A diferencia de otras ramas de la producción, la industria del conocimiento resiste los embates de una de las más despiadadas crisis económicas y financieras que han sacudido al mundo en 80 años.
Así se desprende de los datos presentados por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) acerca del ritmo de presentación de solicitudes para la inscripción de patentes, marcas y diseños industriales en 2010 y en los primeros nueve meses de 2011.
Si bien los guarismos de 2010 distribuidos por esta agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) muestran que China y Estados Unidos marchan a la cabeza de la innovación, los países de ingresos medios han presentan registros significativos.
El director general de la OMPI, Francis Gurry, declaró a IPS que en esa categoría de naciones, pertenecientes en general al mundo en desarrollo, figuran algunas que han mejorado su comportamiento en el área de la investigación y el desarrollo.
Gurry citó a Brasil, India, Turquía, Malasia y, por supuesto, a China, numero uno en la escala de la actividad en propiedad intelectual desarrollada por ciudadanos o empresas residentes en el territorio de ese país.
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La mejora de esas naciones se relaciona con las políticas aplicadas por la OMPI a partir de 2007, cuando adoptó su Programa de Desarrollo, que integra esta dimensión a todas las actividades de la institución, indicó.
Asistimos a un fenómeno distinto, a una gran mejora de la participación de los países de ingresos medios en el sistema de innovación, precisó.
Brasil e India, junto a otros países del Sur, promovieron el Programa de Desarrollo, que procura flexibilizar el férreo régimen de la propiedad intelectual para favorecer su uso por los países en desarrollo.
En la escala de la actividad en propiedad intelectual efectuada por residentes en el país figura China al frente de las tres variedades, que son patentes, marcas y diseño. Le siguen las mayores naciones industrializadas, mientras que India cierra el primer pelotón de 10 participantes.
Turquía lidera el segundo grupo, seguida por España y Brasil. El resto son naciones ricas del Norte. En el tercer escalón aparecen Tailandia, México y Argentina mezcladas otra vez con naciones industrializadas.
El informe de la OMPI consigna que, tras haber caído en 2009 como el grueso de la propiedad intelectual mundial, las solicitudes de patentes se recuperaron el año pasado en economías de ingresos medios y bajos, como son los casos de Colombia, Filipinas, Ucrania y Vietnam, donde se registraron aumentos de 10 por ciento y mayores.
En el panorama global, toda la actividad de la propiedad intelectual se recuperó en 2010, con un crecimiento de 7,2 por ciento para patentes, de 11,8 por ciento en marcas y de 13 por ciento en diseño industrial.
Gurry anotó que 80 por ciento de la recuperación provino de Estados Unidos y, en especial, de China.
En ese año, el aporte de China en propiedad intelectual creció en 24,3 por ciento. Pero en toda la década pasada, esa actividad se expandió en el gigante asiático a una tasa anual de 22,6 por ciento.
En 2001, el número de solicitudes de inscripción de patentes ascendió en China a 63.000, mientras que en 2010 sumó 390.000. Una diferencia extraordinaria para solo una década, estimó Gurry.
En cuanto a la inscripción de marcas comerciales, la OMPI puntualizó que ese rubro refleja con mayor inmediatez las condiciones económicas de los países. Al respecto, las naciones en desarrollo presentan en las estadísticas de la institución mejores posiciones relativas que las industriales cuando se trata de inscripciones de marcas.
Gurry explicó que las marcas representan nuevos productos o empresas. En cualquiera de los dos casos existe una correlación directa entre las marcas y el número de nuevos productos en el mercado o de nuevas compañías en operación.
En consecuencia, las marcas son un indicador dinámico de la riqueza de un país, dijo. Por eso, cuando aparece una tasa de crecimiento de marcas de casi 12 por ciento en 2010, significa que la economía se estaba recobrando.
Respecto de este año, sin disponer aún de los datos de las oficinas nacionales, la OMPI estimó que en los primeros nueve meses del periodo se ha registrado un crecimiento significativo en la actividad de la propiedad intelectual.
En el caso de las solicitudes de inscripción de patentes, en los primeros nueve meses de 2011 habrían aumentado en alrededor de 10 por ciento.
A su vez, el aumento de las solicitudes de inscripción de marcas oscilaría en siete por ciento.
Lo que ocurra con las turbulencias causadas por la crisis de la deuda soberana es otra historia, sostuvo Gurry. "Creo que la esencia de la actual situación es su carácter impredecible; no estamos seguros de lo que está pasando", confió.
El director de la agencia de la ONU comentó que en las economías más avanzadas se observa un incremento de las inversiones en bienes intangibles, como la propiedad intelectual.
Las últimas estimaciones calculan que las actividades de investigación y desarrollo, la fuente de la propiedad intelectual, tendrán en 2012 una marcha positiva, con un crecimiento estimado de cinco por ciento.