Ante la preocupación del cambio climático, la comunidad internacional promueve negocios de reducción de emisiones de gases invernadero que han conducido al desalojo de un pueblo indígena de sus tierras ancestrales en Uganda.
El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), previsto en el Protocolo de Kyoto, firmado en 1997 y en vigor desde 2005, permite que los países industrializados inviertan en proyectos de reducción de gases de efecto invernadero en naciones pobres en lugar de abatir sus propias emisiones.
El comercio de dióxido de carbono fue concebido para promover la responsabilidad ambiental desde una perspectiva de lucro. Las empresas que liberan gases invernadero pueden optar por abatirlos o comprar un derecho a seguir contaminando.
Los seis gases de efecto invernadero contemplados en el Protocolo de Kyoto, a los que la mayoría de los especialistas atribuyen el recalentamiento planetario, son: dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, hexafluoruro de azufre, hidrofluorocarbonos y perfluorocarbonos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera que el mercado de carbono es un sistema eficiente para que el capital contribuya a reducir los gases dañinos.
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Dentro del MDL se admiten dos tipos de proyectos forestales para absorber gases invernadero: replantar zonas ya forestadas y plantar áreas que desde hace más de 50 años no tienen bosques.
Una de esas iniciativas implementada en Uganda causó gran controversia.
El proyecto lanzado por la organización holandesa Forests Absorbing Carbon-Dioxide Emissions (FACE, Bosques para absorber dióxido de carbono) expulsó a la comunidad benet de sus territorios ancestrales donde se pretendía plantar árboles.
La Fundación FACE colabora con la Autoridad de Fauna y Flora de Uganda (UWA, por sus siglas en inglés) en la plantación de árboles dentro de los límites del Parque Nacional Monte Elgon, en la región oriental de este país.
La Fundación FACE colabora con la plantación de 25.000 hectáreas de árboles para absorber dióxido de carbono y así compensar la contaminación de una nueva central térmica a carbón para generar 600 megavatios de electricidad en Holanda.
La institución expedirá certificados de la reducción de carbono de los árboles plantados que venderá a la empresa holandesa GreenSeat, dedicada a negociar créditos de carbono de sus clientes del Norte rico, en especial compañías aéreas.
GreenSeat, por ejemplo, calculó a principios del año pasado que con 28 dólares se cubre el costo de plantar 66 árboles, los que "compensan" las emisiones de dióxido de carbono de un avión que vuela de la ciudad alemana de Frankfurt a Kampala.
El proyecto tiene una vida útil garantizada de 99 años, pero las comunidades indígenas de la montaña se oponen a él de forma rotunda.
El desalojo causó un sufrimiento indescriptible a los habitantes de la zona, convertidos en ocupantes ilegales que perdieron sus tierras y otras pertenencias a manos de los guardias forestales, dijo a IPS Moses Mwanga, presidente del Grupo de Presión Benet, que defiende los derechos de esa comunidad.
"Hay gente viviendo en condiciones patéticas. Muchos funcionarios vinieron cuando se efectuaron los lanzamientos, pero no ayudaron. Ya pasó un año y seguimos sufriendo atropellos de los guardabosques de la UWA", remarcó.
"Nos detienen cuando buscamos bambú, que necesitamos para sobrevivir, o llevamos animales a pastar, o si queremos extraer miel. Hay gente que incluso perdió la vida", añadió.
Mwanga insistió en que fueron expulsados de sus hogares en zonas que fueron forestadas.
"Cuando dices bosque, da la impresión de que los benets ingresaron a él procedentes de otro lugar. Pero la historia no es así. Somos un pueblo indígena que vive en el Monte Elgon desde tiempos inmemoriales", relató.
"Es nuestro hogar, no un bosque", subrayó.
"El gobierno determinó en 1993 que debía convertirse en un parque nacional sin nuestro conocimiento. Nos molesta que digan que estamos en un bosque porque es nuestro hogar, siempre se cometieron injusticias contra nosotros", añadió.
En 1993, un año antes del inicio de proyecto de UWA y la Fundación FACE, el gobierno de Uganda declaró al Monte Elgon parque nacional y desde entonces, la población que quedó dentro de sus límites perdió los derechos sobre sus tierras.
Pero el responsable de la UWA en Monte Elgon, Richard Matanda, desmintió que la expulsión de los benets tuviera algo que ver con el proyecto de la Fundación FACE.
"Esa gente invadió el bosque que debemos preservar. Fueron sacados para poder volver a plantar árboles y contribuir a conservar la fauna y la flora. Todo lo que hagamos en el área, incluso los desalojos, debe atenerse a los principios de una gestión responsable y a las leyes de Uganda", sostuvo.
El MDL generó en 2008 unos 32.000 millones de dólares en certificados de reducción de emisiones en todo el mundo, el doble del año anterior, según la consultora Point Carbon, con sede en Oslo.