MUJERES-GHANA: Por más opciones para embarazadas

Juliana Kweais tiene una pequeña cicatriz en su labio inferior, de la primera vez que presenció un aborto. Fue causada por un golpe le dio su abuela cuando ella, entonces de 13 años, preguntó por qué su tía había «dado a luz» una bolsa de sangre.

Una madre visita una clínica de salud reproductiva en Ghana. Crédito: Elana Roth/NYU Livewire
Una madre visita una clínica de salud reproductiva en Ghana. Crédito: Elana Roth/NYU Livewire
Los ojos de Kweais se llenan de lágrimas cuando recuerda la dolorosa noche, hace casi 20 años. Su tía no estaba casada, y su familia era demasiado pobre como para mantener a otro niño.

Tras tomar una medicina de hierbas machacadas con piedras, con abrototo, pepre, y hentea, hojas que se encuentran principalmente en los bosques de la Ghana rural, su tía pudo volver a trabajar, recordó.

El aborto es ilegal en Ghana, pero estas operaciones clandestinas y no hechas por profesionales son comunes.

Cada vez más organizaciones internacionales promueven controles de natalidad o buscan vías de explotar los vacíos legales en Ghana para realizar abortos pero en forma segura.
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En este país, la interrupción del embarazo rara vez es permitida, y sólo en situaciones de violación, incesto o riesgo de vida de la madre o del bebé.

En vez de presionar al gobierno para legalizar el aborto, grupos de expertos en salud trabajan para hacer disponible la interrupción del embarazo en diversas circunstancias que no violen las normas.

Grupos como Marie Stopes International, organización sobre salud reproductiva con sede en Gran Bretaña, administran diversas clínicas, y le cobran poco o nada a las mujeres.

"Lo último que necesitan las mujeres vulnerables es manifestantes fuera de las clínicas cargando carteles anti-abortistas", explicó la directora de la organización, Faustina Fynn-Nyame.

Una cláusula en la ley que permite abortos en casos donde el parto podría causar "heridas a la salud mental o física" de la madre le da a esas clínicas la oportunidad de proveer servicios médicos más seguros en circunstancias en las que tener al bebé podría causar angustia a la madre.

Pero funcionarios de gobierno han alertado que solamente los médicos, no abogados, podrían decidir qué constituye "angustia".

"No debería haber abortos porque las muchachas quieren terminar sus estudios. El aborto no es legal, y de ninguna manera vamos a cambiar eso", afirmó en una entrevista la ministra de Información, Zita Okaikoi, en referencia a los casos de adolescentes que han abandonado el colegio tras quedar embarazadas.

El director de operaciones de Marie Stopes, Ebenezer Aryee, dijo que "la ignorancia y la falta de recursos" son las principales causas de los abortos inseguros.

La organización está trabajando en esto, señaló, proveyendo planificación familiar sin costo y abortos seguros si es necesario. Este procedimiento cuesta 25 dólares. Los condones se entregan gratuitamente en la clínica, y las píldoras y otros métodos anticonceptivos cuestan apenas 35 centavos.

Ghana tiene una alta tasa de mortalidad materna. Se produjeron 560 muertes de mujeres por cada 100.000 nacimientos en 2008, un poco mejor que el promedio de África subsahariana, de 900 por cada 100.000 nacimientos, pero más de 50 veces más que en Estados Unidos, donde la tasa es de 11 fallecimientos, según la Organización Mundial de la Salud.

El ministro de Salud, Courage Quashigah, declaró que la mortalidad materna constituía una emergencia nacional. Si bien se discute el número exacto de fallecimientos por abortos inseguros, algunos señalan que estos sería la causa de entre 20 y 30 por ciento de las muertes maternas.

"Incluso una sola muerte materna es inaceptable, si esa mujer era tu madre o tu hermana", afirmó el vicepresidente John Dramani Mahama, después de la presentación de un documental sobre salud reproductiva el año pasado.

El funcionario subrayó la idea de que los abortos seguros deben ser más accesibles. "Creo que es importante crear vías para aquellos que los desean", afirmó.

Pero activistas no creen que estas declaraciones se traduzcan en cambios de la ley, y exigen modificaciones en las normas para que los médicos que realizan esas operaciones no sean perseguidos.

Muchos médicos temen severos castigos, como cadena perpetua, si una paciente muere o sufre heridas graves.

Los pocos médicos que están dispuestos a realizar un aborto cobran por lo menos 500 dólares, varios meses de salario para muchos habitantes de Ghana. Otros dudan hacerlo debido a creencias religiosas.

A pesar del traumático incidente que sufrió cuando adolescente, Kweais, ahora de 31 años, dice que ella misma se realizó 10 abortos inseguros, usando diversos brebajes. Explicó que quedó embarazada por un novio que abusaba de ella.

"Tengo miedo de ir al hospital, de que me digan que no y me arresten", señaló.

* Especial para IPS de NYU Livewire

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