La viruela es la única enfermedad que logró ser erradicada en el mundo, el último caso se registró en 1975. Ahora dos médicos aspiran a seguir el ejemplo con la poliomielitis.
Hay unos 1.600 casos en el mundo. La comunidad internacional tiene la obligación moral de liquidar la enfermedad, sostienen la médica Claudia Emerson y su colega Peter Singer, del Centro McLaughlin-Rotman de Salud Global, con sede en Toronto.
Si se erradicara la enfermedad se podría evitar que en los próximos 20 años cuatro millones de niños y niñas contrajeran la poliomielitis, que afecta el sistema nervioso central, atrofia y puede llegar a paralizar los músculos del cuerpo, según un artículo publicado por los especialistas en la última edición de la revista médica The Lancet.
La enfermedad fue común a principios del siglo XX. El virólogo Jonas Salk desarrolló una vacuna que previene el mal en los años 50, tras lo cual se implementaron campañas de inmunización y se logró disminuir la cantidad de casos a menos de 350.000 casos a fines de los 80.
La poliomielitis no tiene cura, pero Singer sostiene que el objetivo de erradicarla es realista.
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La enfermedad está restringida geográficamente. Los países con mayor cantidad de casos son Afganistán, India, Nigeria y Pakistán, indicó.
"El debate es si tenemos que hacer, o no, un último esfuerzo para erradicar la poliomielitis", remarcó Singer. El asunto se discutirá en la Asamblea Mundial de la Salud, la reunión anual de los ministros del sector, que realizará la Organización Mundial de la Salud en mayo.
El asunto debe analizarse desde una perspectiva ética, según el especialista.
"Erradicar la poliomielitis es como si camináramos al borde de un río y viéramos a una persona ahogándose. Está a nuestro alcance y podemos salvarla. Sencillamente no podemos dejar que se ahogue", señaló Singer.
Los médicos tienen la responsabilidad de rescatar a todas las personas que puedan, remarcó. Las únicas barreras son "sociales y éticas", no "tecnológicas ni científicas", arguyó.
Con la existencia de la vacuna, el único obstáculo para eliminarla es la duda de si vale la pena erradicar una enfermedad que afecta a tan poca gente.
"La principal barrera hoy es si tenemos la voluntad, o no, de hacer un último esfuerzo", sostuvo. "Es esencialmente una cuestión de motivación y de voluntad, y por eso los argumentos éticos son importantes", añadió.
La erradicación de la poliomielitis será difícil e implicará superar obstáculos políticos y culturales dónde es difícil acceder a la vacuna y dónde hay temores arraigados a la inmunización.
Otro obstáculo que habrá que superar es la guerra en Afganistán y Pakistán, donde hay muchos casos.
La poliomielitis y el gusano de Guinea, como se llama comúnmente a otra enfermedad fácil de erradicar, ofrecen a la humanidad la oportunidad de hacer algo que logró una sola vez. Cuando lo consiga, los beneficios serán permanentes.
Pero no será fácil convencer a la Asamblea Mundial de la Salud de realizar un último esfuerzo definitivo. El interés de Singer por el aspecto moral obedece a que es el tipo de argumentos que suele escuchar en contra de la erradicación.
Con tan pocos casos, el artículo de The Lancet trata de probar que se está cerca de terminar una maratón y que vale la pena llegar a la meta, aun si implica desviar fondos y atención de otros problemas.