Impulsar las variedades locales de vegetales es una alternativa en Kenia para aliviar el hambre y acercarse a los Objetivos de Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas para el Milenio.
La agricultura sigue siendo una de las actividades económicas más importantes en este país africano. Representa más de 24 por ciento del producto interno bruto, y aproximadamente 70 por ciento de la producción proviene de pequeños agricultores, que poseen en promedio dos hectáreas de tierra, dependiendo de la región.
Pero a pesar de su crecimiento en la última década, Kenia sigue afrontando serios desafíos para alcanzar el primero de los Objetivos del Milenio, referido a la eliminación de la extrema pobreza y el hambre.
Varios informes oficiales señalan que más de 50 por ciento de los niños y niñas menores de cinco años en este país sufren bajo peso y problemas de crecimiento.
"Aunque la situación puede parecer deprimente, el gobierno ha hecho, como resultado de las innovaciones de investigadores, varios intentos para mejorar el sector agrícola, particularmente en el campo de la horticultura", explicó Naomi Chepkorir, funcionario en la Región del Valle de Rift, el granero de Kenia.
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Según el Documento sobre Políticas en la Industria Hortícola, el aumento de la producción en ese sector es clave para aliviar la pobreza y mejorar la seguridad alimentaria.
"En cuanto a la producción de hortalizas, el gobierno trabaja estrechamente con investigadores no sólo para mejorar la calidad de éstas sino también su variedad", explicó Catherine Kuria, pequeña productora en el centro de Kenia.
Expertos en cultivos han señalado que la mejor col en todo el país procede de Kinale, en la provincia Central.
La col es un alimento popular, barato y accesible para aquellos que sobreviven con menos de un dólar al día.
Sin embargo, "a pesar de su popularidad, las variedades de la col disponibles para los granjeros son por lo general de mala calidad, son vulnerables a las enfermedades y tienen poca producción", explicó Catherine Kuria.
Aproximadamente 90 por ciento de los hogares en Kenia cultivan vegetales, y especialmente col.
En un intento de mejorar la seguridad alimentaria y aliviar el hambre, los kenianos ahora disfrutan nuevas variedades de col que son más productivas y pueden afrontar mejor los impredecibles cambios del clima.
En mayo, el Comité Nacional de Kenia sobre Divulgación de Variedades autorizó el uso de dos especies mejoradas de semillas de col.
Tres variedades más serán distribuidas en el mercado una vez aprobadas, como parte de un proyecto financiado por el Centro Internacional para Biociencia en África, especializado en agricultura.
"La acumulación de semillas es una estrategia innovadora para incrementar el acceso a una confiable variedad de éstas por parte de pequeños agricultores que no tienen recursos para comprar las más caras", dijo Naomi Chepkorir.
"Es una forma de potenciar a los hogares pobres que dependen directamente de la agricultura para su subsistencia", añadió.
Las nuevas variedades de col son versiones mejoradas de las que han existido en los mercados kenianos por muchos años.
"Esta innovación es clave en el marco de la proclamación por parte de la Organización de las Naciones Unidas de 2010 como año de la biodiversidad, que es básicamente la diversificación de animales y plantas y un concepto que apuntala la agricultura", añadió Chepkorir.
Las nuevas variedades de col también van en línea con un programa del gobierno keniano para eliminar el hambre. Este plan apoya iniciativas de desarrollo agrícola en áreas rurales pobres, donde aproximadamente 90 por ciento de la población vive con menos de un dólar diario.
Agricultores en el centro del país, donde se encuentra la mayor producción de col, apoyan la innovación.
Alice Itoti, del centro de Kenia, es una de las productores que prueban las nuevas variedades. "He cultivado verduras durante 10 años y he observado una enorme diferencia entre las viejas y las nuevas variedades de col. Las nuevas tienen hojas más grandes y son de mucho mejor calidad", dijo.
"También dan una mucho mayor producción, lo que es bueno para comercializarlas. La mayoría de mis clientes que han probado la vieja prefieren la nueva variedad", dijo.