CAMBIO CLIMÁTICO: Dos grados más pueden ser fatales

La humanidad echa tanto dióxido de carbono a la atmósfera que los climatólogos claman por una gradual eliminación de los combustibles fósiles. Si la temperatura promedio se eleva sólo dos grados, advierten, el globo climático estallará.

Ese globo tiene una capacidad máxima de menos de 1.400 gigatoneladas de emisiones totales de dióxido de carbono entre 2000 y 2050, informaron este jueves Malte Meinshausen y sus colegas en un estudio publicado por revista científica Nature.

La Unión Europea, entre otros, también considera que un aumento mundial de más de dos grados es potencialmente catastrófico. La temperatura promedio ya es 0,8 grados mayor a la del periodo preindustrial.

En los últimos siete años las emisiones mundiales de gases invernadero ascendieron a casi 250 gigatoneladas, lo que significa que el globo estallará en 20 años, o incluso menos, si se sigue quemando combustible al ritmo actual.

Aunque las emisiones se mantengan en un máximo de 1.400 gigatoneladas durante los próximos 40 años, todavía habría 50 por ciento de probabilidades de exceder los dos grados, sostuvo Meinshausen, autor principal del estudio e investigador del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, de Alemania.
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Líderes nativos de todo el mundo también exigieron la progresiva eliminación de los combustibles fósiles en la clausura de la Cumbre Mundial de los Pueblos Indígenas sobre el Cambio Climático realizada del 20 al 24 de este mes en Anchorage, en el noroccidental estado estadounidense de Alaska.

"Ese pedido está bien respaldado por la evidencia en este estudio", dijo Meinshausen a IPS.

Cuando se incluyen otros gases invernadero, como el metano, el calentamiento total puede ser entre 10 y 40 por ciento mayor para 2100, señaló Meinshausen.

Y ciertas reacciones climáticas —cambios que amplificarán o acelerarán el calentamiento— están ausentes de los modelos informáticos. "Nuestros modelos no pueden dar cuenta de las emisiones de metano a partir del derretimiento del permafrost", dijo.

El permafrost, que es la capa siempre congelada del suelo, contiene enormes cantidades de carbono orgánico, tal vez suficiente para triplicar la cantidad que hay actualmente en la atmósfera.

"Solamente un rápido apartamiento de los combustibles fósiles nos dará una oportunidad razonable de evitar un calentamiento considerable. No deberíamos olvidar que un aumento mundial de dos grados significa que el calentamiento nos llevará más allá de las variaciones naturales de la temperatura que la vida sobre la Tierra ha experimentado desde que existimos los seres humanos", planteó Meinshausen.

Esto será un serio desafío, porque en el suelo queda mucho carbono, dijo.

Las reservas probadas de petróleo, gas y carbón contienen cuatro veces la cantidad de carbono que hará estallar el globo climático de dos grados. Quemar apenas la cuarta parte de lo que queda en el suelo llevará a la humanidad al punto de inflexión que derivará en un peligroso cambio climático.

Demorar no es una opción si se quiere eliminar los combustibles fósiles, enfatizaron los científicos.

"Emitir dióxido de carbono más lentamente hace ganar tiempo, tal vez un tiempo vital, pero sólo logrará nuestro objetivo último en el contexto de una estrategia para eliminar, todas juntas, las emisiones netas de dióxido de carbono", concluyeron Meinshausen, Myles Allen, de la Universidad de Oxford, y otros, en un análisis incluido en los Informes de Nature sobre Cambio Climático.

"La política climática necesita una estrategia de salida: además de reducir las emisiones de carbono, necesitamos un plan para eliminar las emisiones netas por completo", dijo Allen en un comunicado.

Las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se reunirán en diciembre en Copenhague en procura de un acuerdo que entre en vigencia tras la expiración del Protocolo de Kyoto, firmado en 1997 y en vigor desde 2005.

En este contexto, si los negociadores prestan atención a las evidencias científicas, entonces un nuevo objetivo será reducir 50 por ciento las emisiones mundiales en comparación con los registros de 1990, con el año 2050 como meta.

A fin de lograr esto, el actual crecimiento anual de tres por ciento en las emisiones de carbono debe terminarse para 2015 y comenzar la reducción de tres por ciento anual, escribió Martin Parry, del Instituto Grantham para el Cambio Climático y el Centro para las Políticas Ambientales del Imperial College de Londres, en otro estudio publicado en Nature.

Si los esfuerzos de mitigación no son suficientemente sustanciales y las emisiones no llegan a un tope en el año 2025, entonces es probable que las temperaturas aumenten tres grados.

El daño generado por este grado de calentamiento puede ser importante, situando a miles de millones más de personas al borde de una escasez hídrica, y a millones más en riesgo de inundación costera.

Evitar tales daños requerirá enormes inversiones en materia de adaptación, por ejemplo en mejorar el suministro y almacenamiento de agua, así como en proteger los asentamientos bajos de los mares en ascenso.

"La verdadera sensibilidad del sistema de la Tierra bien puede ser más alta, lo que implica que cualquier objetivo basado en la temperatura se volverá cada vez más difícil de mantener a medida que ocurran reacciones más lentas", escriben Gavin Schmidt, del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA (agencia espacial estadounidense), y David Archer, de la Universidad de Chicago, en un breve artículo publicado esta semana en Nature.

"¿El balance final? Un cambio peligroso, aunque se lo defina en términos generales, será difícil de evitar", dijeron.

Como ocurre cuando se produce un derrame de petróleo, es mucho mejor y más barato evitar hacer el caos en primer lugar, concluyeron.

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