La negativa del gobierno de Sierra Leona a pagar los salarios de miles de maestros, mientras contrata a otros, ha puesto en crisis a todo el sistema escolar de este país africano.
El nuevo año académico comenzará la próxima semana, y el gobierno y el sindicato nacional de maestros siguen enfrentados sobre los sueldos de casi 3.000 educadores adeudados desde hace más de un año.
El Estado se niega a pagar los salarios porque estos no fueron aprobados previamente por el Ministerio de Educación, Juventud y Deportes, mientras que los maestros señalan que cumplieron con sus deberes en las escuelas donde se los necesitaba desesperadamente y merecen cobrar.
"No podemos pagarle a esos maestros porque no fueron aprobados por esta cartera", dijo el ministro de Educación, Minkailu Bah. "Nuestro sistema funciona de tal manera que un educador sólo recibe su salario cuando su nombre está en un vale, lo que significa que él o ella debe ser aprobado por el Ministerio".
Esta postura es considerada ridícula por el Sindicato de Maestros de Sierra Leona. El presidente de la organización, Abdulai Brima Koroma, señaló que a las escuelas oportunamente se les autorizó contratar profesores.
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"Esto es absurdo, por decir lo menos. Las escuelas necesitaban maestros desesperadamente el año pasado y todavía hoy. Esos profesores cumplieron servicios y deben cobrar. El Ministerio no tiene excusa para negarse a pagar, y no vamos a ceder hasta que paguen completamente sus deudas", dijo Koroma.
Además, señaló que el sindicato elabora una lista con detalles de los maestros que no han recibido su salario, incluyendo sus nombres y el de las escuelas donde trabajaron, para presentar un fuerte caso contra el Estado.
El Ministerio de Educación agravó significativamente el problema cuando el año pasado comenzó a verificar la contratación de maestros y anunció haber descubierto miles de profesores "fantasma" en escuelas.
Pero el gobierno todavía no ha publicado sus hallazgos ni ha ajustado su presupuesto para pagar a los maestros que pretende contratar.
Funcionarios del Ministerio dijeron a IPS que planea emplear a más de 2.000 nuevos maestros, pero no mencionaron si los ya contratados por las autoridades de las escuelas serán considerados.
A pesar de la situación, Koroma concuerda que se necesita reclutar más educadores: "En el interior del país, algunas escuelas con 300 o más alumnos tienen solamente tres maestros. Esto es inaceptable, y de hecho es la causa de que caiga el nivel de nuestro sistema educativo".
Pero mientras el gobierno contrata nuevos profesores, Thomas Kamara no ha recibido su salario en más de un año.
Graduado de la Universidad de Njala, Kamara ahora ofrece clases privadas para mantener a su familia de cuatro. El salario básico de un maestro en este país es de unos 80 dólares. Kamara ni siquiera llega a eso.
"Les enseño a jóvenes en la comunidad y también realizo lecciones extra para mis alumnos. Es el dinero que recibo de estas clases el que uso para mantener a mi familia", explicó.
Kamara no es el único: muchos maestros optan por dar clases privadas para llenar la brecha creada en el sistema escolar.
Este maestro impartió clases el año académico pasado, pero todavía no fue aprobado por el Ministerio de Educación. "Veo esto como algo completamente ridículo. Estoy graduado y fui oficialmente empleado por las autoridades de las escuelas. ¿Por qué no puedo cobrar por mis servicios?", preguntó.
Él es uno de los miles de maestros que, a pesar de no recibir sus salarios, han seguido trabajando todo el año, ya que el desempleo en este país es alto (65 por ciento, según cálculos de la Organización de las Naciones Unidas) y las opciones limitadas.
El conflicto está afectando a los alumnos, especialmente a los que se preparan para exámenes de ingreso a la Universidad.
"No tenemos maestros para Química y Matemáticas, dos materias clave para ingresar a la Universidad, y estoy preocupado", dijo Michael Cole, estudiante de secundaria de Freetown.
Muchos jóvenes como Cole debieron acudir a clases privadas para cubrir las lecciones que perdieron debido a la escasez de maestros. Esta situación ya se nota en los resultados de los exámenes.
Por dos años académicos consecutivos, Sierra Leona registró los peores resultados en los exámenes públicos de ingreso universitario realizados para habitantes de este país, Ghana, Gambia y Nigeria.
A comienzos de este año, el Estado creó una comisión para investigar las causas de esta situación.
Las conclusiones de la comisión todavía no han sido divulgadas, pero críticos señalan que el Ministerio de Educación debería hacer una reestructura para darle más eficiencia al sistema y resolver el actual conflicto.
Algunos temen que muchos profesores abandonen la profesión, no sólo por falta de incentivos sino por la inseguridad en el cobro de sus salarios.
"El Ministerio debe trabajar con el sindicato cuando se trate de asuntos de los maestros. Cualquier medida unilateral está destinada a ser contraproducente y dañina para el progreso del sistema escolar", sostuvo Koroma.