Seguridad vial ausente en la agenda del desarrollo

La principal causa de muerte entre niños y niñas de más de cinco años no es la malaria ni la disentería, sino los accidentes de tránsito, y 90 por ciento de los fallecimientos se producen en países del Sur en desarrollo.

Cada día, 3.500 personas mueren y 13.700 resultan heridas en accidentes de tránsito en todo el mundo. Esa cifra aumentará casi 50 por ciento en la próxima década si no hay serios esfuerzos para mejorar la seguridad en las carreteras, dijo Etienne Krug, director del Departamento de Violencia y Prevención de Heridas y Discapacidad en la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Krug llegó a Leipzig para participar del lanzamiento por parte de la Organización de las Naciones Unidas de la Década de Acción para la Seguridad en las Carreteras, en el marco del anual Foro Internacional de Transporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

"Tenemos el potencial para salvar a cinco millones de vidas en la próxima década a través de cambios en la seguridad de las carretas", dijo a IPS.

"Se necesita un cambio cultural para crear consciencia de esa necesidad", añadió.

Alrededor de 90 por ciento de todas las fatalidades de tránsito ocurren en países del Sur, convirtiéndolas en la sexta causa principal de muerte en esas naciones.

La falta de leyes de seguridad vial y vigilancia, así como el creciente uso de vehículos y el aumento poblacional, son las principales razones de este problema, explicó.

Sólo 15 por ciento de los países del mundo tienen buenas legislaciones contra el consumo de bebidas alcohólicas antes de conducir o sobre el uso de cascos por parte de motociclistas. "Queremos llevar eso al 50 por ciento para 2020", dijo.

La legislación y la vigilancia pueden hacer una gran diferencia. Vietnam adoptó una ley exigiendo el uso del casco hace dos años, y la utilización de esa protección pasó de 20 a 90 por ciento, indicó.

Brasil acaba de aprobar una severa ley para el control del alcohol, y México ahora hizo obligatorio el uso del cinturón de seguridad.

Pero "se necesita mucho más", señaló.

Aparte de los impactos en las personas y en las familias, los accidentes de tránsito suponen una gran carga para los sistemas de salud. El impacto general está estimado en 500.000 millones de dólares anuales, según la OMS.

Sin embargo, los gobiernos no están siempre al tanto de los costos porque en general no cuentan con buena información de cuántos accidentes ocurren en su territorio, dijo Steve Perkins, jefe del Centro de Investigación Conjunta sobre Transporte, del Foro Internacional de Transporte de la OCDE.

"Un estudio sobre los trabajadores en la remoción de minas antipersonal en Camboya reveló que más personas resultaban heridas en accidentes de tránsito que en esa tarea", dijo Perkins en conferencia de prensa.

"Los gobiernos necesitan buena información para tomar una acción", añadió Perkins, cuya investigación se concentra en proveer datos comparativos y asesoramiento de políticas.

Un gran esfuerzo por reducir los accidentes de tránsito en Suecia disminuyó las muertes a 2,9 por cada 100.000 habitantes, una de las tasas más bajas del mundo. En Afganistán y Angola se acerca a 40 muertes por 100.000 habitantes. La mayoría de las naciones africanas y de Medio Oriente tienen tasas similares.

Hubo gran resistencia pública en Suecia para adoptar leyes más severas, que incluían duras penas por beber antes de conducir, no detenerse en cruces de peatones y exceso de velocidad. Esa resistencia cambió cuando las personas entendieron los beneficios y vieron que hubo una reducción en el número de accidentes, dijo Krug.

En Francia hay protestas públicas contra el empleo de cámaras de radar que detectan el exceso de velocidad.

"Se necesita de voluntad política para ponerse firme en las mejoras a la seguridad vial y en la ecuación pública hasta que los beneficios se hagan claros", señaló Krug.

En los países en desarrollo se precisarán recursos adicionales si los gobiernos quieren adoptar medidas.

A diferencia de las enfermedades mortales, los accidentes de tránsito no están en la agenda internacional del desarrollo, lamentó Kevin Watkins, investigador de la Universidad de Oxford y autor de un estudio de la Federación Internacional del Automóvil sobre la seguridad vial y los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio.

"Establecer metas para reducir las tasas de mortalidad entre niños y niñas menores de cinco años y luego ignorar los accidentes en carretera, una de las principales causas de muerte en personas de entre cinco a 14 años, no es irracional y es éticamente indefendible", señaló Watkins en una declaración.

Los grandes proyectos de infraestructura en el Sur en desarrollo por lo general no incluyen provisiones para la seguridad vial, ni siquiera los financiados por el Banco Mundial.

Sin embargo, ahora que está en marcha la Década de Acción para la Seguridad en las Carreteras, la consciencia crece y la seguridad pasará a ser uno de los criterios para futuros proyectos, dijo Krug.

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