Joseph Ole Morijo está desconcertado por los descubrimientos científicos de que el cactus puede ser utilizado como alimento para los animales durante las sequías. Sobre todo luego de haber perdido a sus 152 cabras y ovejas por esa planta.
"Es una planta peligrosa. La conozco bien y la he visto arruinar mi ganado. Debe ser erradicada por completo", dijo este productor de Laikipia, en el norte de Kenia.
Incluso después de que le aseguraran que existían otros tipos de cactus sin espinas, Ole Morijo se mostró escéptico. "No lo creo si no lo veo", afirmó.
La particular especie de cactus de la zona, la Opuntia megacantha, fue introducida en Laikipia y en otras áreas secas de Kenia por colonos en los años 60, principalmente para cercar granjas. En las partes más húmedas del país es usada con fines ornamentales.
El jugoso fruto de esta especie es tanto comestible para humanos como para animales. Tienen muchas espinas angulosas que son fácilmente removibles por las personas, pero no por los animales, que las tragan y sufren heridas internas.
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"Las espinas perforan todo el canal digestivo desde la boca, a través de la garganta y hasta el estómago y los intestinos", explicó John Saikom, experto veterinario en Laikipia. "Debido a las heridas, especialmente en la boca, los animales tienen dificultades para seguir alimentándose, y en la mayoría de los casos mueren de hambre".
Pero un estudio divulgado en mayo por expertos del Instituto de Investigación Agrícola de Kenia (KARI, por sus siglas en inglés) señaló que si se seleccionaban las adecuadas especies de cactus, éstas podían ofrecer la tan necesitada nutrición para el ganado durante las temporadas de extrema sequía.
"Hay dos tipos principales de Opuntia: los de frutos espinosos y los que no tienen espinas. Aunque ambos poseen similar valor nutricional, el tipo espinoso supone un riesgo para los productores", dijo John Kangara, uno de los principales investigadores.
"Esto significa que si los cactus espinosos son usados como forraje, los productores deberán tomarse el tiempo para remover las espinas o sacarlas con un machete antes de dárselas a sus animales", explicó el experto.
El informe de KARI, presentado en la conferencia sobre Pastoralismo y Adaptación al Cambio Climático en África, celebrada en la keniana Universidad de Egerton, sugiere que los productores utilicen los tipos de cactus sin espinas, como el Opuntia ficus-indica, el Opuntia vulgaris y el Opuntia leucotricha.
Pero hay muy pocas especies de esta clase en el país. Según el estudio, son cada vez más escasas debido a la gran demanda.
Los cactus sobreviven en condiciones climáticas muy duras, y se reproducen generosamente en diversos tipos de suelos. Una vez introducidos en alguna zona, se multiplican en forma natural como una especie invasiva.
"El cactus más común es el que tiene espinas, y que obviamente es difícil de domesticar", dijo Kangara. "Por tanto, es necesario que el gobierno y los productores inviertan en propagar las especies sin espinas".
"Estamos interesados en estudiar esta planta como potencial cultivo para forraje durante las sequías, luego de que el Ministerio de Salud de Kenia nos preguntara sobre su valor nutricional", informó.
"Esto se originó con una observación en un lugar llamado Nyeri, donde las vacas comían cada vez más a pesar de que se intensificaba la sequía de 2008", agregó.
Durante el estudio, se constató que los productores en Kenia central alimentaban a su ganado para leche con cactus sin espinas y no pedieron a sus animales. Por el contrario, estos produjeron más y soportaron mejor el calor.
Por el contrario, residentes de Laikipia Norte dijeron que la mayoría de sus animales alimentados con cactus espinoso sufrieron heridas internas, especialmente en la boca, lo que les causó la muerte por hambre.
Según los investigadores, cultivar especies que puedan crecer en áreas secas es uno de los mejores métodos para adaptarse al cambio climático.
"Tener cactus como forraje salvará a nuestros animales de morirse de hambre durante las sequías. Las ovejas, por ejemplo, pueden sobrevivir a cactus durante 500 días sin suplemento alimenticio ni otras pasturas, e incluso sin agua", aseguró Kangara. Climatólogos han alertado que el recalentamiento planetario hará aun más secas varias zonas de África.
Según un informe publicado en el Lancet Scientific Peer Reviewed Journal, Kenia perdió 40 por ciento de sus reses, 27 por ciento de sus ovejas y 17 por ciento de sus cabras debido a las sequías entre 2005 y 2006.
KARI llamó a realizar esfuerzos combinados entre los tres ministerios de Ganadería, Agricultura y Tierras Áridas para desarrollar, promover y comercializar el cactus tanto como forraje como para alimento humano.
"Tenemos que educar a las comunidades que han abandonado el cultivo de cactus tras la mala experiencia con las especies espinosas", dijo Kangara.