Los eventos climáticos extremos pronosticados en Namibia podrían tener un efecto devastador en 70 por ciento de la población del país, que vive en áreas rurales y depende de la agricultura.
Este país de África austral no tiene otra opción que adaptarse al cambio climático, pues experimentará durísimas sequías y por otra parte precipitaciones excepcionalmente intensas, alertaron expertos.
Las lluvias ya comenzaron: este año, los niveles de la Cuenca de Cuvelai, en el norte, fueron ocho centímetros más altos que en las inundaciones de 2009. Se trata de un nuevo récord para un área en la que viven casi la mitad de los 2,1 millones de namibios.
Al menos 21 escolares se ahogaron desde que comenzaron las inundaciones a inicios de febrero. Las carreteras también fueron duramente afectadas, así como los edificios y la infraestructura en general, mientras que miles de personas han sido desplazadas. En un país en el que los principales sectores contribuyentes de la economía nacional agricultura, pesca y ecoturismodependen de los recursos naturales, el cambio climático supondrá un gran esfuerzo de adaptación.
Si la adaptación no es posible, la pobreza, la falta de ingresos y de oportunidades de empleo incrementarán la vulnerabilidad de los hogares, alertó Ephraim Nekongo, presidente del Foro Regional Juvenil Oshana.
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Namibia ya tiene un nivel desempleo que ronda el 50 por ciento.
"Las consecuencias ambientales del cambio climático, las ya observadas y las pronosticadas, como el aumento en los niveles del mar, los cambios en las precipitaciones derivados de las inundaciones y las sequías, los huracanes y las tormentas más intensas, las olas de calor y la degradación en la calidad del aire, afectarán a la salud humana directa e indirectamente", dijo Nekongo.
El experto participó de la Conferencia Juvenil sobre Adaptación al Cambio Climático de Namibia, el 29 y el 30 de julio.
La economía del país es directamente dependiente del ambiente para más de 30 por ciento de su producto interno bruto (PIB), según asesores del Proyecto de Adaptación de África (PAA), iniciativa del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, apoyada por el gobierno japonés, que asiste a 20 países africanos en la toma de acciones ante el recalentamiento planetario.
La investigación inicial indicaba que el impacto del cambio climático en los recursos naturales podría reducir el PIB seis por ciento, unos 30 millones de dólares, en los próximos 20 años.
Ya que Namibia es un país vulnerable que contribuye poco con los gases invernadero, causantes del recalentamiento planetario, su prioridad debe ser la adaptación, dijo el ministro de Ambiente y Turismo, Netumbo Nandi-Ndaitwa.
Según Johnson Ndokosho, del PAA en Namibia, África es responsable de apenas tres por ciento de los gases invernadero en la atmósfera. América del Norte y Europa occidental juntos, por otra parte, son culpables de 75 por ciento, y su población es casi la misma que todo el continente africano.
"El gobierno de Namibia está comprometido con el desarrollo de una base de evidencia para tomar acciones a largo plazo destinadas a la adaptación al cambio climático, y ha comisionado estudios de pronósticos para aprender más de los efectos", dijo Nandi-Ndaitwa.
Además señaló que los jóvenes namibios ya estaban asumiendo el liderazgo para construir la economía del país y concentrarse, no sólo en los desafíos, sino también en las oportunidades presentadas por el cambio climático.
Una de las iniciativas en ese sentido es el Proyecto Urbano Indígena con Aves de Corral, financiado por el PAA.
Nelson Haulamba, joven agricultor que participa del proyecto, dijo que el objetivo era adaptarse al cambio climático, generar ingresos y ofrecer una plataforma para los interesados en la agricultura. Los involucrados en el proyecto crían el pollo Boschveld, una cruza entre tres razas africanas: la Venda, la Matabele y la Ovambo.
El pollo Boschveld podría sobrevivir con "lo que la naturaleza provea" y también resistiría las diversas condiciones climáticas en África, además de poder producir una gran cantidad de huevos, señaló Haulamba.
"Para que Namibia logre la seguridad ambiental en términos de aves de corral, deberíamos usar razas de alta calidad que puedan adaptarse a las diferentes condiciones climáticas", añadió.
Expertos pronosticaron que el país sufriría una absoluta escasez de agua dentro de nueve años, cuando el suministro caerá por debajo de los 500 metros cúbicos por persona.
"La caída de las precipitaciones y una mayor evaporación puede llevar a una disminución del agua en superficie y a la recarga del agua subterránea. Ya como está, Namibia sufrirá absoluta escasez para 2020. Es una situación en la que los namibios necesitarán más agua de la que el país podrá proveer", indicó Ndokosho.
Mientras, el mar inundará algunas partes del país en los próximos 100 años. Según Ndokosho, los niveles del mar a lo largo de la costa namibia podrían crecer entre 30 y 100 centímetros en el próximo siglo. El aumento hará que se aneguen partes importantes de la bahía de Walvis y otras localidades costeras.
Expertos señalan que la capacidad de los países africanos para resistir el cambio climático será un factor importante en sus esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas para el Milenio.
Los Objetivos, fijados por los líderes mundiales para 2015, se proponen reducir el hambre y la pobreza, así como la propagación de enfermedades contagiosas y lograr la sostenibilidad ambiental e incrementar los niveles de educación.