Pakistán quiere enganchar a los hombres en control natal

«Sin bisturí ni puntos ni hospitalización», garantiza el médico Ghulam Shabbir Sudhayao, explicando la vasectomía, el procedimiento quirúrgico que es el método de control de la natalidad menos conocido en el mundo.

"La gente confunde vasectomía con castración (remoción quirúrgica de los testículos) y eso los asusta", dijo a IPS ese médico que trabaja para el Departamento de Bienestar de la Población.

La vasectomía es una intervención menor que liga los conductos por donde pasa el esperma. El propio Sudhayao recurrió a este método cuando decidió que su familia estaba completa.

"Teníamos dos hijas y queríamos un varón, la tercera vez mi esposa dio a luz mellizos", dijo a IPS.

"A diferencia de la vasectomía, la ligadura de trompas (en la mujer) es una operación quirúrgica compleja y se realiza con anestesia general", explicó Sudhayao, sobre por qué su esposa no recurrió a ese procedimiento.
[related_articles]
El médico dijo que en los últimos 20 años realizó más de 6.000 de estas intervenciones de "10 minutos" y con anestesia local.

Pero Sudhayao está desanimado, pues los 2.000 trabajadores sociales del departamento no pueden cumplir sus cuotas.

"No conseguimos más de 80 o 90 pacientes al mes, pese a que la operación es gratuita y cada uno se lleva 500 rupias (unos cinco dólares) para alimentación, y el que presente un interesado se puede llevar 1,59 dólares de incentivo", indicó.

En las últimas dos décadas, Sudhayao capacitó a 18 médicos para realizar este sencilla operación, pero muy pocos están interesados en promoverla.

"Pese a haber sido capacitados para difundir el mensaje, dicen que temen al ridículo. Para popularizar el método, necesitamos medios electrónicos, la forma más rápida de hacerlo", apuntó.

Resulta interesante que sean los hombres de los sectores económicos más bajos los que se den cuenta más rápido de los beneficios de este procedimiento.

Syed Jeal Shah, de 42 años, profesor de biología en una escuela estatal de Khairpur, se hizo una vasectomía después de tener 10 hijos. "La situación se estaba yendo de las manos. No podíamos alimentar tantas bocas con mi magro salario", explicó.

Aunque la operación fue hace ocho años, sigue siendo motivo de burla entre sus amigos. "Dicen que la planificación es un problema de las mujeres", explicó Shah.

"Los hombres no creen que sea un problema de ellos", coincidió Sherhshah Syed, expresidente de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Pakistán y actual presidente del Foro Nacional de Salud de las Mujeres.

Syed explicó que se asocia la vasectomía con la impotencia. Es un asunto vergonzoso para los hombres, quienes suelen recurrir a los clérigos, la mayoría de los cuales se oponen al control de la natalidad.

Como la población de Pakistán aumenta con rapidez y los métodos de planificación familiar enfocados en las mujeres fracasan, los expertos tratan de promover la vasectomía como método de control de la natalidad.

La población de Pakistán es de 180 millones de habitantes, y con un promedio de cuatro hijos por mujeres, las proyecciones indican que este país podrá tener más de 450 millones de habitantes en 2050.

Estudios de Soluciones de Investigación y Desarrollo, en colaboración con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), muestran que seis millones de parejas pakistaníes necesitan, cada año, anticonceptivos. El sector público solo cubre a 33 por ciento de ellas.

Ayesha Jan, quien dirige esa institución con sede en Islamabad, dijo a IPS que "53 por ciento de esas parejas compran métodos de planificación familiar, en tanto 14 por ciento las reciben de organizaciones no gubernamentales".

Las pakistaníes piensan en métodos de planificación familiar después de haber tenido cinco o más hijos, según el Population Reference Bureau, con sede en Washington, dedicado a investigar tendencias sobre poblaciones.

"Las mujeres suelen tener la presión de tener familias numerosas para mejorar su posición social y garantizar su supervivencia económica", indicó Tewodros Melesse, director general de la Fundación Internacional de Paternidad Planificada (http://www.ippf.org/).

"En muchos países, las muchachas se casan muy jóvenes, se embarazan pronto y abandonan la escuela para ocuparse de su familia", dijo Melesse a IPS.

En Pakistán, solo 22 por ciento de las mujeres casadas en edad de concebir usan métodos anticonceptivos.

El demógrafo Farid Midhet, fundador de la Alianza Maternidad Segura, sostiene que el "analfabetismo, en especial de las mujeres" y la mala gobernanza son las dos principales razones de que los programas de planificación familiar nunca funcionen en este país.

"El uso de anticonceptivos forma parte de una cultura educada y progresista en la que las mujeres tienen cierta autonomía", dijo a IPS.

A lo largo de los años, el énfasis y la presión para disminuir la cantidad de nacimientos recayeron sobre las mujeres, la mayoría de las cuales son analfabetas y sin poder de decisión respecto del tamaño de la familia.

"La cantidad de esterilizaciones masculinas (0,33 por ciento de todos los métodos de planificación familiar) y el uso de condones reflejan un desequilibrio de género, las mujeres soportan una desproporcionada carga en lo que respecta al" control de la natalidad, indicó Melesse.

"Tenemos que involucrar a los hombres como pacientes, socios y agentes de cambio en el programa de salud reproductiva y sexual de Pakistán", insistió.

"Prohibiciones religiosas y la oposición de los maridos son las principales razones identificadas para la falta de uso de anticonceptivos en Pakistán, por lo que necesitamos acercarnos a los líderes religiosos", apuntó Melesse.

Abdul Ghaffar Khosa, de 55 años, enseña en una madrasa (escuela islámica) en Nawabshah, en la provincia de Sindh, y dice que hay distintas escuelas de pensamiento en el Islam respecto de la planificación familiar. Pese a ser un tema controvertido, él dio el ejemplo realizándose una vasectomía hace ocho años.

Pero lo hizo después de haber tenido 22 hijos con dos esposas. "Entre los embarazos, ambas tuvieron pérdidas y se fueron debilitando. Me dio miedo perderlas", confesó.

Kohsa esperó tres años para estar seguro de que el procedimiento no había alterado sus funciones sexuales antes de recomendarlo a sus amigos y parientes. Incluso sugirió el doctor Sudhayao a varios clérigos.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe