DIPLOMACIA CIUDADANA PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA PAZ

Todos los actores son necesarios para la construcción de la paz, y cada uno debe desarrollar su propio rol. Desde el mundo municipal estamos convencidos de que los gobiernos locales, la administración más cercana a la ciudadanía, tienen un papel clave en el fomento de la paz y el entendimiento entre las diferentes culturas.

¿Cómo se trabaja por la paz desde los municipios? Promoviendo la convivencia, el respeto a la diferencia y la resolución pacífica de los conflictos dentro de la propia ciudad, juntamente con un claro compromiso en la acción exterior. Construir la paz en el ámbito local quiere decir fomentar la cohesión social, promover los valores cívicos y prevenir los conflictos. Y a la vez articular una estrategia de relaciones exteriores, de trabajo en red con otras ciudades, coherente con las propias políticas municipales. Contando con un activo imprescindible: la ciudadanía. Articulando políticas con la sociedad civil. Porque la ciudad es, necesariamente, un proyecto colectivo.

En un mundo global, necesitamos pensar y actuar local y globalmente al mismo tiempo. Desde las ciudades trabajamos en la búsqueda de soluciones a problemas globales considerados fundamentales, como las migraciones, el cambio climático o la sostenibilidad ambiental. Problemas globales que se manifiestan a escala local, a los cuales desde los ayuntamientos hemos hecho frente, buscando soluciones creativas e innovadoras, adaptadas a cada caso, a situaciones diversas.

Algunas de estas soluciones vienen dadas por la propia naturaleza de los gobiernos locales. Estos parten de una singularidad que hace que puedan actuar de manera específica en la construcción de la paz tanto dentro del propio municipio como en las relaciones internacionales, hecho que completa la acción de otros agentes. Las ciudades aportan flexibilidad para adaptarse mejor y más rápidamente a cada circunstancia; la singularidad, porque cada ciudad es diferente y ha podido desarrollar soluciones propias; la capilaridad, que permite llegar a puntos donde otros organismos no pueden; y la complementariedad con otras ciudades, con las políticas regionales o estatales. Un factor indispensable es la implicación de la ciudadanía a través de sus redes como un valor añadido, así como la capacidad de personalizar las políticas de cooperación, para hacerlas más cercanas y actuar en red ganando fuerza. Y, evidentemente, la proximidad, porque las políticas surgen de la relación directa con las personas, de la resolución de los problemas expresados por la ciudadanía. Porque el futuro debe escribirse desde la proximidad. Es, pues, desde el municipalismo, desde las actuaciones de los gobiernos locales, donde las estadísticas se humanizan y se convierten en personas.

La capacidad de respuesta y la experiencia acumulada sitúa a los gobiernos locales en una posición fundamental para el trabajo en red con otras ciudades, que permite el intercambio de experiencias y de buenas prácticas así como profundizar en el conocimiento de las otras realidades. Por eso es necesario que avancemos en este camino, en la búsqueda de soluciones a problemas comunes. Debemos dotarnos de marcos de trabajo conjuntos, resaltando el papel de las ciudades y estableciendo mecanismos que garanticen la participación del mundo local en la toma de decisiones internacionales.

En este sentido, la diplomacia municipal ofrece a las ciudades y a la ciudadanía la posibilidad de participar de una nueva manera en las relaciones internacionales. Un espacio para trabajar, juntamente con los gobiernos de los Estados, organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil, en la construcción de la paz.

Un ejemplo de trabajo en red es una de las organizaciones municipalistas más grandes, Mayors for Peace, Alcaldes por la Paz. Liderada por Hiroshima y Nagasaki, cuenta con más de 3.600 ciudades adheridas de 135 países y regiones de todo el mundo. Es una agrupación de ciudades que trabajan por la paz y el desarme a dos niveles: colaborando con gobiernos y organizaciones internacionales para lograr compromisos globales que nos permitan avanzar hacia un mundo más justo y en paz (a través del avance hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio o bien promoviendo el desarme en todas sus variantes), y trabajando dentro del propio municipio por la convivencia, la resolución pacífica de los conflictos y la educación por la paz.

Este mes de mayo tendrá lugar en la sede de Naciones Unidas de Nueva York la Conferencia para la revisión del Tratado de No Proliferación de armas nucleares. Y, Alcaldes por la Paz, participará activamente en representación de millones de ciudadanos que han expresado su deseo de vivir en un mundo más justo, solidario y en paz. (FIN/COPYRIGHT IPS)

(*) Josep Mayoral Antigas, alcalde de Granollers y vicepresidente de Alcaldes por la Paz.

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