SALUD-SWAZILANDIA: Sida abre paso a la tuberculosis

La lenta respuesta del gobierno de Swazilandia a una epidemia de tuberculosis de rápido avance socavó las posibilidades de controlarla.

El director del Programa Nacional de Control de la Tuberculosis, Themba Dlamini, dijo que en los últimos 20 años los casos casi se multiplicaron por 10, pasando de unos 1.000 por año en 1987 a unos 9.600 en 2007.

Swazilandia también tiene la mayor prevalencia de virus de inmunodeficiencia humana (VIH, causante del sida). Y la población que vive con VIH es mucho más vulnerable al bacilo de Koch, que causa la tuberculosis.

"Esta escalada de la tuberculosis puede atribuirse a la epidemia de VIH/sida. Ochenta por ciento de los casos de tuberculosis son de coinfecciones con VIH", dijo Dlamini.

El país no está cumpliendo con el objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de garantizar el tratamiento para al menos 85 por ciento de los casos de tuberculosis. Apenas lo logra en 42 por ciento.
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Además, apenas detecta 57,7 por ciento de los casos, ante el objetivo de 70 por ciento establecido por esa agencia de la Organización de las Naciones Unidas.

"A muchos pacientes les falta tratamiento porque sienten que insume mucho tiempo. Esto empeora cuando también están tomando fármacos antirretrovirales", señaló Dlamini.

"La inseguridad alimentaria es otro gran desafío. ¿Cómo una persona va a tomar medicamentos con el estómago vacío?", planteó.

Con el advenimiento de cepas de la enfermedad resistentes a los medicamentos, se vuelve aún más difícil tratar a pacientes con tuberculosis infectados simultáneamente con VIH, agregó.

Pero pese al aumento de la cantidad de pacientes con tuberculosis que buscan tratamiento en los centros de salud pública, en ellos no se implementan medidas claras de control de infecciones.

Dlamini admitió que hay cada vez más enfermeros que contraen tuberculosis en sus lugares de trabajo.

Según el presidente de la Asociación de Enfermeros de Swazilandia, Bheki Mamba, la falta de medidas de control de infecciones en clínicas y hospitales vuelve a los enfermeros vulnerables al contagio.

"No hay políticas claras sobre cómo ayudará el gobierno a los enfermeros que contraigan con tuberculosis en el trabajo. También necesitamos que se divulguen las medidas de precaución, para que los pacientes con tuberculosis tengan claro lo que se espera de ellos cuando visitan clínicas y hospitales", dijo Mamba.

Se esperaba que Swazilandia diera la voz de alarma sobre la enfermedad en el Día Mundial de la Tuberculosis, el 24 de marzo.

Pero en su discurso oficial de esa fecha, el viceprimer ministro Themba Masuku no anunció lo que muchos esperaban: la declaración de una emergencia nacional por la tuberculosis.

En la Declaración de Maputo, los ministros africanos de Salud declararon en 2005 que la tuberculosis era una emergencia continental. Desde entonces, dos países de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC), Malawi y Namibia, declararon la emergencia nacional por la enfermedad.

La medida implica un aumento de los recursos humanos dedicados al combate contra la enfermedad y el fortalecimiento y la descentralización de los servicios.

"Esto también conlleva la evaluación del progreso en la respuesta cada seis meses, hasta que la situación queda bajo control", dijo Dlamini.

Con la gran prevalencia de tuberculosis que enfrenta Swazilandia, la monja Diane DalleMolle, directora de Cabrini Ministries —organización que actualmente asiste a 1.500 pacientes en la oriental región de Lubombo—, espera que el país haga lo propio este año.

"El gobierno negó la situación real de la tuberculosis. Yo esperaba que Swazilandia fuera el primero en decirle al mundo 'tenemos un problema'", planteó.

Dlamini insinuó que puede haber una declaración en ciernes.

"Tuvimos que ejercer mucha presión para convencer al Ministerio de Salud y a la Agencia Nacional de Manejo de Desastres de que, en efecto, la tuberculosis es una emergencia", explicó.

"Ahora puedo decir que el Ministerio está convencido de eso, pero el plan de contingencia no fue aprobado en el Día Mundial de la Tuberculosis", añadió.

Dlamini también dijo que el ministro de Salud, Benedict Xaba, todavía estaba desarrollando un plan de contingencia para someterlo a la aprobación de la Agencia y luego del gabinete, cimentando el camino para un aumento de recursos destinados hacer frente a la enfermedad.

La tuberculosis es una prioridad para el gobierno, enfatizó.

Junto con otros miembros de la Unión Africana, Swazilandia se comprometió a gastar 15 por ciento de su presupuesto en salud en la lucha contra la enfermedad, como lo establece la Declaración de Abuja.

La partida destinada a la salud aumentó de 10 por ciento del presupuesto en 2008 a 11,5 por ciento en el actual año fiscal.

El ministro de Finanzas, Majozi Sithole, se apresuró a señalar al parlamento que ese porcentaje aumentará a 17,2 luego que se tomen en cuenta las contribuciones de los donantes extranjeros.

"Por primera vez, la tuberculosis es la tercera prioridad en el Ministerio de Salud. Primero están el agua y saneamiento y el VIH/sida", señaló Dlamini.

Sin embargo, a causa de la crisis económica mundial, parece que el reino todavía se sumirá en problemas más profundos, considerando su fuerte dependencia de la asistencia extranjera.

El Fondo Mundial de lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria exigió una reducción de 10 por ciento en los cinco millones de dólares asignados al programa de tuberculosis para los próximos dos años.

DalleMolle dijo que las donaciones de los individuos del exterior se redujeron 75 por ciento. "Aunque sospecho que no dejaremos de hacer lo que tenemos que hacer, algunos de nuestros programas" tendrán que terminar, opinó.

Mucho antes de la crisis económica mundial, Swazilandia ya no estaba atrayendo fondos de donantes, porque el reino está clasificado como un país de medianos ingresos.

Según Robina Mulenga, del Programa Mundial de Alimentos (PMA), la crisis económica mundial halló a Swazilandia esforzándose por atraer a donantes internacionales, que se refrenan por su estatus de país de "medianos ingresos" a pesar de que dos tercios de los habitantes viven con menos de un dólar diario.

"Ahora tenemos que comenzar a buscar dinero dentro del país, porque no se considera que Swazilandia necesite asistencia desesperadamente", dijo Mulenga.

El PMA se da cuenta de que los pacientes con tuberculosis y sida tienen necesidad de asistencia alimentaria como parte de su tratamiento, "pero la crisis económica mundial afectará nuestros recursos", agregó.

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