Dos hombres casados entre sí en una ceremonia tradicional en Malawi serán sometidos a juicio y podrían ser enviados a prisión por homosexualidad.
La policía llevó a los dos hombres ante la justicia poco después de su casamiento durante la festividad de Boxing Day ("día de las cajas", celebrada sobre todo en antiguas colonias británicas)
Nyakwawa Usiwa Usiwa, el magistrado jefe residente en ésta, la principal ciudad comercial de Malawi, resolvió el lunes llevar a juicio a Tiwonge Chimbalanga y a Steven Monjeza por "indecencia grave", "sodomía" y "encuentro carnal contra natura", delitos heredados del código penal colonial.
"El Estado ha resuelto establecer un caso prima-facie contra ambos", le dijo a la pareja.
Las autoridades ya habían realizado varios exámenes médicos a los acusados para establecer si habían mantenido relaciones sexuales, así como pruebas psicológicas para constatar su estabilidad mental.
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A pesar de todo, Chimbalanga y Monjeza parecían no estar perturbados por la decisión del magistrado. No se les permitió hacer comentarios sobre el fallo. Su abogado defensor, Osward Ntuwakale, pidió al tribunal dos semanas para preparar el caso. "Llamaré a testigos", indicó.
Chimbalanga y Monjeza fueron arrestados de acuerdo con las secciones 153 y 156 del Código Penal, que penaliza la homosexualidad y sugiere un castigo mínimo de cinco años de prisión y uno máximo de 14 años con trabajos forzados.
A los acusados, retenidos en la Prisión de Chichiri, una de máxima seguridad, se les negó derecho a fianza en dos ocasiones.
Ambos fueron víctimas de insultos y abucheos cada vez que hacían una aparición pública en la corte, incluso en el día del fallo.
El caso atrajo mucho interés tanto a nivel local como internacional. El tribunal estaba atestado de gente el día del fallo, con presencia de curiosos, activistas por los derechos humanos y diplomáticos de la embajada británica. Estos últimos no quisieron hacer comentarios.
"El fallo de hoy es muy triste. El juicio sólo perpetuará la miseria para la pareja, pues seguirá en prisión y continuará sufriendo la ira del pueblo homofóbico", dijo el director de la organización de derechos humanos Centro para el Desarrollo de las Personas, Gift Trapense.
"Es muy injusto seguir teniendo retenida a la pareja en una cárcel sólo porque expresa su amor. Las condiciones de las prisiones en Malawi son muy malas. Hay superpoblación en las celdas, y los presos pasan hambre la mayoría de las veces. Es triste que sigan sufriendo sólo por elegir su propia forma de vida", dijo a IPS Trapense.
El magistrado fijó la fecha del juicio para el 3 de abril.
Mientras, Amnistía Internacional ha reconocido a Chimbalanga y a Monjeza como prisioneros de conciencia. La organización define como tales a personas que han sido encarceladas por expresar sus convicciones.
En una reciente declaración, la directora para Gran Bretaña de Amnistía Internacional, Kate Allen, dijo que Monjeza y Chimbalanga no habían cometido ningún delito.
"Es vital que la mayor cantidad de personas posible se nos una para escribirle a las autoridades de Malawi y pedirles la liberación de los dos hombres y para que investiguen cómo fueron tratados bajo custodia", indicó.
El apoyo a la pareja gay ha ido creciendo. El 16 de este mes, los principales donantes de este país, Alemania, Gran Bretaña, Noruega, el Banco Africano de Desarrollo, la Unión Europea y el Banco Mundial, se expresaron en contra de la persecución de homosexuales.
Estos donantes, agrupados en el Enfoque Común para el Apoyo del Presupuesto (CABS, por sus siglas en inglés), aportan más de 80 por ciento de los recursos de este meridional país africano para el desarrollo, de 438 millones de dólares.
"Cuando hablamos sobre derechos humanos, no sólo hablamos sobre los grupos mayoritarios sino también los minoritarios, como el actual tema de los homosexualidad, que debe ser analizado en profundidad", dijo el jefe del Banco Africano de Desarrollo en Malawi, Frank Kufwakwandi.
Además, señaló que "el respeto de los derechos humanos es uno de los principios fundamentales de la cooperación de Malawi por parte del grupo CABS".
Los donantes también alertaron que este país podía ser víctima de un aislamiento internacional si seguía juzgando a homosexuales.
El gobierno de Noruega emitió una alerta señalando que Malawi debía respetar los derechos de los homosexuales o se arriesgaría a dañar su historial.
Pero el Consejo de Iglesias de Malawi, que agrupa a 22 congregaciones protestantes, desde entonces ha instado al gobierno a que no ceda ante la presión de los donantes para reconocer los derechos de los homosexuales a cambio de ayuda económica.
En una declaración divulgada el 19 de este mes, el Consejo llamó a la comunidad internacional a "respetar los valores culturales y religiosos de Malawi, y evitar usar la asistencia como medio de obligar al país a legalizar actos pecaminosos como la homosexualidad en nombre de los derechos humanos".
El Consejo también pidió al gobierno que mantuviera las leyes que penalizan las prácticas homosexuales.