Una luz de esperanza emergió en medio del hambre y la pobreza en Zambia gracias a una investigación agrícola local: científicos desarrollaron nuevas variedades de mandioca que maduran más temprano y permiten mejores cosechas.
El avance fue logrado gracias a un ambicioso proyecto de investigación en la provincia de Luapula, la mayor productora de mandioca, en el marco del Programa para la Mejora de Raíces y Tubérculos (RTIP, por sus siglas en inglés).
Expertos aseguraron que los cultivos de laboratorio, probados con éxito en el terreno, tienen potencial para cambiar significativamente el panorama socioeconómico de Zambia.
Martin Chiona es el líder del equipo del RTIP, con sede en el estatal Instituto de Investigación Agrícola de Zambia (ZARI), en la ciudad de Mansa, capital de la provincia de Luapula.
Con 20 años de experiencia en el ZARI, Chiona es el único que se ha mantenido trabajando en el RTIP de los 13 científicos originales que lanzaron el programa a comienzos de los años 90.
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"Es un gran logro, no sólo para nosotros sino para todo el país. Los beneficios de las nuevas variedades hablan por sí mismas si se considera que hay muchas cosas que se pueden hacer con la mandioca y no con otros cultivos como el maíz o el trigo", señaló.
Chiona añadió que, en ciertas comunidades rurales de Luapula, la mandioca se usa para fabricar cera para pisos, productos para el pelo, alimentos para peces y animales, y leña.
Muchos agricultores pobres están adoptando las nuevas variedades con la esperanza de salir de la pobreza. Rose Mwelwa y Elias Mwila, de Mansa, tienen muchas cosas en común. Cada uno tiene cinco hijos y subsisten cultivando mandioca.
Después de participar en las pruebas del RTIP con las nuevas variedades, ahora promueven el programa en sus comunidades. Ambos están esperanzados.
"Soy una viuda a cargo de un gran hogar, pero las nuevas variedades me permitirán alimentar a mi familia. También podré vender el excedente y recolectar dinero para otros usos, como salud y educación", dijo Mwelwa, de 41 años.
Para el desempleado Mwila, de 40 años, los nuevos cultivos le han dado renovado ímpetu. "He usado las antiguas variedades de mandioca desde 1992 sólo para cubrir las necesidades alimenticias básicas de mi familia. Pero las cosas ahora han cambiado y estoy planeando vender el excedente", dijo.
Mientras, investigadores y autoridades demoran la cosecha de las variedades mejoradas para facilitar la etapa de multiplicación y distribución gratuita de semillas entre los agricultores interesados.
Pero eso no frena el entusiasmo de Mwelwa Mwila y otros 2.000 integrantes de la Asociación de Agricultores del Distrito de Mansa (MDFA), actor clave en la implementación del RTIP.
El coordinador de la MDFA, Joseph Chanda, dijo que los campesinos están eufóricos por la innovación.
"Apoyamos plenamente este programa porque ayudará a aun más granjeros a acceder a las nuevas variedades. La mandioca es un alimento básico aquí en Luapula, y casi todos los hogares participan de su cultivo", afirmó Chanda, con 21 años de trabajo en Mansa.
La Oficina Central de Estadísticas (CSO) calculó que 1,5 millones de toneladas métricas de mandioca fueron cosechadas en 2010 en Luapula, superando las 1,3 millones del año pasado.
Este cultivo es una efectiva arma no sólo para combatir el hambre y la pobreza, sino también para impulsar el crecimiento socioeconómico en todos los niveles, aseguran científicos.
Mientras crecen los temores de que la cosecha récord de maíz en Zambia el año pasado pueda perderse debido a las carencias del sistema de almacenaje, distribución y comercialización, la historia es diferente para la mandioca.
En colaboración con donantes, el gobierno acaba de producir un documento titulado "Mandioca, una estrategia para Zambia", con pautas para desarrollar el sector a partir de este año.