Comenzó este viernes una campaña de vacunación de emergencia contra la poliomielitis en Congo, donde una epidemia concentrada en la sureña ciudad de Pointe-Noire ha causado la muerte a por lo menos 100 personas desde inicios de octubre.
Un comunicado de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó 184 casos de parálisis aguda y 85 muertes, señalando que la mayoría habían ocurrido en la población mayor de 15 años. La polio generalmente afecta a niños y niñas de menos de cinco.
"Es una tasa de mortalidad muy alta, considerando el número de casos. Es verdaderamente una catástrofe nacional", dijo Jean Vivien Moumbouli, director de investigaciones de Laboratorios Nacionales, en Brazzaville.
Según Centros para el Control de Enfermedades, institución con sede en Atlanta, Estados Unidos, a donde fueron enviados muestras para análisis, se trata de una cepa maligna del virus de polio tipo uno.
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En Pointe-Noire, la población no está bien informada. El gobierno ha dicho muy poco de la enfermedad. "Ni siquiera sabemos qué está sucediendo, sólo adivinamos", dijo Jean Bakala, residente de la comuna de Loandjili, que ha registrado por lejos la mayor cantidad de víctimas.
"Mi padre de 45 años contrajo la polio. Pero los médicos no querían acercársele, temiendo que ellos mismos pudieran infectarse. Eso me impactó", contó por su parte a IPS Hermane Bouity. Su padre murió varios días después en el Hospital Adolphe Cissé de Pointe-Noire.
Todos los casos en esa ciudad costera han sido transferidos a los dos hospitales generales en Loandjili y Cissé. "Estamos totalmente superados. Nosotros mismos tenemos miedo", confesó una enfermera del sanatorio de Loandjili.
"Uno no sabe qué precauciones tomar, porque no sabemos nada de esta enfermedad", señaló por su parte Brice Mackosso, secretario general de la Comisión para la Justicia y la Paz, organización no gubernamental vinculada a la Iglesia Católica en Pointe-Noire.
"El gobierno es totalmente responsable de la propagación de esta epidemia, porque no ha informado (de su existencia). Uno no ve ni oye nada en televisión o radio", dijo Roch Euloge N'zobo, del independiente Observatorio Congoleño para los Derechos Humanos, con sede en Brazzaville.
"La reacción de las autoridades ha sido muy ineficaz", agregó.
Tres semanas después de que surgieran los primeros casos, el gobierno todavía intentaba identificar la exacta naturaleza de la epidemia. Fue recién a comienzos de este mes que tímidamente comenzó a hablar de una amenaza.
"Es un virus que ataca el sistema nervioso, que paraliza el cuerpo y produce la muerte", explicó a la prensa estatal Alexis Elira Dokekias, director general de Salud.
"Es necesario observar una higiene básica. El virus se encuentra en las heces y se transmite oralmente. Cuando no existe una higiene adecuada, puede transmitirse a través del agua y de un manejo no cuidadoso de vegetales o frutas", añadió.
La campaña de vacunación que comenzó este viernes primero se dedicará a los residentes de Pointe-Noire, y luego al resto de la población del país. Se necesitarán 12 millones de vacunas, según Elira Dokekias.
"Las vacunas llegaron muy tarde. Los afectados ya no podrán salvarse, porque se necesitan al menos tres semanas para que hagan efecto", dijo Anatole Bikou, funcionario médico en Pointe-Noire.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) anunció una contribución de cinco millones de dosis procedentes de reservas en Dinamarca. La agencia hizo además un llamado a recolectar tres millones de dólares para adquirir las vacunas que faltan.
Edouard Ndinga, a cargo del estatal Programa Expandido de Inmunización (PEI), se negó a especificar con cuántas dosis contaba ya el país.
"No tenemos nada. Estamos esperando que venga la comunidad internacional en nuestra ayuda", dijo por su parte N'zobo.
Cifras del PEI de 2009 indicaban que la tasa de cobertura para la polio en Congo era de 90 por ciento. El último brote de la enfermedad fue registrado en 2000. Las autoridades sospechan que el virus llegó esta vez de "un país vecino".
Según la OMS, Angola reportó 25 casos de polio este año, y en la República Democrática del Congo se registraron 28.
Entre los afectados en Pointe-Noire, cuatro personas habían llegado de Cabinda, la provincia angoleña adyacente a Congo. "Hemos flexibilizado nuestra vigilancia epidemiológica en la frontera", lamentó Elira Dokekias.
La epidemia en Congo llegó en momentos que se constatan progresos internacionales contra la polio. Según la OMS, el número de casos en todo el mundo en lo que va de este año llegó a 767, cerca de la mitad de los registrados en el mismo periodo de 2009.
Esta mejora se atribuye fundamentalmente a las reducciones de casos en Nigeria e India.
