La falta de agua limpia y saneamiento adecuado afecta directamente la salud y la economía de África, concluyeron este viernes expertos del continente reunidos en esta norteña localidad de Sudáfrica.
Mientras, delegados de la sociedad civil demandaron "más que palabras", al participar también de la Segunda Semana del Agua de África.
La ministra de Agua y Asuntos Ambientales de Sudáfrica, Buyelwa Sonjica, elegida presidenta del Consejo de Ministros Africanos de Agua para los próximos dos años, subrayó que la cooperación en estos temas será la piedra fundamental para romper el ciclo de pobreza en el continente.
También enfatizó la necesidad de fortalecer la infraestructura regional para llevar adelante programas de agua y saneamiento.
Por su parte, Clarissa Brocklehurst, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), pronosticó que 15 países no alcanzarán la meta, incluida en los Objetivos de Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas para el Milenio, de proveer agua potable, y 39 no lograrán la referida a saneamiento.
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"Para que se logre la meta de saneamiento en África, 45 millones de personas al año deberían ganar acceso a éste antes de 2015", señaló.
Brocklehurst además dijo que, aunque los desembolsos para el agua en África se han incrementado en forma significativa, la infraestructura debía ser actualizada, y lamentó que sólo una pequeña parte de la asistencia fuera dirigida a servicios de agua básicos y al desarrollo del saneamiento.
"Hay tres temas contextuales que afectan las inversiones: el crecimiento poblacional, la agricultura y el cambio climático", afirmó.
Varios acuerdos fueron firmados en la conferencia, incluyendo un préstamo por 67 millones de dólares concedido por Holanda para respaldar el desarrollo de infraestructura en comunidades pobres de Sudáfrica.
A lo largo de toda esta semana se realizaron sesiones paralelas sobre temas relacionados, como financiamiento y cambio climático.
Un asunto recurrente fue la necesidad de voluntad política, en conjunción con un acertado conocimiento de las realidades en el terreno para poder avanzar en forma efectiva y eficiente.
Los participantes de la Semana del Agua revisaron además otros temas de importancia, como la falta de una adecuada gobernanza y la corrupción en algunos países africanos, así como el papel negativo desempeñado en ocasiones por grandes compañías mineras.
Delegados de la sociedad civil señalaron que, ante las urgentes necesidades socioeconómicas africanas, era más importante que nunca avanzar más allá del discurso y dar pasos decididos.
"No más compromisos Tenemos suficientes promesas. Por favor, ¿podemos ver algo que ocurra en los hechos? En este momento todo sigue igual, y es por eso que África está quedando rezagada en los Objetivos del Milenio", dijo la secretaria ejecutiva de la Red de la Sociedad Civil sobre Agua y Saneamiento, Jamillah Mwanjisi.
"En ciertos países, una de cada ocho personas tiene acceso a saneamiento seguro. En términos de suministro de agua, son en su mayoría las personas ricas en áreas urbanas las que tienen acceso, mientras que la comunidad rural pobre todavía debe caminar ocho kilómetros para obtener agua", señaló.
Los gobiernos han asumido varios compromisos para resolver estos problemas (la última vez en la cumbre de la Unión Africana celebrada en julio de 2008 en el balneario egipcio de Sharm el Sheikh), pero la sociedad civil señala que su implementación ha fracasado debido a la falta de fondos y voluntad política.
"La ayuda de los donantes no es suficiente, y va en su mayoría dirigida a países de medianos ingresos (en Asia o América Latina) donde quizá la brecha (de agua y saneamiento) no es tan grande como en África", sostuvo Mwanjisi.
Hasta hace poco, indicó, el saneamiento ni siquiera estaba en la agenda política de los gobiernos africanos.
Por su parte, la presidenta de la argelina Federación Nacional para la Protección del Ambiente, Fatima Zohra Zerouati, dijo a IPS: "África está muy, muy atrasada (en términos de alcanzar las metas sobre agua y saneamiento), y necesitamos acciones ya".
Subrayó que los líderes deberían entender que el agua y el saneamiento son más importantes que el ejército, que recibe por lejos más recursos en casi todos los países.
Ada-Oko Williams, coordinadora regional de la organización no gubernamental internacional Water Aid, sostuvo que se deben priorizar estos temas, crear agencias responsables y establecer planes nacionales de saneamiento para alcanzar los Objetivos del Milenio.
La activista destacó que Water Aid ha desarrollado programas de asociación con gobiernos locales en varios estados de Nigeria, y sostuvo que deberían tomarse como modelo en otros países.
Williams reconoció que algunas autoridades han volcado fondos a estos problemas, pero en forma poco eficiente.
Es común ver, señaló, que un funcionario gubernamental vaya a una aldea, cave un pozo en la tierra y se vaya sin promover ningún tipo de participación de la comunidad.
No obstante, "ahora vemos que gobiernos locales están entendiendo por qué deben hablar con las personas y por qué las voces de los beneficiarios son importantes. También entienden que la comunidad puede jugar un papel clave, particularmente en términos de operaciones y mantenimiento de las instalaciones provistas", dijo Williams a IPS.