Hermanos, esposos, novios y padres son actores clave en la creación de un mundo en el que niñas y adolescentes gocen de los mismos derechos que sus pares masculinos, subraya un nuevo informe de la organización en defensa de la infancia Plan Internacional.
El grupo trabaja en 50 países en desarrollo de África, América Latina y Asia para promover los derechos de niños y niñas y combatir la pobreza infantil.
El informe, divulgado este jueves, destaca la historia de Nixon Otieno Odoyo, un adolescente de Nairobi que ayudó a lanzar una campaña para asegurarles a sus compañeras de colegio toallas sanitarias gratuitas.
El padre de Odoyo abandonó el hogar cuando él tenía tres años. Su madre no tenía dinero para alimentar a sus hijos y su hermana dejó de estudiar en la escuela porque se casó a los 16 años y ahora cría a cuatro pequeños. Odoyo dijo que cuando comenzó la escuela había muchas niñas en la clase. Pero ahora que él tiene 16, quedan solo dos. Una pronto parirá un bebé, y podría no continuar sus estudios.
Él quería hacer algo, y por eso se unió al Teens' Watch Club, fundado por la Red Juvenil Daretti, que le da a alumnos de escuelas en toda Nairobi la oportunidad de discutir asuntos que les afectan directamente.
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En esas charlas, las niñas le dijeron que no se sentían cómodas en la escuela cuando estaban menstruando y no podían concentrarse. No tenían dinero para comparar toallas higiénicas, y por tanto preferían perderse las clases.
Odoyo y otros miembros del club recolectaron 50.000 chelines kenianos y los usaron para comprar 1.000 paquetes de toallas sanitarias, que fueron entregadas a 500 niñas en 10 escuelas de los barrios pobres de Nairobi.
Sarah Hendriks, consejera mundial de género de Plan Internacional y una de las investigadoras que trabajó en el informe, dijo que la conclusión más importante era que "todos se podían beneficiar de la igualdad de género".
"Esto requiere de un cambio en el pensamiento. Hay que dejar de ver a los niños y a los hombres como parte del problema y verlos como parte de la solución", dijo a IPS.
"Los niños y los hombres son afectados por las nociones tradicionales de masculinidad", señaló, añadiendo que "las visiones estereotipadas y los roles de género rígidos podían robarle tanto a niñas como a niños la oportunidad de cumplir plenamente su potencial".
El informe propone un plan de acción de ocho pasos para los políticos, subrayando la importancia de lograr sensibilidad de género a una edad temprana, con iniciativas pre-escolares para promover la igualdad entre niñas y niños, y un plan escolar que ataque los estereotipos.
En El Salvador, por ejemplo, el Plan Internacional trabaja en un proyecto de dos años que involucra a 56 guarderías con políticas de género neutrales.
En la norteña ciudad salvadoreña de Cabañas, Samuel, de cuatro años, puede jugar libremente con muñecas así como con coches de plástico, y ya sabe colaborar en la cocina.
Plan Internacional y los maestros también intentan involucrar a los padres, hablando con ellos usando un "lenguaje no sexista", y cuestionando las expectativas tradicionales sobre el comportamiento de niñas y niños.
La organización colabora con el gobierno de El Salvador para cambiar el programa escolar y desarrollar una política nacional de género para la infancia.
El informe señala que uno de los principales problemas para transformar los rígidos conceptos de género y hacer que los hombres y los niños participen en la lucha por la igualdad es que las políticas públicas "refuerzan los estereotipos tradicionales".
La mayoría de las políticas sobre temas de género "no involucran a los hombres y niños como beneficiarios y como actores", agregó.
Investigadores realizaron entrevistas a 4.000 niños y adolescentes de entre 12 y 18 años y concluyeron que, en muchos países, familiares y educadores están "perpetuando las desigualdades por generaciones", incluso promoviendo la aceptación del abuso físico como norma cultural.
Por ejemplo, 65 por ciento de los consultados en India y Ruanda coincidieron total o parcialmente con la afirmación: "Una mujer debería tolerar la violencia para mantener unida a la familia".
Pero los investigadores también descubrieron que "los niños son más felices cuando ven a sus padres compartir las responsabilidades del hogar" y cuando "los padres cocinan y lavan la ropa, cuando ambos toman decisiones y la madre pasa tiempo fuera del hogar".
No obstante, más de 60 por ciento de las niñas y niños entrevistados en India coincidieron en que, "si los recursos son escasos, es mejor educar a un niño en vez de una niña".
En el prólogo del informe, el expresidente brasileño Fernando Henrique Cardoso (1995-2003) subraya que los hombres en particular tienen un papel fundamental para dejar atrás las ideas machistas.
"Llamo a todos los hombres y niños a que asuman la campaña por la igualdad y desafíen a los que se oponen a los derechos de las mujeres y a la igualdad", añadió.
"Las habilidades y las cualidades complementarias de hombres y mujeres son necesarias para afrontar los enormes desafíos que tenemos por delante. No será fácil, pero vamos a ganar con esos cambios. Las sociedades con mayor igualdad entre hombres y mujeres, niñas y niños, son más saludables, seguras, más prósperas y más verdaderamente democráticas", indicó.