A Wafa Saab, alta ejecutiva de la compañía de pintura industrial libanesa Tinol, le gustan las innovaciones que protegen el ambiente. En su brazo lleva un bolso de colores rosa y azul, y está hecho de basura.
"Se llama Bolso de Basura porque está hecho con desechos recolectados en Ghana", explicó.
El bolso es el modelo más popular de los productos ambientales fabricados por la compañía Trashy Bags, creada en 2007 por el empresario Stuart Gold.
Es tan agradable a la vista como práctico. Algunos modelos pueden cargar hasta 20 kilos. Cada uno es hecho de 70 bolsas usadas.
La idea nació ante la propagación de la basura en la capital ghanesa, Accra. Las bolsas de plástico, usadas en la venta de agua potable, terminan muchas veces en las calles. Gold se dio cuenta del problema y se le ocurrió una forma de proteger el ambiente y hacer negocios a la vez.
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La basura es recolectada en Accra por unos 60 empleados de Trashy Bags, que procesan, lavan, desinfectan y secan al sol las bolsas antes de formar con ellas amplias láminas con las que luego fabrican el producto.
"En Trashy Bags estimulamos a la gente a que nos traiga bolsas vacías, por la cuales pagamos 20 centavos el kilo", explicó Gold. "También recolectamos paquetes plásticos de helado, jugos de frutas y yogur". Los bolsos luego se venden al mercado a entre ocho y 50 dólares cada uno.
Como dice el proverbio, la basura para uno es tesoro para otro. Trashy Bags asegura que, desde su creación, ha reciclado aproximadamente 20 millones de bolsas de plástico, recolectando unas 200.000 por mes.
Cuenta con una línea de 23 productos, entre ellos estuches para computadoras portátiles, monederos, sombreros, billeteras, bolsos de mano, deportivos y para compras.
Además de Líbano, los bolsos se venden en Alemania, Dinamarca, Estados Unidos, Gran Bretaña, Holanda y Japón. Gold señaló que en el país asiático es donde se hay más ventas.
"El perfil típico de nuestros clientes es de personas interesadas en el ambiente", señaló.
Maya Mazloum, distribuidora exclusiva de Trashy Bags en Líbano, añadió que en Medio Oriente los bolsos atraen a un tipo específico de clientes.
Los compradores "son en su mayoría personas que viajan mucho y con gran cultura, interesados en temas ambientales", indicó.
"Es esencial crear conciencia sobre el impacto negativo de los humanos en el ambiente. Realmente creo que Trashy Bags contribuye a eso", añadió.
En los últimos años, el problema de los residuos plásticos ha aumentado en todo el planeta.
"En Líbano está alcanzando un grado de crisis. Ya no hay lugar donde disponer los desechos", señaló el director de la organización sin fines de lucro IndyAct, Wael Hmaydan.
En las últimas semanas, un vertedero ubicado en la región libanesa de Nehmeh ha sido motivo de malestar entre los habitantes de las aldeas cercanas, como Abey, quienes temen que cause enfermedades.
"Definitivamente es un tema que está destacado en la agenda política, y se volverá urgente muy pronto. Grandes cantidades de basura se producen a diario", dijo Hmaydan.
El activista cree que la única forma de resolver el problema es a través de una legislación de "basura cero", como las aprobadas en Buenos Aires o San Francisco, que procuran administrar los residuos de forma de eliminar progresivamente los rellenos sanitarios.
"Iniciativas como las de Trashy Bags son buenas ideas para replicar en Medio Oriente, pero por sí solas no solucionan el problema", dijo Hmaydan. "La solución es cambiar la forma en que usamos la basura a través de una legislación".
No obstante, Mazloum destacó que cada vez más compañías adoptaban una política ambiental. "Es esencial para nosotros apoyar este tipo de iniciativas positivas", afirmó.