AMBIENTE-ASIA: EEUU vuelve al río Mekong

La cooperación entre comisiones fluviales de Estados Unidos y el sudeste de Asia brinda esperanzas de una mejor gestión de los recursos del río Mekong, donde China, Camboya, Laos y Tailandia construirán varias represas en los próximos años.

Las comisiones del estadounidense río Mississippi y la del río Mekong (CRM) declararon la "hermandad" entre ambos cursos fluviales para compartir experiencias en distintos temas, como el desarrollo de la generación de energía eléctrica, el cambio climático y las inundaciones.

La secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Hillary Clinton, y sus pares de los cuatro países del Mekong inferior, Camboya, Laos, Tailandia y Vietnam, declararon su respaldo a la cooperación entre ambas comisiones en una reunión celebrada a fines de julio en Tailandia. Fue la primera negociación de este tipo entre Washington y los cuatro países asiáticos.

Este mes, las comisiones anunciaron la negociación de un tratado sobre la gestión de los recursos hídricos.

"Este acuerdo ayudará a mejorar el papel político y técnico de la CRM, y fomentar la cooperación ambiental y la referida a la gestión de los recursos naturales en la cuenca" del Mekong inferior, declaró Nguyen Nguyen Duc Hiep, un ecologista vietnamieta-australiano a Radio France International.

La CRM, un organismo intergubernamental que comprende a Camboya, Laos, Tailandia y Vietnam, administra el uso de los recursos del río Mekong.

Ambas organizaciones "son muy similares en función de sus principios y sus competencias", señaló Jeremy Bird, director de la Comisión del río Mississippi. "Las dos procuran gestionar los recursos hídricos de manera sostenible" y "pueden beneficiarse entre sí mediante el intercambio técnico", agregó.

El ecologista Nguyen Chinh Tam dijo que la cooperación con una agencia externa a la región del Mekong daría vigor a la CRM.

Pero otra voces señalan que la CRM no ha podido gestionar el desarrollo de las represas que surgen en distintas zonas del Mekong y sus afluentes, aunque éstas pueden generar consecuencias perjudiciales para los países vecinos.

La falta de consulta sobre esos proyectos preocupa a varios países río abajo, como las represas construidas por China en el tramo superior del Mekong conocido como Lancang.

No ha sido fácil para los países del Mekong inferior encontrar el foro para entablar un diálogo oficial con Beijing sobre sus planes para el tramo superior del río.

Birmania y China son observadores y no miembros plenos de la CMR, lo que limitó la capacidad de la Comisión para comprometer a los dos países con respecto a la gestión de la energía hidroeléctrica, según investigadores dedicados a temas del río.

En este contexto, los ambientalistas vietnamitas esperan que el acuerdo con la Comisión del Mississippi pueda llevar a un foro que habilite el consenso entre todos los países que atraviesa el río Mekong y presione a China.

"La cooperación de Estados Unidos ayudará en gran medida a hallar una solución al problema del desarrollo sostenible para la región", escribió Tam en la revista estatal Doanh Nhan Cuoi Tuan.

China está concluyendo la construcción de su cuarta represa en el tramo superior del río Mekong, en la sudoccidental provincia de Yunnan, que se sumará así a las de Manwan (1993), Dachaoshan (2001) y Jinghong (2009).

Los ingenieros chinos comenzaron a llenar el embalse de la represa de Xiaowan, en Yunnan, y esperan que entre en funcionamiento en uno o dos meses. La estructura de 262 metros de altura es la más alta del mundo, y el embalse abarcará más de 190 kilómetros cuadrados.

En 2014, China habrá construido la represa de Nuozhadu, con un embalse aún mayor. Pero Camboya, Laos y Tailandia también prevén construir más represas en el Mekong.

Estos proyectos provocaron considerable inquietud en la cuenta del Mekong, especialmente en Vietnam, ya que 17 millones de sus ciudadanos viven en el tramo del río que atraviesa el país antes de desembocar en el mar del Sur de China.

Las represas "reducirían notablemente los recursos hídricos y acuáticos", sostuvo Ngo Dinh Tuan, de la Universidad de Recursos Hídricos de Hanoi.

"A los agricultores y demás vietnamitas que viven junto al río les preocupa el colapso de los ecosistemas, la erosión de la tierra y los cambios a la corriente del agua", según Ngo Xuan Quang, un experto del Instituto de Biología Tropical de este país.

"Cuando se bloquee el agua del Mekong río arriba, el agua marina se concentrará en el delta del Mekong y agravará los problemas generados por la elevación del nivel del agua a raíz del cambio climático", advirtió.

Las represas también "limitarían el depósito de sedimento, acidificarían los terrenos agrícolas y diezmarían la existencia de peces, lo que afectaría a miles de pescadores", sostuvo Quang.

El sur de Vietnam padece de severa erosión de la tierra y penetración de agua salada, que los técnicos atribuyen a las consecuencias de las represas.

A fines de mayo, un informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Instituto Asiático de Tecnología advirtió que el plan chino para construir varias represas en el Mekong "es la mayor amenaza" para el futuro del río y sus recursos.

Las autoridades chinas sostienen que las represas en realidad ayudarían a retener parte del agua en las temporadas de lluvias, lo que controlaría las inundaciones y la erosión río abajo.

Asimismo, la descarga de sus embalses para generar energía en el verano ayudará a atenuar la escasez de agua en el Mekong inferior durante la temporada seca, aseguran.

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