DDHH-REPÚBLICA CHECA: Gitanos huyen a Canadá

La situación de los gitanos (roma) en República Checa siempre ha sido mala, pero el extremismo derechista ha llevado las tensiones a nuevos niveles, haciendo que muchos busquen asilo en Canadá.

Las organizaciones de la etnia roma –también llamados gitanos­ exhortaron a irse de ese país a todos los miembros de la comunidad que se sientan inseguros. Hay más de 300.000 gitanos en República Checa, un país con 10 millones de habitantes.

Se cree que los gitanos inmigraron a Europa desde India a partir del siglo XIV.

A menos 853 ciudadanos checos de la etnia roma solicitaron estatus de refugiados en Canadá el año pasado, y 84 lo obtuvieron. Solo en los primeros dos meses de 2009 ya lo han pedido 570 checos, en su mayoría gitanos.

Ésta es la segunda ola de gitanos checos pidiendo asilo en Canadá. A fines de los años 90 ocurrió algo similar.
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Pero los medios checos sostienen que esta ola en realidad tiene motivos económicos, y fue promovida por intermediarios que se benefician de los traslados de gitanos, a quienes les aconsejan exagerar sus denuncias de discriminación racial para ser aceptados en territorio canadiense.

Ottawa le pidió a Praga que investigara las denuncias. Esos intermediarios serían checos y eslovacos radicados en Canadá.

En declaraciones a la prensa, Radmila Locher, de la asociación de checos y eslovacos en Canadá, negó estar al tanto de ese tipo de actividades.

Los llamados a los gitanos en riesgo para que abandonaran República Checa aumentaron después de que bombas molotov fueran lanzados contra la casa de una familia romaní en la nororiental ciudad checa de Vitkov.

El ataque dejó a tres heridos, incluyendo a un niño de dos años que sufrió quemaduras en 80 por ciento de su cuerpo y está en condición crítica.

En respuesta a esto, líderes gitanos divulgaron un comunicado conjunto llamando a la formación de patrullas para protegerse de los "ataques terroristas de checos", lo que causó temores de un espiral de violencia.

Ivan Vesely, presidente de la Asociación Dzeno, organización no gubernamental con sede en Praga dedicada a los asuntos de los gitanos, dijo a IPS que la intención era solamente comenzar a "supervisar, en cooperación con trabajadores sociales, activistas roma y la policía para prevenir un conflicto entre los roma y los extremistas".

Los últimos ataques fueron duramente condenados por el primer ministro Mirek Topolanek y el presidente Vaclav Klaus, pero los líderes políticos son acusados de permitir que la tensión aumentara.

Los políticos temen que exista una opinión pública tendiente a ser desfavorable hacia los romaníes, especialmente en tiempos de crisis.

"El problema es profundo. La mayoría de la población está insatisfecha con sus condiciones personales de vida, con la crisis, con el creciente desempleo, y pone como blanco a los romaníes", dijo Vesely a IPS.

Unos dos tercios de los checos consideran un problema la coexistencia con los romaníes, según encuestas, y en ningún lugar ha sido esto más obvio que en el infame complejo de viviendas de Janov, en la norteña ciudad de Litvinov, escena de varios enfrentamientos entre extremistas que atacan a los gitanos y la policía.

Partidarios del derechista Partido de los Trabajadores han realizado marchas regulares en el complejo de viviendas, distribuyendo panfletos a los habitantes no gitanos y entregándoles cuestionarios.

Janov, hogar de unas 6.000 personas, se convirtió en ejemplo de lo que muchos consideran una mala política checa de integración para los gitanos. La alcaldía de Litvinov ha abandonado muchas de sus responsabilidades sociales, y en cambio ofrece apartamentos a compañías inmobiliarias que se benefician del traslado de familias pobres a los complejos de viviendas.

Funcionarios del gobierno están cada vez más preocupados por la creciente actividad, organización y apoyo a los movimientos y partidos de extrema derecha en el país, mientras que los grupos gitanos sienten que es tiempo de unir fuerzas y crear conciencia pública sobre el problema.

"Hemos preparado protestas en 10 ciudades checas para el 3 de mayo, con el fin de mostrarle a la mayoría de la población que tenemos que pelear juntos contra el neonazismo y el fascismo en la República Checa", dijo Vesely a IPS.

Los gitanos denuncian discriminación en el trabajo, en el acceso a la educación, a la vivienda y a los servicios, pero poco se puede hacer en el único país de la Unión Europea que carece de una ley contra la segregación.

Millones de euros han sido gastados en programas para integrar a los gitanos, pero con poco resultados, y el número de familias pobres viviendo en guetos ha aumentado.

El Consejo Gubernamental para Asuntos Romaníes, subordinado al ministro de Derechos Humanos y Minorías, Michael Kocab, cuentan con sólo cinco miembros, y carece de apoyo político, dejando las soluciones a municipalidades sin preparación.

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