Ante el aumento de niños y niñas huérfanos a causa del VIH/sida y la progresiva desaparición de la familia en Namibia, organizaciones de la sociedad civil asisten al gobierno en la redacción de un proyecto de ley de protección a la infancia que será presentado antes de fin de año.
"Como muchas de las leyes africanas, la de infancia data de la época colonial", explicó la abogada Carina du Toit, del Centro de Asistencia Legal a la Infancia de Sudáfrica. "Hay que actualizarla y ajustarla a la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y a la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño".
Du Toit integra un grupo de especialistas de varios países que asesoran a Namibia en la redacción de un proyecto de ley que será presentado antes de fin de año. Será la primera norma de protección infantil desde 1960.
Entonces la familia extensa (abuelos, tíos y tías) bastaba para acoger a todos los huérfanos, pero ahora son demasiados. "Eso crea un entorno laxo que deja a los menores en una situación muy vulnerable, obligados a ir de un lado a otro", indicó Du Toit.
"La estructura familiar tradicional se rompe rápidamente", señaló Lea Mwambene, especialista de la sudafricana Universidad de Western Cape. "Por la importancia de la familia extensa en la cultura africana, muchos huérfanos son recibidos en entornos familiares, que no siempre son legales".
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Eso deriva en dificultades para recibir asistencia económica para sus estudios o para la salud o interfiere en la toma de decisiones sobre el futuro de los menores.
"Hay 250.000 niñas y niños huérfanos o en situación vulnerable en Namibia, un país de dos millones de habitantes", señaló el especialista del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Matthew Dalling. "Pero esa es sólo una pequeña proporción de todos los menores que necesitan asistencia".
"Los hogares encabezados por menores seguirán existiendo por mucho tiempo", indicó la especialista Dianne Hubbard. "Algunos se hacen cargo de muchas cosas. Hay que encontrar la forma de ayudar a los niños y niñas mayores y darles derechos legales sobre sus hermanos".
Hubbard dirige el proyecto de Investigación y Asistencia de Género del Centro de Asistencia Legal de Windhoek, que asesora al gobierno a redactar el proyecto de ley.
CONSULTA POPULAR INNOVADORA
La sociedad civil fue invitada a opinar sobre el asunto a través de mensajes de texto dirigidos a los legisladores. La idea fue difundida mediante folletos distribuidos en los tres principales periódicos.
"En junio recibimos 107 mensajes, bastante más que los 10 de mayo", señaló Rachel Coomer, responsable de la consulta pública del Centro de Asistencia Legal.
"Algunas personas nos piden para salir en la televisión, pero muchas vuelcan opiniones serias sobre adopción o mediación en disputas familiares", indicó.
El Centro también creó un grupo en la red social de Internet Facebook.
"Es la mayor consulta que se haya hecho jamás", aseguró Hubbard. "Mediante Facebook llegamos a un sector de jóvenes cuyas opiniones son invalorables".
Los 250 miembros del grupo opinaron sobre los problemas que consideran problemáticos para los niños y niñas de Namibia. Desde la falta de infraestructura en áreas rurales, pasando por carencias en la alimentación e inadecuadas condiciones de higiene, hasta el problema del VIH (virus de inmunodeficiencia humana), causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida: sida.
Otros explican que se unieron al grupo para educar a los jóvenes sobre sus derechos mediante su música y su poesía o reclaman educación sexual en la enseñanza.
OPINIÓN DE ESPECIALISTAS
Redactar un proyecto de ley supone algo más que recabar la opinión de un sector de la población gracias a Facebook y a mensajes de texto.
"El proyecto versa sobre una enorme cantidad de asuntos complejos", indicó Hubbard. "En un país vasto como Namibia donde la población está dispersa, la falta de servicios es un problema que salta a la vista".
Hay sólo 44 trabajadores sociales en todo el país para los dos millones de habitantes.
"En vez de priorizar un ámbito familiar, las leyes tienen que contemplar los problemas que hay en África austral y crear un sistema intermedio entre el entorno familiar y la adopción", indicó Mwambene, de la Universidad de Western Cape.
Sudáfrica trata de ubicar a los menores en familias extendidas hasta que cumplan 18 años. Pero aun así, y principalmente a causa de la proliferación del VIH/sida, la cantidad de niñas y niños huérfanos supera el número de trabajadores sociales.
En Lesotho ensayamos con hogares infantiles bajo acogimiento familiar a distancia, señaló la profesora Itumeleng Kimane, de la Universidad de ese país.
"Los padres acogedores no viven con los niños, pero se hacen cargo de 10 hogares encabezados por menores en el mismo barrio", explicó Kimane, presidenta de la Comisión de Reforma de los Derechos del Niño.
Pero el concepto de acogimiento familiar, ya sea en la comunidad o en el marco de una institución, sigue siendo un "confuso, sin una verdadera definición", señaló Carina du Toit. "No se ha probado en ningún otro lado".
Eso es lo que ocurre con muchos de los problemas con que hay que lidiar en esta región.
Hay cuestiones polémicas, como si hay que dar a los niños y niñas de 12 años anticonceptivos o hacerles un análisis de VIH sin autorización de los padres, que adquieren una dimensión distinta en un país con gran prevalencia de la enfermedad.
"La enorme diversidad de tribus y culturas complica más las cosas", remarcó Hubbard.
"Las leyes deben contemplar distintas situaciones. Costumbres como el matrimonio precoz son aceptadas en una cultura pero son un problema para otra. A mí me puede parecer normal perforar la oreja de mi hija y a otros les puede parecer abuso infantil", explicó..