ENERGÍA-ISLANDIA: Geotermia crea verano en el invierno

Islandia se las arregla para producir tomates, páprika y pepinos todo el año, aprovechando localmente la energía geotérmica, aunque la temporada de cultivo es corta.

El pozo de la Universidad Agrícola en Hveragerdi. Crédito: Lowana Veal/IPS
El pozo de la Universidad Agrícola en Hveragerdi. Crédito: Lowana Veal/IPS

El país comenzó a usar esta forma de producir energía a fines del siglo XIX. El objetivo entonces era calentar el suelo para cultivar verduras al aire libre. Continuó haciéndolo a pequeña escala a principios del siglo XX, pero para calefaccionar piscinas, invernaderos y edificios.

Sin embargo, fue con la crisis petrolera de los años 70 que los islandeses comenzaron a desarrollar seriamente sus recursos geotérmicos, en procura de autosuficiencia energética.

Ahora hay seis centrales geotérmicas en el país. Tres de ellas —la diminuta de Bjarnaflag y las más grandes de Nesjavellir y Svartsengi— suministran agua caliente para calefaccionamiento en sus distritos, así como electricidad.

Las plantas de Reykjanes, Krafla y Hellisheidi se usan únicamente para producir electricidad.
[related_articles]
Todas estas centrales se ubican en zonas geotérmicas de altas temperaturas, donde el agua surge como vapor a 200 grados, pero está tan llena de minerales y gases que no puede usarse directamente con fines de calefaccionamiento. En cambio, se la usa para calentar agua fría que entonces pueda servir para calentar espacios.

Sin embargo, el agua de las áreas de alta temperatura es ideal para producir electricidad.

Las áreas geotérmicas de bajas temperaturas producen vapor a una temperatura que no excede los 150 grados. Esto puede usarse directamente para calefaccionamiento distrital. Una de esas áreas se encuentra en Mosfellsdalur, en las afueras de Reykjavik, y se aprovecha en espacios del área capitalina.

Pero la energía geotérmica también se utiliza a menor escala. La Laguna Azul, que usa aguas residuales de la adyacente planta geotérmica de Svartsengi para calentar sus aguas ricas en minerales, es una de las principales atracciones turísticas de Islandia, que también se usa para tratar a quienes padecen psoriasis.

Hace pocos años que funciona una planta similar en el norte del país, la cual usa agua de un pozo de la estación geotérmica de Bjarnarflag.

Muchas comunidades agrícolas han desarrollado sus propios pequeños sistemas geotérmicos para uso local, aunque en algunos casos individuos o empresas privadas han aprovechado el calor geotérmico directamente de la tierra.

Una de ellas es la de Fludir, una pequeña aldea agrícola en el sur de Islandia, ubicada en una zona geotérmica de baja temperatura.

«La instalación fue iniciada en 1964 por un grupo de agricultores que querían calefaccionar sus invernaderos. Hoy, alrededor de la mitad del agua caliente que se vende va a invernaderos», dijo a IPS Hannibal Kjartansson, de Hitaveita Fluda, la planta de calefaccionamiento distrital local.

Hitaveita Fluda tiene un pozo experimental a partir del cual espera generar electricidad, así como agua caliente, pero el proyecto todavía está en etapa experimental.

Las empresas más grandes de Fludir, como Fludasveppir, de procesamiento de hongos, y la procesadora de pescado Fludafiskur, así como los invernaderos Jorfi y Melar, obtienen calor directamente de Hitaveita Fluda. Pero algunos cultivadores han desarrollado sus propios sistemas, a veces en colaboración con un vecino.

Fludasveppir usa calor geotérmico como parte de su proceso de producción de hongos.

«La masa de raíces frescas se coloca en cubículos semanalmente y, después de seis semanas, cuando todos los hongos fueron recogidos, los cubículos son esterilizados con agua caliente a 80 grados. Los hongos son cultivados en espacios que replican las estaciones, así la temperatura puede ubicarse entre 16 y 25 grados, aunque la norma es 18 grados», explicó Georg Ottósson, de la firma.

La empresa procesadora de pescado Fludafiskur exporta pescado seco y cabezas de pescado a Nigeria, y usa agua caliente para calefaccionar el aire que se utiliza en el proceso de desecamiento del producto.

«El aire se calienta a 20 grados y luego es soplado sobre los pescados, que son ubicados sobre estantes en cubículos especiales. El proceso insume entre cuatro y siete días, dependiendo del tamaño de los pescados», dijo Margrét Gunnarsdóttir, de la empresa.

El productor lácteo Sigurdur Sigurjónsson tiene su propio pozo, que opera en conjunto con dos establecimientos lácteos vecinos.

«En ese momento (1984), la casa y los establos de vacas y caballos eran calentados con electricidad, dado que Hitaveita Fluda no conectaba a personas que vivían a tanta distancia como nosotros. Como sabíamos que había agua presente, decidimos utilizarla», respondió al preguntársele por qué realizó esa perforación.

A 60 kilómetros de allí, en el departamento de horticultura de la Universidad Agrícola de Islandia, en la sudoccidental localidad de Hveragerdi, se cultivan bananos y otros productos tropicales en un invernadero experimental calefaccionado con energía geotérmica.

«Tenemos nuestro propio sistema de calefaccionamiento, que usamos para edificios escolares, duchas e invernaderos», dijo Gudridur Helgadóttir, directora del Departamento de Capacitación Vocacional y Educación Continua.

Gudni Thorvaldsson también trabaja en la Universidad Agrícola, aunque en una ubicación diferente. Acaba de iniciar un proyecto principalmente financiado por Reykjavik Energy sobre el uso de agua caliente para calefaccionar canchas de golf y de fútbol.

«La idea es prolongar el tiempo en que éstas se pueden usar, al calentar el suelo en la segunda mitad del invierno e inicios de la primavera. Como el sistema de calefaccionamiento es muy caro, es importante hacer un intento en un predio pequeño antes de embarcarse en proyectos más grandes. Este experimento es diseñado para averiguar cuándo es seguro comenzar a calentar el suelo» y hasta qué punto se debe hacer eso, sostuvo.

La mitad del intento será con el césped utilizado en las canchas de fútbol, y la otra mitad con el empleado en las de golf.

* Este artículo es parte de una serie producida por IPS (Inter Press Service) e IFEJ (siglas en inglés de Federación Internacional de Periodistas Ambientales) para la Alianza de Comunicadores para el Desarrollo Sostenible (http://www.complusalliance.org).

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe