TURISMO-BALCANES: Ahora pelean por los serbios

Hace casi dos décadas, los países de la antigua Yugoslavia pelearon contra los serbios. Ahora hacen de todo para que vayan a sus balnearios en la costa de mar Adriático.

Croacia y Eslovenia pusieron grandes carteles publicitarios en Belgrado y en otras ciudades serbias para atraer turistas a sus balnearios de la zona del mar Adriático, muy afectada por la recesión.

"Cuando los corazones dicen verano, dicen Adriático", reza uno de los eslóganes. "Tan hermoso y tan cerca".

En los carteles hay fotografías de Dubrovnik o Rovinj, balnearios del sur y norte de Croacia respectivamente, donde muchos de los serbios de mediana edad pasaron sus veranos en la juventud. Más de 22.000 viviendas en esos sitios pertenecen a residentes de Belgrado.

Luego, la guerra de independencia de Croacia de 1991 a 1995, en la que murieron 20.000 croatas, dejó amargos recuerdos de la "agresión serbia", porque se oponían a la escisión de ese país. Ese es el legado que los nuevos carteles publicitarios tratan de borrar.
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"Es tiempo de dejar el resentimiento histórico y recibir a los serbios en nuestros balnearios", señaló el dueño del hotel Dubrovnik, Goran Strok, en una feria de turismo de Belgrado.

"Lo que el ex presidente Slobodan Milosevic y otros políticos serbios hicieron es imperdonable y debe ser recordado", apuntó. "Pero la guerra terminó y no podemos cambiar a nuestros vecinos. Los serbios también son buenas personas y llegó la hora de tenderles la mano. Quiero que vayan turistas serbios a Dubrovnik".

Milosevic (1941-2006) gobernó Serbia desde 1989 hasta su caída a causa de un levantamiento popular en 2000, cuando ejercía la presidencia de la entonces Federación Yugoslava, y falleció en una cárcel del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia.

Croacia necesita turistas. El sector representa casi 20 por ciento del producto interno bruto de ese país, pero la Organización Croata de Turismo señaló que hubo 20 por ciento menos de turistas este año en comparación con los cinco primeros meses de 2008.

Pero no sólo los croatas están interesados en atraer turistas serbios. El mensaje de Eslovenia es más pragmático. En los carteles publicitarios con imágenes de balnearios se puede leer: "El mar europeo más cercano y con facilidades de visa, Piran, Portoroz y amigos".

Eslovenia es el único estado de la antigua Yugoslavia en la Unión Europea (UE). Los serbios necesitan visa para ingresar a cualquiera de los 27 miembros del bloque, pero las autoridades eslovenas facilitan el proceso a fin de atraer turistas de este país porque suelen dejar muchas divisas.

La guerra no dejó un resentimiento tan fuerte en los eslovenos como en los croatas. El conflicto de 10 días en 1991 dejó muchas menos víctimas.

Pero los serbios no están interesados en pasear por la región. Muchos siguen dolidos por el odio del que han sido objeto, en especial en Croacia, durante todo este tiempo. Es muy difícil encontrar comentarios positivos sobre ellos en la prensa de cualquiera de los países vecinos.

"¿Los eslovenos son amigos, y eso?", preguntó Zoran Mitrovic, un ingeniero de Belgrado. "No quisieron quedarse en Yugoslavia, ¿qué quieren de nosotros ahora? ¿Los croatas nos llaman? No me parece. Para ellos, los serbios han sido lo peor en estos últimos 20 años, con o sin razón".

"No creo que vaya por ahora", añadió.

De hecho, muchos serbios elijen otros destinos turísticos. Grecia encabeza la lista de los lugares preferidos, 39 por ciento de los turistas que salen del país van allí, según la Asociación Serbia de Agencias de Viaje. Le siguen Bulgaria, con 22 por ciento, Turquía, con 21 por ciento, Egipto, con seis por ciento, y Túnez, con tres por ciento.

"Croacia y Eslovenia entran dentro de la categoría de ‘otros’, aun detrás de Montenegro y del interior de Serbia, con dos por ciento cada uno", dijo a IPS el presidente de la Asociación de Agencias de Viaje, Radisav Stankovic.

"Croacia y Eslovenia no pueden alcanzar a Grecia ni a Turquía en términos de costos. Son muy caros", indicó Mirko Bauk, propietario de la agencia de viajes Odeon.

Las ofertas turísticas croatas y eslovenas ascienden a más de 600 dólares la semana con hotel incluido y sin transporte. Por ese precio, los serbios van a Grecia, Egipto, Turquía o Túnez en avión y se alojan en buenos hoteles.

Tras casi dos décadas de terminada la guerra de los Balcanes siguen sin haber vuelos regulares entre Serbia y Croacia. Desde hace tres años, en verano, sólo hay chárteres de Belgrado a Pula, en la costa septentrional del mar Adriático.

El año pasado sólo 2.650 personas viajaron en esos vuelos, según la compañía serbia JAT.

Los serbios van por tierra a los países vecinos, pero temen ser reconocidos por las placas de sus automóviles y sufrir agresiones. Incluso su acento suele ser mal visto. Algunas personas señalaron que van en autobús o en tren y tratan de pasar desapercibidos, como admitió Simona Petrovic, quien había viajado hace poco.

Croatas y eslovenos tienen una guerra mediática por los serbios. Croacia se burla de Eslovenia porque sólo tiene 46 kilómetros de costa y dos balnearios, Portoroz y Piran, en tanto ellos tienen 1.700 kilómetros.

La prensa croata sostiene que Eslovenia practica una "competencia desleal" y la acusa de "poner obstáculos adicionales" a los croatas, porque Liubliana bloqueó en diciembre el ingreso de Croacia a la UE hasta tanto no se resuelva un diferendo por una pequeña porción de territorio sobre la costa del mar Adriático.

"Los croatas siempre tratan de culpar a alguien de sus problemas", escribió Jadran Furlanic, de la Organización Turística de Portoroz, en el diario esloveno Delo. "Ahora es culpa nuestra que no tengan turistas".

"Los eslovenos quieren a los serbios como amigos sólo porque los croatas quieren todo de los serbios, menos su amistad", replicó el diario croata Jutarnji List.

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