Es habitual ver niños y niñas en el río Vaal, fuera de esta central ciudad sudafricana, en una tarde calurosa. Pero varios de ellos no están nadando, sino recogiendo muestras para un estudio de calidad del agua.
La Comisión de la Cuenca del Río Orange-Senqu (Orasecom, por sus siglas en inglés), que abarca al Vaal, comenzó una investigación de tres meses para medir el impacto ambiental de la industria y el estado general del ecosistema tomando muestras en 60 puntos diferentes de ese sistema hídrico, clave para el sur de África.
Los resultados se compartirán entre los cuatro estados que comparten la cuenca: Botswana, Lesotho, Namibia y Sudáfrica.
El estudio contará con la colaboración de cinco equipos de niños y niñas en edad escolar, que fueron apostados en distintos puntos del río munidos de planillas y herramientas para tomar muestras e identificar plantas y animales.
El grupo de Parys se dirigió con entusiasmo a los márgenes de río Vaal. Los escolares gritaron con asombro, o quizá con horror, al descubrir a un movedizo gusano quironómido.
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Orasecom asesora desde hace 10 años a los estados parte sobre las mejores prácticas para aprovechar el recurso que comparten. Todos usan agua de los ríos Orange y Vaal.
El objetivo debe ser que todos compartan los beneficios del recurso, señaló Peter Pike, del Ministerio de Asuntos de Agua de Sudáfrica, lo que requiere confianza mutua. El estudio sobre la salud de la cuenca es el primer paso en ese sentido.
"Estamos en la etapa de compartir información real para que la Orasecom pueda asesorar a los países a fin de que puedan decidir juntos qué hacer", explicó.
DESARROLLO Y AGUA
Los cuatro países de la cuenca tienen distintos grados de desarrollo, pero la gestión efectiva del recurso depende de que tengan una misma visión sobre su uso.
"Se trata de tener un equilibrio. Tenemos que usar el agua para mejorar el desarrollo, pero también mantener el recurso. El estudio de calidad no resolverá ese asunto, pero es un eslabón de la cadena para resolver problemas a largo plazo", indicó Pike.
"Hay más confianza entre los cuatros miembros y creo que el estudio de la cuenca es un indicio de ello", añadió.
Hay investigaciones sobre la cantidad de agua disponible en África austral, pero este estudio ofrecerá información detallada sobre la calidad de la cuenca del Orange-Senqu, señaló Lenka Thamae, secretario ejecutivo de la Orasecom.
"La calidad del agua siempre quedó un poco rezagada, pero es un elemento esencial e importante para todos los estados", remarcó Thamae.
Especialistas analizarán los datos de las muestras, compartirán los resultados y así se tendrá una idea de qué se necesita en las diferentes partes del sistema. Los cuatros países tendrán posibilidad de fijar objetivos comunes.
Como en Parys, niños y niñas residentes en las márgenes de los ríos ayudan a tomar muestras en otros puntos y realizarán su propio análisis sobre las condiciones ambientales de la cuenca.
La información recogida por los niños servirá para el estudio, pero su participación tiene más que ver con un objetivo educativo, indicó Gavin Quibell, responsable de la investigación.
"Si los llevamos al río, quizá logremos que sus padres, hermanos o hermanas tomen conciencia sobre la situación. No podrán resolver los problemas de contaminación, pero sabrán cuál es la situación y eso mejorará el conocimiento de esta generación y de la próxima", añadió.
Los resultados del estudio se conocerán en la primera mitad del año próximo.