabajar de noche. Ahora no tenemos ningún problema. Pero sí necesitamos que el gobierno instale equipamiento adicional, para poder ser más efectivas", dijo a IPS.
"Antes todos pagaban 100 francos CFA (18 centavos de dólar) por cargador para las baterías de nuestros teléfonos celulares", dijo Abdoulaye Faye, un maestro de Kalom.
[related_articles]
"Se las dábamos a un joven que las llevaba hasta el pueblo más cercano, Fatick, a más de 20 kilómetros de distancia. Luego había que esperar una semana para recuperarlos. Ahora simplemente los cargamos en casa", explicó.
Faye dijo que los residuos agrícolas que antes descartaban ahora se han vuelto una fuente de ingresos. "Pagan por lo menos 125 francos CFA (23 centavos de dólar) por kilogramo, dependiendo de la calidad del desecho, así que su recolección mantiene a la gente ocupada, especialmente a los jóvenes. A veces yo también lo hago", señaló.
Almami NDiaye, quien administra la planta, dijo que, para empezar, generará apenas 15 por ciento de su capacidad total.
"Para iluminar la aldea durante una semana, necesitamos tres toneladas de cáscaras y broza de mijo. No nos falta combustible porque los aldeanos tienen el hábito de guardar estos residuos" luego de la cosecha, dijo a IPS.
François Sène, un agricultor de la aldea, declaró a IPS que, desde que empezó a funcionar la central, él y su familia salen cada día a buscar combustible para la planta.
"Se puede ganar 5.000 francos CFA (9,50 dólares) por día. Así que después de que terminamos en nuestro establecimiento, salgo con mis dos esposas y mis cinco hijos para ver qué desechos agrícolas podemos encontrar. Es una bendición ganar un poco de dinero de este modo", expresó.
Wolla Ndiaye, senador y habitante de la aldea, dijo que cada casa paga lo que consume, dependiendo de la cantidad de bombillas y elecrodomésticos que use, y el precio por kilovatio/hora es de 250 francos CFA (47 centavos de dólar).
"Los 115 terrenos de los 1.300 habitantes de la aldea están conectados a la red eléctrica, exceptuando tres casas que todavía están en construcción. Y más de 80 por ciento de la energía generada (todavía) no se usa", agregó.
Pero Ndiaye explicó que, para cubrir los costos operativos mensuales de la planta -que varían entre 95 y 115 dólares- será importante que las otras 15 aldeas del área se conecten a la central eléctrica.
Durante una visita a Kalom, el ministro de Energía y Minería, Aly Ngouille Ndiaye, prometió encargarse de iluminar las aldeas vecinas a través de la Agencia Senegalesa de Electrificación Rural.
"Ustedes tienen derecho a disfrutar de la electricidad como quienes viven en la ciudad. Pero además, al ser yo mismo una persona con raíces rurales, sé que la falta de electricidad puede obstaculizar el desarrollo", expresó.
Según Alioune Diouf, del Programa Nacional de Biogás del Ministerio de Energía, el gobierno inició este plan en 2006, con el objetivo de garantizar a los hogares periurbanos y rurales el suministro sostenible de energía para iluminiarse y cocinar.
"También se lanzaron proyectos de generación de energía con desechos en 2008 en las regiones de Kaolack, Fatick, Ziguinchor y Kolda", dijo Diouf.
En esas regiones, ubicadas en el occidente y el sur del país, se instalaron 325 biodigestores entre junio de 2010 y mediados de este año, expresó a IPS.
"Prevemos (construir) alrededor de 8.000 de aquí a 2013", dijo Diouf.