El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) anunció que este año necesitará recaudar alrededor de 1.000 millones de dólares para satisfacer las necesidades básicas de mujeres y niños en zonas de desastre en todo el mundo, la mayoría en África subsahariana.
"Muchos países mencionados en el informe viven situaciones de emergencia silenciosas, olvidadas", señaló Ann M. Veneman, directora ejecutiva de Unicef, en un comunicado escrito divulgado el martes.
"Pese a que todos los días muchos niños, niñas y mujeres mueren debido a las enfermedades, la pobreza y el hambre, se trata de muertes que, desgraciadamente, pasan desapercibidas", agregó.
El Informe de Acción Humanitaria 2009, un pedido de fondos para asistir a las víctimas de emergencias prolongadas, enfatiza los efectos del rápido aumento en los precios de los alimentos y también los del cambio climático.
"Aquí nos centramos en la reducción de riesgos. Hay varios desastres naturales que pueden pronosticarse cada año, como un huracán en Haití o una inundación en India, y estamos intentando trabajar con los gobiernos para reducir el daño de antemano", dijo a IPS el portavoz de Unicef, Patrick McCormick.
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Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el aumento de 50 por ciento en los precios de los alimentos entre 2007 y 2008 tuvo como resultado un incremento masivo de la cantidad de personas que están en un "estatus de hambre" preocupante, de 850 millones a 950 millones en el último año.
Unicef también citó pronósticos "alarmantes" en materia de cambio climático, como un continuo aumento en la cantidad y el impacto de desastres naturales como inundaciones, huracanes y sequías, que se espera golpearán más al Sur en desarrollo y a las comunidades que viven en la pobreza.
Además, Unicef citó el crecimiento de la población, la urbanización y los costos de combustible como factores de preocupación.
El informe se presenta en medio de una crisis financiera mundial que empeora y que ha visto a muchos países en desarrollo deslizarse más profundamente hacia la pobreza, y a las naciones donantes recortar la asistencia al exterior.
Un pedido de asistencia para 2009 de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señaló que, en el pasado, una crisis financiera en un país donante tuvo como resultado que esa nación redujera sus colaboraciones al año siguiente.
La petición de la OCAH dijo que países como Suecia y Dinamarca prometieron mantener sus presupuestos de asistencia humanitaria pese a la crisis económica mundial, pero admitió que este año será un desafío para las agencias humanitarias.
"Veremos. Unicef se financia de modo totalmente voluntario y la crisis no ayudará, pero esperamos que no haya un problema", expresó McCormick.
El pedido de Unicef incluye a 36 países objetivo, 24 de ellos en África. Alrededor de la mitad de todos los fondos requeridos serán dirigidos hacia cinco países: Sudán, la República Democrática del Congo, Zimbabwe, Uganda y Somalia.
Como ocurre con la mayoría de las naciones listadas, los principales puntos de atención son la salud y la nutrición, agua, saneamiento, higiene y educación.
Unicef reconoció la dificultad de abordar estos asuntos en áreas volátiles como su prioridad principal, Sudán. Sin embargo, el informe expresó confianza en que a través de la cooperación con socios locales se puedan concretar mejoras sobre los éxitos del año pasado en ese país, cuando la agencia de la ONU pudo entregar asistencia a aproximadamente la mitad de la población afectada.
Unicef también citó una campaña de emergencia de vacunación contra el sarampión y la polio en 2008, que logró alcanzar una cobertura de 90 por ciento.
Además de la continua asistencia alimentaria y no alimentaria, Unicef espera superar sus logros de 2008 en Sudán, con objetivos como mantener nuevos programas hídricos, instalar letrinas en los hogares, capacitar a las comunidades locales para operar estas instalaciones y promover una conciencia en materia de higiene.
Unas 500.000 personas fueron asesinadas y 2,5 millones desplazadas en Sudán desde 2003, en una situación que la agencia de refugiados de la ONU ha descrito como "apocalíptica".
Otro rubro es la "protección infantil", que incluye informar sobre violaciones a los derechos humanos relacionadas con niños y educación sobre los riesgos de las minas terrestres, pero que llega ampliamente bajo la forma de ayuda psicológica para niños que crecen en áreas devastadas por guerras.
La protección infantil es una preocupación proporcionalmente alta en dos de los 10 principales países listados en el informe —Iraq y Palestina—, donde la violencia es una habitual causa de muerte.
El reporte representa apenas una fracción de la misión de Unicef, reflejando la severidad de los asuntos que enfrentan las mujeres y los niños que viven en la pobreza.
"Tenemos que ser optimistas para continuar en este negocio", sostuvo McCormick.