Potenciar a las mujeres es fundamental para frenar la propagación del VIH, coincidieron participantes en la XVIII Conferencia Internacional del Sida, que se desarrolla en la capital austriaca.
Al hablar con periodistas en el marco del encuentro, el estadounidense Bill Gates, presidente de la gigante de los programas de computación Microsoft y filántropo, citó el ejemplo de Avahan, un programa nacional de prevención del VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida) aplicado en India.
La iniciativa, apoyada por la Fundación Gates, permitió una activa participación de las mujeres y ello ha servido para frenar exitosamente la propagación del virus entre la población india en situación de riesgo, destacó.
La clave del programa Avahan es capacitar y apoyar a las trabajadoras sexuales en cuatro estados indios para que exijan a sus clientes el uso de condones.
Información de algunas áreas en las que se aplica Avahan sugiere que el uso de preservativos por las trabajadoras sexuales es la razón de una meteórica caída en la tasa de infecciones entre la población en riesgo. Varios estudios independientes se llevan a cabo ahora para determinar el impacto a largo plazo del programa.
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"Es estimulante escuchar sobre el apoyo de Gates a la potenciación de las mujeres", dijo Nazneen Damji, asesora sobre Igualdad de Género y VIH/Sida en el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem).
Pero la principal preocupación de Damji sigue siendo que la mayoría de las mujeres en el mundo tienen poca libertad de opción sobre sus propios derechos sexuales.
"No es suficiente que las mujeres accedan a condones. También necesitan tener la confianza de negarse sin temor a mantener relaciones sexuales con hombres que no los usen", indicó Damji.
En la conferencia de Viena, que se realiza toda esta semana, Unifem y Athena, red de organizaciones contra el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), divulgaron un nuevo informe según el cual la voz de las mujeres con VIH está prácticamente ausente en la toma de decisiones.
El informe, titulado "Transformando la respuesta nacional contra el sida: mejorando el liderazgo y la participación de las mujeres", también identifica estrategias que pueden ser adoptadas para estimular la intervención de las portadoras de VIH en los planes nacionales.
"Durante nuestro trabajo en el terreno, repetidamente hemos escuchado a mujeres que aportan ejemplos concretos sobre qué podemos hacer para prevenir o reducir la epidemia. Pero esas voces están ausentes en las políticas", lamentó Inés Alberdi, directora ejecutiva de Unifem.
"Este informe subraya la importancia de la participación efectiva de las mujeres, especialmente las que tienen VIH, en la búsqueda de soluciones y de estrategias sostenibles y efectivas para enfrentar el sida", añadió.
Una rigurosa implementación de esas recomendaciones por todas las partes involucradas a nivel nacional y global podría lograr un cambio en el terreno, coincidieron funcionarias de Unifem.
"Ver a mujeres con VIH y activistas participar de consultas aquí y luego definir cómo implementar las recomendaciones en sus respectivas regiones es un testimonio de cómo el informe puede funcionar en el terreno", señaló Tyler Crone, coordinadora de Athena y organizadora del informe.
El VIH/Sida es la cuarta causa de muerte en el mundo. Solo en 2008, la enfermedad segó dos millones de vidas. De las 33,4 millones de personas portadoras de VIH, 31,1 millones son adultos y la mitad mujeres.
En todo el planeta, el VIH/Sida afecta a mujeres y hombres casi por igual. Sin embargo, la proporción de mujeres infectadas está creciendo.
Mujeres jóvenes constituyen una creciente parte de las nuevas infecciones, y representan alrededor de dos tercios de todos los nuevos casos en personas entre 15 y 24 años. En 2009, la Organización Mundial de la Salud informó que el sida era la principal causa de muerte de mujeres entre 15 y 44 años en países de bajos y medianos ingresos.
Se estima que más de 90 por ciento de las 1,7 millones de mujeres con VIH en Asia fueron infectadas por sus esposos o parejas estables. Según expertos, las mujeres por lo general no conocen los hábitos sexuales de su pareja fuera de la relación.
Alrededor de 60 por ciento de las personas adultas con VIH en África subsahariana son mujeres. En el Caribe, la prevalencia del virus entre las mujeres saltó de 46 por ciento en 2001 a 53 por ciento en 2008, convirtiéndola en la segunda región más afectada detrás de África subsahariana.
Alrededor de 40 por ciento de los casos reportados de VIH en Europa oriental y Asia central en 2006 eran de mujeres.
En Asia central, 90 por ciento de los habitantes de áreas rurales no usan ni están al tanto del uso de preservativos.
En esa región, la falta de conocimeinto sobre el VIH/Sida por lo general hace que las mujeres, y no los hombres, sufran discriminación y estigmatización, según Damira Sartbzeva, directora regional de programas de Unifem para la Comunidad de Estados Independientes, con sede en Almaty, Kazajstán.
En todo el mundo, muchas mujeres no buscan consejería ni tratamiento por temor a sufrir violencia física o psicológica en sus comunidades. Esto también limita su capacidad para mitigar el impacto de la enfermedad en sus hijos, dijeron expertos.
El último informe de Unifem recomienda enfáticamente que las mujeres afectadas sean reconocidas como partes clave de la respuesta al sida. También llama a un proceso democrático y transparente que represente a las mujeres con VIH en los grupos de la sociedad civil y en las organizaciones comunitarias.