Al salir con su bebé recién nacido del centro de salud comunitaria de Abobo-Baoule, un suburbio del norte de Abidján, la marfileña Abiba Tahoué se sintió doblemente satisfecha.
El trabajo de parto fue difícil, pero Tahoué, de 32 años, está feliz con la atención médica que le brindaron las parteras. Por otro lado, el costo de dar a luz en este centro equivale a ocho dólares, en comparación con los 20 o 45 que le cobrarían en un gran hospital público o en una clínica privada.
"Sentí un poco de aprensión cuando llegamos. La gente dice que las parteras tratan mal a las pacientes durante el parto porque muchas de ellas no han recibido una buena capacitación", explicó Tahoué a IPS.
"Tuve mis primeros dos partos en mi casa, para evitar pasar por esa tortura. Pero esta vez sabía que había riesgos, así que elegí un centro de salud y no me decepcioné", relató.
En la sala de maternidad, otras mujeres a punto de dar a luz observan con cuidado a las parteras que entran y salen. Algunas embarazadas se muestran preocupadas al llegar a la sala de partos, mientras que otras son optimistas.
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"Seguí todas las indicaciones médicas durante mi embarazo. Cumplí con todas las visitas prenatales y las vacunas están al día. Los controles se realizaron adecuadamente. No hay motivos para que se produzcan complicaciones", dijo a IPS Catherine Tanoh, de 34 años. Éste es su segundo embarazo.
Su partera, Monique Kouamé, coincidió. "Cuando la paciente recibe adecuados cuidados prenatales, no tenemos dificultades en el parto", explicó a IPS.
Kouamé, como las otras cuatro parteras que trabajan en esa maternidad, asiste a clases sobre controles de embarazo y parto casi cada tres meses. Sin embargo, admitió que todavía se producen "muertes en el parto debido a hemorragias".
"Pero vemos apenas cinco (de esos) casos al año, que en el pasado eran unos 10", dijo.
Según Kouamé, esto se debe a que "hay embarazadas a las que es necesario vigilar estrictamente".
"Cuando nos las encontramos en el vecindario, aprovechamos la oportunidad para recordarles sus próximas visitas, porque hay algunas que tienden a olvidarlas", explicó. En un informe sobre los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio presentado en agosto, las autoridades sostuvieron que los nacimientos asistidos por personal capacitado aumentaron en Costa de Marfil, pasando de 45 por ciento en 1994 a 56 por ciento en 2009, y que deberían llegar a 60 por ciento en 2014.
Este aumento se produjo, en buena medida, en el sudoccidente del país, donde las parteras que trabajan en diferentes maternidades de la región asistieron unos 22.000 partos de un total de casi 26.000 en 2009, estando presentes en siete por ciento más nacimientos que en 2007.
La mortalidad de niños menores de cinco años cayó a 15 por cada 1.000 nacimientos en 2010 en esta nación africana, según el informe, y podría reducirse a menos de 10 por cada 1.000 en 2014.
"Debemos garantizar que más personas accedan a hospitales. Porque en algunas áreas rurales o bien no hay personal médico o bien los edificios están deteriorados, o las horribles condiciones de las carreteras limitan el acceso de la comunidad", dijo Fanta Traoré, una partera de la sudoccidental localidad de Soubré.
Laciné Diaby, director de Desarrollo en el Ministerio de Planificación y Desarrollo, observó en la presentación del informe que los indicadores están mejorando, pero no lo suficientemente rápido.
La crisis política y militar que dominó al país durante casi ocho años impidió que se efectaran inversiones significativas en el sector de la salud, dijo.
"Para poder lograr los Objetivos del Milenio en esta área necesitaremos aumentar (los fondos) destinados a capacitar a agentes de la salud pública, y especialmente el presupuesto para que varios servicios sigan siendo gratuitos", sugiere el informe.
Actualmente, el presupuesto de la salud es de unos 230 millones de dólares, menos de cinco por ciento del presupuesto nacional, según el Ministerio.
Estas medidas son necesarias a causa de los riesgos que enfrentan las mujeres en los partos no asistidos. "El impacto de la falta de asistencia médica califica ya es enorme en Costa de Marfil", dijo el director del programa de Salud Reproductiva y Planificación Familiar, Joseph Bi Vroh.
Las muertes maternas se deben a hemorragias (36,1 por ciento), trabajos de parto complicados (20,3 por ciento), infecciones post-parto (4,8 por ciento), complicaciones al realizarse abortos (14,8 por ciento) e hipertensión (18,2 por ciento), según el programa de Vroh.
Dieciséis mujeres fallecen por complicaciones vinculadas al parto en el país, señaló Vroh.