Ghana dio un paso importante para reducir la mortalidad de los menores de cinco años, al convertirse en el primer país africano que introduce dos nuevas vacunas contra el rotavirus y la enfermedad neumocócica. Pero esto no es suficiente.
Un funcionario del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en este país del occidente africano dijo que esta medida no alcanzará para cumplir el cuarto de los ocho Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio, que se propone reducir dos tercios la mortalidad de menores de cinco años para 2015, tomando como base los indicadores de 1990.
Actualmente, 80 de cada 1.000 niños y niñas no pasan de los cinco años de vida en Ghana.
Según Unicef, Somalia tiene la mayor proporción de mortalidad de bebés, con 180 fallecimientos por cada 1.000 nacimientos de niños vivos.
A fin de lograr la cuarta meta del milenio, Ghana deberá reducir la mortalidad de menores de cinco años a 40 muertes por cada 1.000.
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"Ghana está haciendo mucho, pero no creo que sea suficiente", dijo Anirban Chatterjee, jefe de salud y nutrición de Unicef en este país.
Así se refirió Chatterjee a los esfuerzos de este país con las nuevas vacunas, y a la campaña del Servicio de Salud para educar a las madres en materia nutricional.
El rotavirus y la enfermedad neumocócica son las principales causas de diarrea y neumonía entre los pequeños de Ghana. Combinados, estos dos males representan cerca de 25 por ciento de las muertes de menores de cinco años, quedando detrás solo del paludismo o malaria.
Las dos vacunas se inoculan actualmente a bebés menores de cuatro meses. La medida se implementa en todo el país y en hospitales específicos en Accra.
La Alianza GAVI, una asociación público-privada mundial dedicada a la salud, ha ayudado a financiar las vacunas, que estarán disponibles gratuitamente para todos los niños de Ghana.
Se espera que más de 400.000 niños y niñas en este país de 25 millones de habitantes sean inmunizados contra ambas enfermedades.
Se prevé que las dos nuevas vacunas prevengan 12.000 muertes relacionadas con la neumonía y otras 10.000 vinculadas a la diarrea, dijo Antwi Adjei, titular del programa expandido de inmunización en el Servicio de Salud de Ghana.
El ministro de Salud, Alban S. K. Bagbin, señaló en un comunicado de prensa, emitido el 26 de abril, que las nuevas vacunas darían al país el impulso extra necesario para cumplir el cuarto objetivo del milenio.
Pero para Unicef, los esfuerzos por mejorar la salud nutricional de los niños y por brindarles vacunas tienen que ocurrir en simultáneo, para reducir la mortalidad de los menores de cinco años.
Según Chatterjee, la desnutrición puede a veces duplicar o triplicar las posibilidades de morir por una enfermedad como diarrea o neumonía.
"Los niños desnutridos son más susceptibles a contraer la enfermedad, a tener formas severas de la enfermedad, y también a morir a causa de la misma", dijo.
Que durante sus primeros seis meses de vida el bebé se alimente exclusivamente de la leche materna es una manera de prevenir la desnutrición en ese periodo crucial.
Unicef pomueve la lactancia porque también ayuda a crear inmunidad contra enfermedades que pueden ser mortales, como la neumonía y la diarrea.
En Ghana, 63 por ciento de los niños se alimentan únicamente de la leche materna en ese periodo, lo que es relativamente alto en comparación con otros países en desarrollo.
Sin embargo, muchas mujeres no dan de mamar a sus hijos porque no son conscientes de los beneficios que esto conlleva, o porque trabajan en un entorno, como el sector informal, donde es difícil hacerlo.
Según Adjei, el Servicio de Salud de Ghana cuenta con una cooperación regular entre departamentos como los de vacunaciones y nutrición. Los varios departamentos de la entidad actualmente coinciden en la Semana de Promoción de la Salud Infantil para desarrollar nuevas estrategias y programas vinculados a su cometido.
Un gran desafío para el Servicio será llegar a todos los niños y niñas con las vacunas contra el rotavirus y el neumococo. Alrededor de 87 por ciento de los menores de un año en Ghana han sido inmunizados contra la tuberculosis, la poliomielitis, el tétanos, la hepatitis B, el sarampión y otras enfermedades. Pero llegar al restante 13 por ciento resulta difícil.
"Donde sea que esté una persona, tenemos la responsabilidad de llegar a ella y vacunarla. Y los altos costos también vuelven esto cada vez más difícil", dijo Adjei.
Por ejemplo, a algunas comunidades aisladas ubicadas en torno al lago Volta, en el centro del país, solo se puede llegar en bote. Al Servicio de Salud le cuesta mucho más caro hacerse presente en estas pequeñas comunidades que cubrir a las poblaciones urbanas.
Una pequeña cantidad de ghaneses no se vacuna debido a creencias religiosas o tradicionales.
Según Adjei, el dialecto local twi tiene una sola palabra para designar "medicina", y no diferencia entre vacunas preventivas y medicamentos usados para tratar enfermedades.
Es difícil superar esas creencias, señaló, agregando: "Afortunadamente, estos son casos aislados".
El hospital La General, en Accra, fue una de las primeras instituciones en ofrecer las vacunas el viernes 4 de este mes en la capital. Alrededor de 40 madres se reunieron allí, llevando a sus bebés que lloraban, mientras esperaban su turno para que los inocularan.
Gladys Otabil fue una de ellas, con su hijo Gabriel, de dos meses.
"Todo lo que entiendo sobre la adición de las dos vacunas es que protegerán a mi hijo de las enfermedades", dijo, agregando que también le aconsejaron darle de mamar durante los primeros seis meses de vida.
En las próximas semanas la campaña se extenderá a otros hospitales de Accra y del resto del país.