AGUA-ÁFRICA: Sin consenso sobre uso del Nilo

Un nuevo protocolo para gestionar el río Nilo, que se negocia desde hace 10 años, podría quedar en nada porque Egipto y Sudán se niegan a renunciar a su poder de decisión actual sobre la cantidad de agua que pueden utilizar los países de la parte alta.

El acuerdo actual prohíbe a los países río abajo usar más agua de la prevista en una curva dispuesta hace tiempo y otorga a Egipto la responsabilidad de controlar el flujo del río en puntos clave de su trayecto.

"Los tecnócratas hicieron todo el papeleo para lograr un buen protocolo, pero los políticos echaron todo por tierra", señaló el profesor Afuna Aduula, presidente del Foro de Discusión sobre la Cuenca del Nilo, un grupo de organizaciones de la sociedad civil dedicadas al llamado río más largo del mundo.

El artículo que paralizó el proceso fue el 14b, sobre el uso seguro del agua. Los países río arriba siempre tuvieron un uso restringido del recurso por los términos del acuerdo colonial.

El tratado fue firmado por Gran Bretaña en 1929 en su nombre y confirmado en 1954.
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En la cuenca del río viven unas 160 millones de personas en un área de 3,1 millones de kilómetros cuadrados, incluidos 81.500 kilómetros cuadrados de lagos y 70.000 de pantanos, según estadísticas de la Iniciativa de la Cuenca del Nilo, órgano creado por los países ribereños, financiado por varios donantes a fin de armonizar las políticas.

Con el paso del tiempo, el nivel del lago Victoria, la mayor fuente de agua del Nilo, viene cayendo. En 2008, estuvo 2,5 metros más bajo que hace tres años.

Eso se debe a una combinación de factores, incluidos el descenso de lluvias y el mayor uso del recurso, lo que pone bastante nerviosos a los países de la cuenca.

Los 10 países que comparten el río, en el marco de la Iniciativa para la Cuenca del Nilo, negocian desde hace 10 años un nuevo acuerdo marco para la gestión del río.

Los integrantes de la Iniciativa son Burundi, Egipto, Eritrea, Etiopía, Kenia, República Democrática del Congo (RDC), Ruanda, Sudán, Tanzania y Uganda.

El artículo 6 del Marco Cooperativo de la Cuenca del Río Nilo se refiere a la protección y conservación de la cuenca y su ecosistema. Los ambientalistas lo consideran todo un logro para mantener los niveles de agua.

Un impasse en las negociaciones puede socavar la conservación y las actividades de desarrollo regional bajo la Iniciativa para la Cuenca del Nilo, según Frank Muramuzi, de la ugandesa Asociación Nacional de Ambientalistas Profesionales. Un nuevo protocolo garantizará que países como Egipto y Sudán tengan más agua.

"El protocolo dará un marco para que se haga un uso sustentable del recurso", indicó Muramuzi. Pero de mantenerse el estatus quo, el agua del lago Victoria, la mayor reserva del Nilo seguirá disminuyendo y la escasez puede suscitar conflictos, añadió.

El tratado actual tiene otras cinco grandes cláusulas que fueron motivo de discrepancias en anteriores negociaciones.

Entre ellas, el artículo 4, que se refiere al uso equitativo y razonable del Nilo. El 5, respecto de cuidar recurso, el 6, sobre la protección y la conservación de la cuenca y su ecosistema, y el 8, acerca del consentimiento informado previo antes de usar el agua.

Egipto y Sudán, con grandes extensiones de tierras desérticas, se oponen al tratado por temor a ver disminuido su acceso al agua del Nilo.

En el documento actual, el artículo 14b sobre el consentimiento informado previo fue enmendado a instancias de Kenia, RDC y Tanzania por "información respecto de medidas previstas".

El nuevo texto del acuerdo pone un freno al tratado de 1929, según el cual los estados ribereños debían obtener permiso antes de usar el agua del Nilo. El documento insta a la creación de la Comisión de la Cuenca del Nilo, con sede en la ciudad ugandesa de Entebbe.

La decisión quedó en suspenso porque los negociadores derivaron el asunto a los 10 jefes de Estado y de gobierno de la cuenca del Nilo, quienes concluirán el tema.

El Comisionado del Ministerio del Agua, Callist Tindimugaya, dijo a IPS que lo que se puede hacer es seguir cooperando, a la espera de que se resuelva el asunto de la cláusula polémica del nuevo protocolo.

Muchos de los países río arriba corren riesgo de no lograr cumplir los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio de no firmarse un nuevo protocolo más justo, según el profesor Patrick Rubaihayo, especialista en desarrollo de la Universidad Makerere, de Kampala.

"El mantenimiento de la cantidad de pobres es una de las consecuencias de no firmar el nuevo protocolo", señaló.

Un sector agrícola pujante es un vehículo esencial de desarrollo, pero Rubaihayo no lo concibe sin invertir en grandes programas de irrigación.

El acuerdo colonial dificulta la implementación de esos programas porque Egipto y Sudán deben aprobar proyectos de irrigación y se niegan de plano.

Ésta discusión es una oportunidad para que países como Uganda corrijan las anomalías históricas, señaló la ministra de Agua, Jennifer Namuyangu. Este país no aceptará un pacto desigual.

La negación de Egipto a firmar el nuevo protocolo puede obedecer a que un representante suyo se convertirá en un plazo relativamente breve en director de la Iniciativa de la Cuenca del Nilo y, por lo tanto, tiene la posibilidad de influir en el proceso, según el profesor Aduula.

El director rota entre los países miembros de la cuenta y ejerce el cargo por dos años, según la carta de creación de la Iniciativa.

La actual directora es Henrietta Ndombe, una congoleña que encabezará la organización hasta septiembre de 2010, cuando la reemplace una o un representante egipcio.

Egipto quiere introducir una cláusula que estipule que un país de la cuenca no puede usar el agua en perjuicio de otro.

Otros estados, en cambio, quieren que ese artículo de elimine del todo por las consecuencias que tiene para los países río arriba, los que tendrán que pedir aprobación para construir represas y realizar otros proyectos de irrigación.

Al parecer, la resolución del dividendo pasará al Consejo de ministros de Relaciones Exteriores porque ha sido difícil reunir a los jefes de Estado para suscribir el acuerdo, según Gordon Mumbo, a cargo de promover la confianza entre los estados miembro de la cuenca del Nilo

Hace cuatro meses se desperdició una oportunidad para firmar el tratado en la cumbre de la Unión Africana, en El Cairo, a raíz de los desacuerdos.

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