Los delegados africanos al 4 Foro de Alto Nivel sobre Eficacia de la Ayuda al Desarrollo volverán a casa, este jueves, con muchas historias inspiradoras para intentar que sus respectivos países logren economías de medianos ingresos.
La mayoría de los estados de África tienen una situación mucho mejor que la que tenía hace cinco décadas el país anfitrión del Foro, Corea del Sur.
Este país, ahora con una economía sólida, ofrece una alternativa para los que desean crear asociaciones que permitan mejorar el crecimiento.
Los delegados africanos escucharon con atención al presidente surcoreano Lee Myung Bak en la ceremonia de apertura del Foro, el martes 29, cuando relató el largo y agridulce camino que debió andar su población para llegar a ser un país desarrollado.
Hubo que hacer dolorosos sacrificios, pero dio sus frutos, dijo.
"La historia del desarrollo económico y de la democratización de Corea del Sur está llena de alegrías y tristezas, de gente de a pie que trabajó duro para escapar de la pobreza y soñó con tener una vida decente", señaló el mandatario.
"La gente suele preguntarme cuál es la clave del éxito de Corea del Sur. Sin duda fue el poder de la educación", afirmó.
"Aun cuando no había suficiente comida para llevar a la mesa, los padres surcoreanos sacrificaron todo para educar a sus hijos", remarcó.
"Esos niños y niñas crecieron y encabezaron el desarrollo económico", indicó el mandatario. "Creo que la educación es la clave para el progreso de las personas, los países y el mundo", añadió.
El consultor keniata Moses Dura espera que África esté escuchando. "La ayuda es una buena idea. Está destinada a complementar los recursos locales. Pero en la mayoría de los países africanos, los regímenes políticos son corruptos", señaló.
En Kenia, por ejemplo, hubo varias acusaciones sobre corrupción en ministerios clave, como el de Educación, Agua y Tierras, apuntó.
La corrupción y la falta de responsabilidad en los gobiernos son un cáncer que se come los esfuerzos de los países africanos por convertirse en economías de medianos ingresos y ser menos dependientes de la ayuda.
La secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton, exhortó en la misma ceremonia del martes a las naciones en desarrollo a asumir y ejercer su responsabilidad por la lentitud del desarrollo.
Muchas organizaciones de la sociedad civil aprovecharon la presencia de Clinton para señalar a Estados Unidos por su responsabilidad en la falta de efectividad de la asistencia. La secretaria de Estado reconoció que su país mantiene una ayuda condicionada que no puede ser totalmente libre.
Eso ocurre pese al consenso general de que la ayuda no condicionada es un elemento sustancial de la efectividad. Es decir que el dinero otorgado al país beneficiario bajo ese concepto se destine a la asistencia al desarrollo.
"Entre 2005 y 2009 duplicamos la proporción de ayuda no condicionada, de 32 a 68 por ciento", detalló.
"Todavía necesitamos que un porcentaje de la asistencia siga condicionada para conseguir apoyo político para los presupuestos que transformamos en asistencia al desarrollo", explicó Clinton.
A medida que se acerca 2015, numerosos países africanos se están muy interesados en que funcione la ayuda para alcanzar los ocho Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio (ODM).
El presidente Lee dedicó unas palabras a los países africanos que creen que es demasiado tarde para alcanzar esos objetivos.
"Cuando era pequeño, Corea era uno de los países más pobres del mundo. El producto interno bruto era menor a 100 dólares por habitante y el país estaba lleno de gente sin trabajo", relató.
"Pero en medio siglo, Corea del Sur se reconstruyó, emergió de las cenizas de una guerra devastadora y de la extrema pobreza e instauró una democracia y una economía vibrante. Firmemente creo que el Foro de Busan permitirá alcanzar los ODM y construir un mundo mejor para todos", añadió.
Ahora más que nunca, África tiene una gran oportunidad para lograr un crecimiento sustancial.
Michael Sudarkasa, experto de la Nueva Alianza para el Desarrollo de África (Nepad), señaló que hay nuevas oportunidades para movilizar recursos a través de asociaciones con China, India e incluso Brasil.
"Pero África necesita donantes que sigan las estrategias de desarrollo de sus países al tiempo que brindan ayuda", indicó.
"El sector privado africano debe desempeñar un papel mucho mayor para alcanzar los ODM. Los inversores que llegan a África buscan representantes de ese ámbito para crear asociaciones de mutuo beneficio", explicó Sudarkasa.
Clinton también subrayó la importancia de forjar alianzas para "ayudar a los países ricos en recursos naturales a escapar de la fuga de materia prima que los hacen ricos en petróleo y oro, pero pobres en todo lo demás".
Con ese fin, Estados Unidos ya está trabajando con Ghana y Tanzania, y señaló que Brasil lo hace con Mozambique en el sector agrícola, pues los dos países tienen suelos similares, además del mismo idioma, apuntó.
Sudarkasa señaló que urgirá a los países africanos a "elevar el impacto combinado que ofrecen esas oportunidades y a implementar los fondos de los donantes de forma de reconocer que la ayuda es un catalizador para mejorar el desarrollo económico y humano".