Manejo local salvará a los corales y los peces

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Se necesita apenas una aldea para proteger un arrecife de coral y mantener las reservas de peces, según demuestran más de dos décadas de experiencia.

Por otra parte, gobiernos bien intencionados pueden hacer más daño que bien, concluyeron expertos reunidos en el XII Simposio Internacional sobre Arrecifes de Coral, que finalizó este viernes 13 en esta nororiental ciudad australiana.

"Las primeras áreas marinas administradas localmente duplicaron la biomasa (cantidad y tamaño) de peces en apenas unos años", destacó Alan White, de la Iniciativa Global Marina y de Conservación de la Naturaleza, con sede en Hawaii.

Las primeras áreas de esta clase fueron creadas en Filipinas en los años 80. La comunidad local estableció una zona de exclusión de pesca de apenas 15 hectáreas, y la biomasa de peces se duplicó en unos cuatro años, dijo White a IPS. Todo fue hecho sin participación del gobierno.

"Una vez que la comunidad ve los beneficios, sigue adelante y la idea se propaga", señaló.

Hasta ahora, el manejo de los recursos pesqueros ha estado demasiado controlado por el gobierno, sostuvo Helene Marsh, profesora de ciencias ambientales de la australiana Universidad James Cook.

Incluso en Australia, los pescadores quieren estar más involucrados en la administración, dijo a IPS.

"Antes de que surgieran las áreas administradas localmente en los años 80, las capturas iban en caída, y los pescadores, desesperados, usaban dinamita para obtener los últimos peces remanentes", dijo Jovelyn Cleofe, coordinadora nacional en Filipinas de la Red de Áreas Marinas Administradas Localmente.

Ahora hay más de 1.000 áreas de manejo local en ese país asiático. Las zonas de exclusión de pesca son bastante pequeñas, de entre 10 y 20 hectáreas, pero la cantidad de peces aumentó, la diversidad de las especies se ha duplicado y la salud de los corales mejorado.

Algo también importante es que los ingresos de los pescadores se incrementaron, ya que estos tienen más capturas con menos esfuerzo. En algunos casos ganan dinero adicional con el turismo, señaló Cleofe.

Por otra parte, la ciencia ha demostrado que las áreas protegidas también proveen de peces a zonas cercanas.

Luego de que los peces incuban sus huevos, las microscópicas larvas son llevadas por las corrientes del océano, y es extremadamente difícil saber dónde puede terminar, explicó Geoff Jones, del Centro ARC de Excelencia para Estudios de Arrecifes de Coral, de la Universidad James Cook.

Jones y sus colegas tomaron muestras de ADN de miles de peces adultos dentro de las áreas protegidas en la Gran Barrera de Coral de Australia. Luego fueron a buscar crías de peces donde estaba permitida la pesca, para ver si coincidía la información genética.

Los expertos encontraron más coincidencias de las que esperaban, de hasta 70 por ciento en algunas áreas, lo que significaba que la mayoría de las crías procedían de zonas protegidas.

"Ahora tenemos pruebas de que al menos 50 por ciento de las crías de peces, incluso algunas de hasta 20 kilómetros de distancia, proceden de áreas protegidas", dijo Jones a IPS.

Las áreas administradas localmente son una gran estrategia, y el concepto se ha expandido rápidamente, destacó la directora de programas en Fiji de la Sociedad para la Conservación de la Naturaleza, Stacy Jupiter. "La ciencia también nos dice que son los peces grandes los que depositan mayor cantidad de huevos".

Pero las áreas funcionan efectivamente solo cuando las comunidades tienen pleno control sobre el acceso a las reservas pesqueras y a los corales, indicó Júpiter. Es importante que todos cumplan con estas reglas, subrayó.

Cuando las decisiones las toman las comunidades, es más probable que se tengan en cuenta las necesidades de las futuras generaciones, dijo por su parte Andrew Wayne, miembro del Congreso Nacional de Palau y presidente del departamento de áreas protegidas de ese país del océano Pacífico, con 20.000 habitantes.

Cuando el control es ejercido completamente por el gobierno, como en el caso de la isla de Guam, también en el Pacífico, perteneciente a Estados Unidos, los arrecifes comienzan a declinar, dijo Wayne a IPS.

"Es importante que todos en la comunidad y en los barrios cercanos sean informados sobre las reglas de las áreas administradas localmente. También se necesita una efectiva aplicación de las reglas", subrayó.

La educación también es crucial. "Estamos trabajando con niños y niñas para enseñarles que amen sus arrecifes, y esto facilitará las cosas para el futuro", afirmó Wayne.

Los jefes tradicionales de Palau habitualmente prohíben la pesca en un área cuando las reservas de peces disminuyen. Estas órdenes todavía se respetan, pero a veces entran en conflicto con la moderna democracia en el país, dijo el científico.

Además, crece la tendencia occidental de pensar en el beneficio individual antes que en el comunitario, añadió.

"Si la comunidad local siente que es dueña de los recursos y que siempre lo será, hará una diferencia", sostuvo.

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